“El Sueño de Otros”, la banda de Chillán que levanta la escena under desde su sala de conciertos secreta

En el corazón de Chillán, un grupo de músicos lleva más de una década escribiendo su historia a pulso, entre ensayos, viajes, giras y canciones que nacen desde la autogestión. La banda El Sueño de Otros, conformada por Dani Palma, Vicente Campos y Cano Oyarce, celebra 11 años de vida musical ininterrumpida, con un proyecto que ha trascendido el escenario para transformarse en una forma de vivir.
Más que una banda de fin de semana, como ellos mismos dicen, El Sueño de Otros gira en torno a una idea: habitar el arte como una necesidad vital. “Vivimos alrededor de nuestra banda”, señalan. Y lo hacen desde Chillán, sin mudarse a otras ciudades, sin dejar de ser parte del lugar que los vio crecer, pero también desde donde han salido a recorrer el país y el extranjero.
Uno de los aspectos más singulares de su historia es la existencia de Le France, una sala de conciertos autogestionada que ellos mismos crearon y mantienen en reserva. No divulgan su dirección públicamente, y no por misterio o exclusividad, sino por resguardo y respeto a la intimidad del espacio. Le France nació como respuesta a la falta de lugares para que las bandas de Chillán pudieran mostrar su arte. “La hicimos con Dani, porque sabíamos que aquí hay talento, pero faltaban espacios”, explica Cano.
Desde ese lugar han surgido vínculos con proyectos de todo el país. Lejos de encerrarse, la banda ha abierto la puerta a artistas de Santiago, Valdivia, Viña del Mar, Puerto Montt y también de Argentina, generando una red musical que funciona más allá de la industria. “Siempre estamos invitando bandas, y luego nos devuelven la mano. Eso ha sido clave para circular, para no quedarnos pegados en un solo lugar”, comenta Dani.
El Sueño de Otros nació en 2014. Dani venía de tocar en las bandas Espartaco y Tronic, mientras que Cano también venía de otras experiencias musicales. Vicente se unió un poco después, consolidando el trío actual. Desde entonces, han vivido los primeros años como un proceso de aprendizaje, amistad, viajes y consolidación. Su primer EP está disponible en Spotify, donde también se encuentra su último single, lanzado hace poco más de un mes y que ha tenido difusión en radios y medios de distintas regiones del país. Además, cuentan con presentaciones en vivo grabadas y disponibles en su canal de YouTube, incluyendo shows en el Teatro Municipal de Chillán, Sala SCD en Santiago y Sala Master.
Aunque forman parte de la escena under, son reconocidos a nivel nacional por su propuesta sólida, tanto en sonido como en puesta en escena. “Tenemos un show bien hecho, profesional, con canciones buenas y potentes”, afirma Dani. Han compartido escenario con bandas como Los Paranoicos, y tuvieron la oportunidad de tocar con Richie Ramone, histórico baterista de Ramones. Su carrera los ha llevado a girar por Argentina (la más reciente en mayo, con fechas exitosas en tres ciudades) y hace algunos años también realizaron una gira por Europa, todo gracias a su trabajo independiente.
La banda prepara actualmente nuevas fechas en Santiago, Viña del Mar, Osorno, Valdivia y Puerto Montt, mientras finalizan el segundo tema de su próximo trabajo, que planean lanzar en agosto.
Pese a su trayectoria, en Chillán la visibilidad ha sido escasa. “Es raro, no nos invitan mucho. A veces, a una o dos actividades, pero, en general, las bandas locales tampoco invitan. Hay poco movimiento y poco público, es difícil quedarse solo tocando aquí”, reconocen. Aun así, su arraigo con la ciudad es firme. Todos viven en Chillán, tienen hijos, familias, trabajos. Dani es apicultor, Vicente es profesor de inglés y Cano trabaja en ingeniería. Esa doble vida (músico y trabajador) les permite mantener el proyecto vivo sin depender de los hits o del mercado.
Para ellos, la música es resistencia, autogestión y comunidad. Lo han demostrado con sus canciones, sus viajes, sus colaboraciones y la existencia de Le France como un espacio de arte abierto, aunque escondido. El Sueño de Otros no es solo un nombre: es una declaración de principios que siguen sosteniendo desde una ciudad que a veces no los ve, pero que sigue siendo su base de operaciones.