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“Esperamos que este año el nuevo PPDA del Valle Central de Ñuble sea sometido a consulta pública”

Desde 2016, las comunas de Chillán y Chillán Viejo han sido consideradas zonas saturadas por partículas PM10 y PM2,5, lo que llevó a la creación del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA), establecido por el Decreto Supremo N° 48 ese mismo año.

Con una población estimada de 215.646 habitantes, este plan atiende una de las mayores amenazas ambientales urbanas de la región.

En cifras, hasta fines de 2024 se han reemplazado más de 10 mil calefactores, eliminando aproximadamente 306 toneladas anuales de MP2,5, lo que equivale a un avance del 50% de la meta.

El objetivo inicial del PPDA era ambicioso: reducir de forma significativa las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire en la intercomuna.

Sin embargo, a 10 años del inicio del plan, la meta de 20 mil recambios aún no se alcanza, y los episodios críticos continúan afectando la salud de la población.

A esto se suma la lentitud en otras líneas estratégicas, como la aislación térmica de viviendas, el control efectivo de la leña húmeda y el fortalecimiento de la fiscalización en zonas rurales.

Es por eso y en la antesala de uno de los cambios más estructurales que tendrá este PDA, el seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Mario Rivas, entregó detalles del balance a una década de implementado este plan en la región.

Adelantó que muy pronto podría haber consultas ciudadanas respecto al plan nuevo, que abarcará, además de Chillán y Chillán Viejo, otras once comunas (Pemuco, El Carmen, Pinto, Ñiquén, San Ignacio, Coihueco, Yungay, Quillón, Bulnes, San Nicolás y San Carlos, lo que implica la incorporación de cerca de 400 mil personas al sistema de trabajo territorial y ambiental.

Desde la Seremi del Medio Ambiente aseguran que se están tomando medidas para acelerar procesos, corregir falencias y fortalecer la coordinación institucional.

¿Qué medidas concretas tomará la Seremi para acelerar el recambio de calefactores durante el invierno 2025-2026 y alcanzar la meta de 20.000 equipos comprometida por el PPDA?

El recambio de calefactores es una de las principales medidas estructurales del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) y su éxito requiere una gestión ágil y coordinada a nivel nacional y regional.

Como Seremi del Medio Ambiente en Ñuble, hemos intensificado nuestro trabajo para acelerar este proceso durante el período 2025-2026.

A nivel nacional, el Ministerio del Medio Ambiente ha reforzado los lineamientos con todas las regiones para agilizar adquisiciones, validaciones técnicas y seguimiento de los procesos. A nivel local, se adjudicó recientemente una licitación de difusión que permitirá informar de manera más efectiva a la ciudadanía de Chillán y Chillán Viejo sobre los distintos llamados de postulación y también, muy importante, educar sobre la importancia del uso responsable de la calefacción domiciliaria.

Además, mantenemos un seguimiento riguroso de cada etapa del proceso, lo que permitirá optimizar el impacto de la meta de los equipos recambiados. Este trabajo silencioso, técnico y constante es clave para avanzar hacia una mejor calidad del aire y de vida para todos nosotros.

Más allá del recambio de estufas, ¿cuál es el porcentaje de avance en líneas como aislación térmica de viviendas, control de leña húmeda, áreas verdes y transporte, y qué ajustes se contemplan tras la evaluación final del plan?

El PPDA contempla un enfoque multisectorial, donde distintas carteras lideran medidas específicas: El Ministerio de Vivienda, con el acondicionamiento térmico; Conaf, en la arborización y control de quemas agrícolas; Transporte, en medidas de movilidad sustentable; y la Superintendencia de Medio Ambiente en el control y seguimiento de las medidas y avances del plan. Nuestra Seremi lidera el proceso de articulación técnica del nuevo PDA del Valle Central.

Este trabajo ha permitido integrar ajustes y mejoras en cada línea de acción, recogiendo aprendizajes del plan anterior y considerando actualizaciones normativas como las modificaciones a la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).

