Señor Director:
Todo ciudadano interesado en la política, debería pasar por una “alfabetización” consistente en leer un clásico: “El Príncipe”, de Nicolás Maquiavelo (1469-1527). Describió la política tal cual ocurre. Sus enseñanzas son indispensables para la comprensión de la política.
Nuestro presidente, que a menudo aparece leyendo poesía, debiera leer a Maquiavelo para medir mejor sus palabras. En India “le mojó la oreja”, al presidente de la primera potencia del mundo. Lo llamó Emperador, imperialista, porque los Emperadores gobiernan imperios y, representaba todo lo opuesto de su postura ideológica. ¿Qué le parece que el presidente de un país marginal a escala mundial, se permita tamaña soltura de cuerpo?
Recientemente, ha condenado acciones en Irán y se ha puesto al lado de quienes están empeñados en contar con una bomba atómica para hacer desaparecer a Israel como lo han declarado.
Si hubiera leído a Maquiavelo, habría sido alertado con una sabia sentencia: “Al enemigo poderoso no lo toquéis si no tienes capacidad para derrotarlo”. Elemental. Es curioso que en ciertos sectores políticos se le declare la guerra a los Estados Unidos, guerra verbal, pero insolente y después se reclame por las represalias que toda gran potencia suele replicar.
El presidente de Chile debe tener plena conciencia de lo que somos en el mundo y, lo que son las grandes potencias que, nos guste o no, son las que por su peso específico deciden en el mundo. Contra esas grandes potencias se pueden hacer “declaraciones de principios” que valentonan a la garra brava, no alteran las relaciones de poder y pueden acarrear graves consecuencias para los países menores.
Alejandro Witker
Historiador
