Ñublense sufrió para quedarse con el clásico ante Curicó Unido en la primera fecha de la Copa Chile. No solo porque el rival comenzó ganando antes de los 2 minutos de juego, sino que también porque el equipo chillanejo se vio impreciso, incómodo, con un fútbol de escasa velocidad y dinámica, y porque quedó con 10 jugadores tras expulsión de Bayron Oyarzo a los 40 minutos.
A pesar del complejo escenario, el DT Francisco Arrué, de cara al segundo partido por este certamen, ante la Universidad de Concepción, que se jugará el viernes a las 19.00 horas, en el estadio Ester Roa Rebolledol, valora aspectos que pueden ser vitales en duelos cerrados como el del domingo.
“Hay aspectos que mejorar, pero me quedo con el temple, la jerarquía, por haberle dado un triunfo a la hinchada en este clásico esperado, pero se nos dio el triunfo por la paciencia y porque igualamos el sistema. Esto nos servirá para llegar bien para lo que queremos”, reflexionó Francisco Arrué.
“El equipo tuvo jerarquía, confía en sus condiciones, en lo que entrenamos, tuvo paciencia, yo felicito a los jugadores por la tranquilidad que tuvieron para dar vuelta un partido ante un gran rival”, agregó el entrenador de los diablos rojos.
El viernes ante la UdeC, por la segunda fecha del grupo H de la Copa Chile, podrían debutar y sumar minutos los dos últimos refuerzos que se sumaron al plantel 2025. El zaguero central argentino Pablo Calderón y el delantero brasileño de 19 años, Caetano Colossi (Cacá), quienes frente a Curicó Unido no fueron considerados porque “llevan poco días entrenando”, explicó Arrué.
El propio entrenador detalló que la ausencia del volante y atacante argentino Gabriel Graciani se debe a una dolencia muscular que “está siendo tratada con plaquetas”. Otro que también está descartado por lesión para el duelo con el campanil es el volante Rodrigo González.
