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El legado de calidad que los chillanejos reconocen en su apellido

Su apellido es una marca reconocida por los chillanejos que ha trascendido los límites de Ñuble. Se trata de Héctor Mario Villablanca Villagrán, quien llevó Cecinas Villablanca al sitial que ocupa hoy.

Nacido en la avenida Collín, de Chillán, debió aprender, junto a su hermana Lucía, todo sobre la pequeña fábrica de cecinas fundada por su padre, José Luis Villablanca, en 1935. En 1958 se convirtió en administrador, tomando las riendas del negocio. Tras la muerte de su padre, en 1975, y de su hermana, en 1978, heredó la cecinera.

Pocos años antes, en 1971, como administrador de la empresa, estuvo a cargo del traslado de la sala de ventas y de la fábrica, desde la avenida Collín 976 -donde también vivía-, hasta su actual ubicación, en Collín esquina Independencia, con el objetivo de aumentar la capacidad de producción.

De la mano de su esposa Yolanda, convirtió la fábrica en un símbolo de calidad, invirtiendo en infraestructura y equipos, incorporando productos, cuidando a sus trabajadores y vinculándose con la comunidad.

Quienes lo conocieron, destacan que fue un hombre solidario, que nunca olvidó sus raíces y que siempre estuvo disponible para apoyar a instituciones sociales o a quien necesitara una mano amiga.

Sus hijas Marian, Fabiola y Pilar, lo recuerdan como un hombre de esfuerzo y sacrificio, que demostró con el ejemplo el valor del trabajo, que luchó para mantener a flote la empresa en los tiempos difíciles y también para expandirla.

Mario Villablanca fue, además, promotor de la denominación de origen para la longaniza de Chillán, y muchos aún recuerdan cuando lideró, en diciembre de 1999, la elaboración de la longaniza más larga del mundo, récord que fue registrado en el Guinness.

Su aporte a Chillán lo hizo merecedor de varios reconocimientos, como el de Hijo Ilustre, que le entregó la Municipalidad en 2024.

En 2025, a sus 86 años, seguía muy activo en la empresa, pensando en seguir creciendo y en un cambio de emplazamiento de la fábrica. “Tenemos cuatro locales en Chillán, uno en Concepción y abriremos una tienda también en Santiago prontamente”, declaraba en 2024 en su última entrevista a La Discusión.

Falleció el 6 de abril de 2025.

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