“No buscábamos enfrentar pueblos ni generar divisiones, sino ofrecer una historia que pudiera ser disfrutada por todos”

Salas repletas, aplausos, críticas positivas y muchas carcajadas. Esa ha sido la tónica del estreno de “Denominación de Origen”, una película que no solo busca entretener, sino también rendir homenaje a la identidad ñublensina, representada de manera concreta y simbólica a través de uno de los elementos que más nos caracteriza como región: la longaniza.
Antes del estreno, había una mezcla de entusiasmo y cierto nerviosismo. Solo un par de funciones programadas en Chillán, que rápidamente se repletaron, dando cuenta de la expectativa que había entre los ñublensinos. La demanda fue tal que se decidió extender las funciones hasta, al menos, el 7 de mayo, con dos exhibiciones diarias.
Un fenómeno que, según Tomás Alzamora, director de lo que orgullosamente llama “el primer longametraje de la historia”, como reza el afiche promocional, superó por completo las expectativas.
Pero el fenómeno no quedó solo en Ñuble. Hasta ahora, también se han realizado funciones en Santiago y Concepción, donde el éxito ha sido rotundo. Incluso, varios asistentes han comentado que no han podido comprar sus entradas porque las salas se encuentran completamente llenas.
Durante las funciones, las risas no tardan en aparecer. A pesar de que la película dura poco más de una hora y veinte minutos, el público sale de las salas satisfecho, emocionado y con el orgullo de verse reflejado en una historia que habla de Ñuble, sus costumbres y su gente.
Tal como lo menciona Alzamora en esta entrevista, son contadas las ocasiones en que Ñuble ha sido retratado en el cine nacional, lo que convierte esta obra en una oportunidad única y significativa para quienes habitan la región.
Como bien dice el director, este éxito no lo vieron venir. Hasta ahora, “Denominación de Origen” se ha posicionado como el gran éxito cinematográfico del año en las salas de cine locales.
Incluso en portales especializados como Letterboxd, la cinta ha obtenido una calificación destacada de 3.8 sobre 5, una nota que cobra aún más valor considerando que se basa en críticas y comentarios realizados directamente por los usuarios.
Lo cierto es que todavía hay funciones disponibles. Cinépolis Chillán mantiene la película en cartelera hasta el 7 de mayo, y no se descarta que puedan extenderse más fechas, dada la alta demanda.
Cabe recordar que, antes del estreno, el propio Tomás había hecho un llamado al público a asistir durante el primer fin de semana, ya que el futuro de las funciones dependía de esa convocatoria inicial. Y la respuesta del público no solo cumplió con esa meta, sino que la superó con creces.
¿Cómo te llevas las criticas positivas y la recepción que ha tenido la gente con el estreno de esta película?
Primero que nada, estamos muy felices, como ha respondido el público, los chillanejos y sancarlinos.
Creo que esta película es, de alguna manera, un regalo a todo el proceso que hemos venido construyendo durante varios años. Ha sido un largo camino de trabajo, esfuerzo y mucha dedicación.
Y lo más lindo es que no es solo una película; es una obra que realmente transmite emociones. Es emocionante ver cómo, al terminar cada función, algunas personas salen con lágrimas en los ojos, otras con una sonrisa enorme.
Es una montaña rusa de sentimientos porque está llena de situaciones reales, de nuestra idiosincrasia y de esa identidad que tanto nos representa.
Aunque, claro, la trama plantea este enfrentamiento entre San Carlos y Chillán —que es el punto de partida, el chiste inicial, por así decirlo—, pero finalmente cuando la gente ve la película se da cuenta de que trata de temas mucho más profundos.
Y esa conexión que logra con el público es muy especial. La gente se ríe, se emociona, reflexiona y, lo mejor de todo, salen felices y hasta pidiendo más funciones, más salas.
Estamos muy contentos con la energía que se genera dentro y fuera de la sala. Esa respuesta del público es, sin duda, el principal objetivo que perseguíamos con esta película. No buscábamos enfrentar pueblos ni generar divisiones, sino ofrecer una historia que pudiera ser disfrutada por todos.
Además, es importante destacar que es una película apta para toda la familia. Siempre nos preguntan: “¿Puedo ir con mi hijo de 6 años? ¿Con mi sobrina de 8?”. Y la respuesta es sí, absolutamente. De hecho, fui con mi propio sobrino de 6 años y mi sobrina de 8, y todos salimos encantados. Se convirtió en un panorama familiar ideal.
