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Unidad de la izquierda le aseguraría dos cupos de diputados en Ñuble, mientras que la de la derecha tres

Con miras a las elecciones de diputados de 2025 en Chile, el equipo StreamData -spin-off de la Universidad de Concepción- ha desarrollado un innovador modelo predictivo que combina inteligencia artificial, aprendizaje automático y datos históricos para estimar cuántos escaños podría obtener cada coalición política en los distintos distritos del país.

El proyecto, denominado “Silla Caliente” (www.sillacaliente.cl), representa un avance significativo en la forma de anticipar escenarios parlamentarios, introduciendo una capa de análisis que supera los enfoques tradicionales utilizados por la ciencia política nacional.

El corazón del modelo es un algoritmo de aprendizaje supervisado conocido como Random Forest Regressor, que crea cientos de árboles de decisión para predecir la proporción de votos que obtendrá cada partido en los 28 distritos del país. Este algoritmo es alimentado por datos de elecciones pasadas -parlamentarias (2013, 2017, 2021) y de concejales (2024)- y genera estimaciones robustas al promediar los resultados de múltiples simulaciones.

En total, se realizaron 1.000 simulaciones Montecarlo por distrito, modelando distintos escenarios políticos: desde coaliciones fragmentadas hasta pactos amplios unificados.

“Nosotros le pasamos al modelo los datos de la votación de concejales más reciente y la votación parlamentaria previa por partido, por distrito, y el modelo trata de aprender qué patrones hay en esos datos”, explicó Carlos Navarrete, académico de la Facultad de Ingeniería de la UdeC y uno de los fundadores de StreamData.

“Después, simulamos mil combinaciones distintas y analizamos, por ejemplo, en cuántos escenarios Chile Vamos se adjudicó un escaño o cuántas veces lo hizo la izquierda. Así identificamos los escaños seguros y los que están en disputa”, sostuvo.

Una innovación central del modelo es que no solo entrega estimaciones puntuales, sino que refleja el nivel de incertidumbre electoral.

“Los escaños con líneas diagonales en los resultados visualizados indican una alta incertidumbre; eso significa que en menos de la mitad de las simulaciones el partido logró ese escaño”, detalló Navarrete.

Distrito 19 de Ñuble: una batalla estratégica

Uno de los casos más interesantes revelados por el modelo es el del distrito 19 de la Región de Ñuble, que elige cinco representantes, e incluye las comunas de Bulnes, Chillán, Chillán Viejo, Cobquecura, Coelemu, Coihueco, El Carmen, Ninhue, Ñiquén, Pemuco, Pinto, Portezuelo, Quillón, Quirihue, Ránquil, San Carlos, San Fabián, San Ignacio, San Nicolás, Trehuaco y Yungay.

Según las proyecciones de “Silla Caliente”, los resultados dependen fuertemente de si los bloques políticos se presentan unidos o divididos.

En un escenario de fragmentación tanto en la izquierda como en la derecha, la centro izquierda (DC, PS, PPD, PR, PL) asegura un escaño y Chile Vamos (RN, UDI, Evópoli, Amarillos, Demócratas) dos. La Izquierda Amplia (FA, PC, AH, IEP, FRVS, PRO, PEV) tendría un 76,4% de probabilidad de conseguir uno, mientras que la Nueva Derecha para Cambiar Chile (Republicanos, PNL, PSC) alcanzaría un 55,5%. Tanto Chile Vamos como la centro izquierda tendrían probabilidades más reducidas de sumar un segundo o tercer escaño.

Carlos Navarrete enfatiza que este tipo de simulaciones permite entender que, si bien un conglomerado político puede tener asegurado un cupo, no necesariamente lo tiene garantizado una persona en particular.

“En el Distrito 19, por ejemplo, hay un diputado actual de la centro izquierda, pero el modelo indica que si bien el conglomerado tiene un escaño asegurado, ese diputado no tiene garantizada su reelección”, puntualizó.

La dinámica se transforma si los pactos cambian: en un escenario de izquierda unida y derecha dividida, la izquierda obtendría dos escaños seguros, Chile Vamos otros dos, y el quinto estaría altamente disputado entre Chile Vamos (44,6%) y la Nueva Derecha (43,1%). En tanto, si la derecha se une y la izquierda se presenta fragmentada, la balanza se inclina hacia la derecha, que se quedaría con tres cupos seguros y la centro izquierda con uno. El último escaño quedaría en disputa entre la Izquierda Amplia (68,6%) y la derecha (17,2%).

“Lo interesante en Ñuble es que la Izquierda Amplia, si va sola, tiene un 34% de posibilidades de alcanzar un escaño, y esto compite directamente con el tercer escaño de Chile Vamos o el primero del pacto republicano. Por eso, la configuración de fuerzas es clave”, sostuvo Navarrete.

La izquierda, por ejemplo, tiene mejores opciones si se presenta unida frente a una derecha que probablemente irá dividida.

Un mapa nacional en constante movimiento

A nivel nacional, el modelo de StreamData ofrece cuatro escenarios distintos que reflejan los efectos de la fragmentación o la unidad de los bloques.

Por ejemplo, en el escenario base de fragmentación total, Chile Vamos obtendría 53 escaños, la Izquierda Amplia 39, la Centro Izquierda 33, la Nueva Derecha 25 y el Partido de la Gente 5.

En el escenario opuesto, con bloques unificados en ambos extremos, la distribución de fuerzas se empareja: 78 escaños para la derecha y 77 para la izquierda. Esta paridad demuestra que la coordinación entre partidos puede marcar una diferencia decisiva en la representación parlamentaria.

“Lo que predice nuestro modelo es una línea de base, no una verdad absoluta”, aclaró Navarrete.

“Lo que no podemos anticipar son factores inesperados, como escándalos, cambios sociales bruscos o fenómenos de última hora que modifiquen el comportamiento del votante. Pero sí mostramos cuáles son las condiciones iniciales desde las cuales cada coalición parte”, dijo.

La visión de StreamData y el valor de la predicción electoral

El proyecto “Silla Caliente” se inserta en la misión más amplia de StreamData: democratizar el acceso a datos complejos y convertirlos en respuestas comprensibles para la ciudadanía. Fundado por Amanda Quiroga, Valentina Ferrada y Carlos Navarrete, y posteriormente fortalecido con la incorporación del politólogo Christopher Martínez, StreamData mezcla ingeniería y ciencia política para aportar con nuevas herramientas al análisis social y electoral.

“Este tipo de análisis no solo sirve para saber quién puede ganar un escaño”, comentó Navarrete.

“También sirve para entender cómo se compone la fuerza de un pacto, qué tanto depende de la unidad, y qué distritos están más peleados. Y eso es clave para que la ciudadanía se informe, y también para que los propios partidos tomen decisiones estratégicas”.

Aunque el equipo reconoce que aplicar este modelo a elecciones presidenciales sería mucho más complejo -dado el peso de la figura personal del candidato y los vaivenes de la coyuntura política-, insisten en que para elecciones parlamentarias, la estructura de votación proporcional permite hacer estimaciones más estables y útiles.

“La gran diferencia que hace que un escaño pase de un pacto a otro no siempre es la coalición, sino el nombre del candidato”, concluyó Navarrete.

“Eso es lo que queremos mostrar con Silla Caliente: los datos no dan certezas, pero sí pueden iluminar con claridad el terreno donde se juega la elección”, sentenció.

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