La chispa que desde Chillán encendió el feminismo en Chile

María Espíndola nació en Ovalle en 1859 y fue una figura fundamental en la historia educativa y social de Chillán. Estudió en el Liceo de Copiapó y, posteriormente, realizó estudios pedagógicos en Inglaterra, Alemania y Francia, países que en ese momento lideraban los avances en sistemas educacionales. Fue en Europa donde conoció métodos pedagógicos modernos, como la inclusión de asignaturas que hasta entonces no existían en los planes de estudio chilenos, tales como la gimnasia, las ciencias naturales y las artes plásticas.
En 1898, junto a su esposo, fundó en Chillán el Liceo Americano de Señoritas, ubicado en calle Constitución. Este establecimiento fue pionero en acercar a las niñas a materias científicas y a la educación integral. Entre los docentes que reclutó estuvo Enrique Molina Garmendia, futuro fundador de la Universidad de Concepción. Allí, María instruyó en ciencias naturales y gimnasia, e impulsó la creación de una revista escolar llamada Revuelos, en la cual las alumnas escribían sobre arte, literatura y ciencia.
Fue también fundadora de la Academia de Bellas Artes de Chillán y de la Federación Femenina Panamericana en 1910. Participó activamente en la promoción del laicismo, la libertad de pensamiento y la emancipación de la mujer. Se le reconoce como impulsora del movimiento feminista organizado en Chile, al haber abierto espacios educativos para mujeres en una época en que estaban relegadas exclusivamente al ámbito doméstico.
Falleció en 1915 y, según consignaron las páginas de La Discusión, tuvo un funeral masivo. Su legado perdura hasta hoy en instituciones como el Centro Femenino María Espíndola, parte del movimiento masónico femenino que lleva su nombre, y en espacios educativos como el taller literario del Colegio Concepción, que la recuerda como una mujer revolucionaria para su tiempo, promotora de la educación moderna, del pensamiento laico y de los derechos de las mujeres en Chile.