¿Esperaban una recepción tan positiva de la gente, superó sus expectativas respecto a cuánta gente realmente la vería?
Demasiado que sí. La verdad, superó con creces todas nuestras expectativas. Nunca imaginamos que llegaría a este nivel. Creo que va a haber un antes y un después desde que comenzamos este proyecto con tan poquitas salas y con horarios bastante acotados.
Lo impresionante es que, en lugar de disminuir como suele pasar con muchas películas, la nuestra creció en su segundo fin de semana.
Por ejemplo, en La Reina comenzamos con tres funciones y ahora estamos con seis. En Chillán empezamos con una y ahora ya tenemos dos funciones. En Santiago Centro, partimos también con una, y ahora son dos y, además, con mejores horarios.
Realmente fue un fenómeno que no vimos venir. Y todo esto ha sido gracias al público que nos ha acompañado desde el primer día, y también gracias a los medios que han estado siempre apoyando y difundiendo.
Generalmente, las películas van perdiendo funciones con el paso de las semanas. Es normal que, si comienzas con diez, la semana siguiente bajes a cinco o incluso menos. Pero en nuestro caso pasó todo lo contrario: las funciones se duplicaron. Ha sido impresionante.
Quiero enviar también un abrazo especial al cine local y a toda la región de Ñuble, especialmente a Chillán, donde marcamos picos históricos de asistencia. Todas las funciones llenas, algo realmente emocionante.
Y lo más lindo de todo esto, más allá de los números y el éxito en cartelera, es ver que la gente sale feliz del cine. Ver esas caras sonrientes, escuchar sus comentarios, sentir que la película les llegó de verdad, es lo que más nos llena el corazón.
¿Cuál es el mensaje de fondo que quiere transmitir “Denominación de Origen”?
Esta película habla de nuestra identidad. De quiénes somos y de que el resto del mundo también nos conozca: San Carlos, Chillán, la región de Ñuble. Somos, después de todo, los principales fabricantes de longaniza de este país, y qué mejor que también promocionar eso con orgullo.
Pero además de ese toque gastronómico y cultural, lo más lindo es que la gente lo pasa bien. Es una comedia muy divertida.
Estoy seguro de que lo van a pasar increíble, se van a reír mucho, pero también se van a llevar una reflexión. Una reflexión sobre cómo nos organizamos como vecinos, como ciudadanos, como chillanejos, como sancarlinos, como ñublensinos, en torno a una idea común.
Esa idea puede ser nuestra longaniza, nuestra cancha de fútbol en el barrio, el pozo de agua que usamos para hidratarnos, o esa calle que no tiene asfalto y por la que todos luchamos para que la arreglen.
Finalmente, sin querer spoilear demasiado, la película habla justamente de eso: de cómo nosotros, como ñublensinos y como chilenos, nos terminamos organizando y uniendo en torno a una causa o una necesidad compartida.
Es una historia que refleja muy bien lo que somos y cómo enfrentamos juntos los desafíos del día a día.
¿Cuál es la invitación que le darías a la gente, considerando que aun quedan varias funciones en Chillán?
Bueno, la invitación es que apoyen esta película, que vayan a verla. Creo que es muy importante, y no solo por respaldarnos a nosotros como equipo detrás de esta obra, sino porque es una manera de apoyarnos entre todos y todas las ñublensinas y ñublensinos que estamos emprendiendo, que estamos creando, que estamos haciendo cosas nuevas.
Así como apoyamos a quien abre un pequeño local o un emprendimiento, comprando productos locales, también es importante apoyar la cultura local. Y en este caso, se trata de una película: una propuesta cultural, entretenida, familiar. Es una comedia que ofrece risas, emociones, momentos de llanto y, sobre todo, mucha alegría.
Lo más lindo de todo es que nos permite vernos reflejados, reconocernos en la pantalla grande. Y eso no sucede todos los días. No siempre tenemos la oportunidad de ver historias que hablen de Ñuble, que representen a nuestra gente y nuestras vivencias en el cine. Por eso es una ocasión única.
Así que los invitamos a que nos acompañen en las funciones que quedan y sean parte de esta experiencia que celebra quiénes somos y todo lo que estamos