La historia de Chillán está marcada por hombres y mujeres que han trascendido fronteras gracias a su talento. Entre ellos, una figura resuena con fuerza en los escenarios del mundo y en el corazón de su ciudad natal: Ramón Vinay. Tenor, luego barítono, y siempre un artista de excepción, Vinay nació en Chillán el 31 de agosto de 1911 y fue, sin duda, uno de los cantantes líricos más importantes del siglo XX.
Su carrera internacional despegó con fuerza en los años cuarenta, cuando debutó en el Metropolitan Opera House de Nueva York, interpretando el rol de Don José en Carmen. Pero fue su interpretación de Otello, en la ópera de Giuseppe Verdi, la que lo catapultó al estrellato. Bajo la dirección del legendario Arturo Toscanini, Vinay encarnó al personaje con una intensidad emocional y una potencia vocal que aún hoy se consideran referencia obligada. Su voz, de timbre oscuro y poderosa expresividad, lo convirtió en uno de los pocos artistas capaces de cantar con igual calidad tanto como tenor dramático como barítono.
Pese a su éxito en Europa y Estados Unidos, Vinay nunca perdió el vínculo con Chillán. Fue un defensor del arte y la cultura en su ciudad, y regresó en diversas ocasiones, siempre con humildad y generosidad.
El Teatro Municipal de Chillán lleva su nombre, como reconocimiento a su trayectoria y al amor que profesó por la tierra que lo vio nacer. En sus salas resuena aún el eco de una voz que recorrió los grandes escenarios del mundo, pero que jamás dejó de sentirse chillanejo.