Se ha trabajado en propuestas de mejoras a la fiscalización en comunas rurales, fortalecimiento de los programas de leña seca y en el diseño de medidas acordes a la realidad de los territorios. A veces, no se ve, pero detrás de cada medida hay reuniones, análisis, visitas a terreno y coordinación técnica que buscan avanzar con seriedad y compromiso hacia una región más limpia.

Abril cerró con dos alertas ambientales y varios días con mala calidad del aire. ¿Qué cambios introducirá el Plan Operacional de Episodios Críticos 2025 para evitar que esta tendencia se repita durante el invierno?

El Plan Operacional de Gestión de Episodios Críticos (GEC) es una herramienta anual que permite actuar de manera oportuna ante condiciones meteorológicas desfavorables, coordinando restricciones y medidas preventivas.

Este instrumento se elabora entre diciembre y marzo, y en su versión 2025 se mantuvieron los principales criterios, enmarcados en el plan vigente que rige para Chillán y Chillán Viejo.

Aunque no presenta grandes modificaciones estructurales, sí se reforzaron las coordinaciones entre los servicios públicos con competencia en fiscalización, especialmente en días previos a pronósticos de malas condiciones. También se incorporó el aprendizaje de años anteriores, considerando, por ejemplo, que en 2024 hubo mayores lluvias en junio, al contrario de este año, con un mayo más lluvioso y un junio particularmente frío.

Queremos insistir en que este esfuerzo no solo es técnico, sino también humano, donde funcionarios desplegados en terreno, personal monitoreando datos y una red de comunicación activa, tiene como fin último proteger la salud de la población.

¿En qué etapa técnica y reglamentaria se encuentra el futuro Plan de Descontaminación para la Macrozona Valle Central, y cuál es la fecha estimada para su entrada en vigencia?

Actualmente, el anteproyecto del nuevo PDA del Valle Central de Ñuble se encuentra en una etapa avanzada de elaboración. Ha sido un proceso intenso y comprometido, que ha involucrado a ministerios, servicios públicos, municipios, representantes del sector agrícola, forestal, industrial, académico y sociedad civil.

Este trabajo colectivo ha permitido construir un anteproyecto sólido, que hoy se encuentra en revisión por parte de los distintos ministerios respecto a sus medidas sectoriales. Esperamos que este mismo año el documento esté en condiciones de ser sometido a Consulta Pública, etapa clave donde cualquier ciudadano podrá revisar y aportar con observaciones.

Este proceso refleja el espíritu participativo y técnico que estamos promoviendo desde la región de Ñuble, con profesionales comprometidos que han liderado cada una de las instancias, coordinado observaciones, recopilado datos y generado propuestas adaptadas a la realidad regional.

¿Cómo se estructurará el financiamiento del nuevo PPDA regional? ¿De qué forma realizarán el recambio de calefactores en toda la región de Ñuble?

Los planes de descontaminación no contemplan financiamiento propio, por lo que su implementación depende del uso estratégico de fondos ya existentes, como el FNDR, programas sectoriales o iniciativas interministeriales.

El nuevo PDA abre la puerta para que distintos ministerios y municipios presenten proyectos en línea con sus medidas. Por ejemplo, se plantea que se puedan implementar iniciativas de recambio desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia enfocadas en adultos mayores, o programas que combinen eficiencia térmica y calefactores desde el Ministerio de Vivienda.

Nuestro rol como Seremi es articular, priorizar y apoyar técnica y políticamente estas iniciativas, transfiriendo la experiencia de estos años tanto en lo técnico como administrativo.

El nuevo plan propone que el recambio no sea solo en Chillán y Chillán Viejo, sino que beneficie a todas las comunas del Valle Central de Ñuble, lo que representa un nuevo desafío a abordar, pero que con la colaboración de todos se podrá avanzar hacia esta mejora de la calidad del aire.

Aquí es donde se ve el valor del trabajo territorial. Desde Ñuble levantamos necesidades, pero también proponemos soluciones y buscamos incidir en las prioridades presupuestarias nacionales.

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