Y la ciudadanía, ¿Dónde puede apelar?

Señor Director:
Apelar, que está muy de moda, significa, según la RAE, “recurrir a alguien o algo para obtener ayuda, apoyo o resolver una situación”. Ese alguien es un organismo superior y que por su criterio o predisposición cuenta con los requisitos que, nos merece plena confianza y garantía en su actuar.
Hoy, en Chile, todo el mundo apela, los buenos y malos, los chicos, los feos, los con o sin trabajo, los culpables y no culpables, los de barrio alto o bajo, autoridades, parlamentarios, delincuentes, políticos, jueces, organizaciones, particulares, comunidades, asociaciones, alcaldes, medios de comunicación, etnias, los con o sin casa, las regiones, los extranjeros, e incluso nuestro propio país.
Entonces la pregunta es, porque la ciudadanía, no puede apelar, ante tantas acciones delictivas de parlamentarios, políticos, autoridades y servidores públicos, ante un sistema judicial que extiende el cierre de causas sin condenados, ante incumplimientos del gobierno de turno a sus promesas de campaña, ante una violencia e inseguridad desatada, a la llegada de la delincuencia, droga y bandas organizadas, ante partidos políticos, parlamentarios y autoridades donde los intereses personales o del partido están por sobre las necesidades de la gente, ante el arcoíris de candidatos a “todo” , sin importar si cuentan o no con mínimos requisitos, ante un parlamento donde más que legislar ofrecen espectáculos a diario.
Creo que ya es tiempo que la ciudadanía cuente con una instancia de apelación.
Nelson Suazo