Señor Director:
Se comenzó en 1982 con la obra “Conversaciones con Arrau”, de Joseph Horowitz, escrito en inglés y en español. Luego siguió “Arrau, lo que nunca se dijo de su viaje a Chile”, de Inés María Cardone, en 1985
A continuación, salieron las obras “Homenaje a Arrau, Concurso de Ensayo de la Universidad de Chile”, con primer, segundo y tercer lugar, y una mención honrosa, en 1992; “Arrau un Prodigio Apasible”, de Sonia Quintana, en 1993; “Cuatro Aproximaciones al Arte de Arrau”, de Héctor Vasconcelos, en 2002; “Arrau, el Hombre y el Artista “, de Antonio Landauro, en 2002; y “Claudio Arrau”, de Marisol García, en 2018.
Finalmente, este año 2005, Ediciones Universitarias de Valparaíso, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, publicó “Claudio Arrau León”, de Carolina Budge Espejo, el que, a diferencia de los anteriores, es un libro de cuentos, inspirado en el Museo Claudio Arrau de Chillán.
Son 40 páginas, en las que usando como telón de fondo un bello fundo de la comuna de Chillán, pueden descubrir, grandes y chicos, quién es este maravilloso pianista chileno.
En este libro una niña llamada Clarita, conoce la historia del pianista Claudio Arrau, en una visita al Museo Claudio Arrau. Completan la publicación, bellas ilustraciones de Mónica Glavich.
En lo personal me he sentido honrado, porque fui gestor de la donación de los bienes que hay allí, y que materializaron los hijos del artista, Carmen y Christopher Arrau Schneider.
Felicito a Eduardo Peña, encargado de ese inmueble patrimonial, porque el relato de Carolina Budge Espejo habla muy bien del museo.
Para ella es diferente escribir para niños. La capacidad de asombro que tienen es de una riqueza profunda. “Se maravillan con muchas cosas y son espontáneos. En definitiva, no han perdido la capacidad de sorpresa y eso hace que me den ganas de escribir para ellos. Gozan con lo que tú les cuentas y eso me hace feliz”, dijo.
Carlos Bastías Fuentes
