Conforman mesa regional del trigo para generar alianzas en la cadena de valor
Con la participación de la molinería y de los productores de trigo de Ñuble, además de los representantes de los servicios del agro, se constituyó ayer la Mesa regional del trigo, convocada y coordinada por el delegado presidencial regional, Rodrigo García, junto al seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, la que busca ser una instancia de diálogo entre los actores de la cadena de valor trigo-harina-pan, de manera de generar alianzas que permitan corregir las asimetrías del mercado nacional, cuya molinería importa más del 60% del grano que se consume en el país, pero que, según critican los agricultores, paga menos por el trigo nacional que por el importado.
García subrayó que la instancia busca fortalecer la cadena de valor y apunta a proyectar y consolidar acciones necesarias para impulsar el desarrollo sectorial y regional.
La autoridad manifestó que la instalación de la mesa se traduce en una serie de medidas que buscan garantizar la estabilidad y competitividad del mercado.
Cotrisa
La instalación de la mesa se produce dos días después que parlamentarios de oposición criticaran duramente al gobierno por la tardanza de la empresa estatal Cotrisa en comenzar a comprar trigo en Ñuble (ya lo está haciendo en el Maule). A pesar de que ha pasado casi un mes desde que comenzó la cosecha en la región, Cotrisa aún no abre un poder comprador, tal como lo comprometió en noviembre el Ministerio de Agricultura.
Desde la perspectiva de la Asociación de Agricultores de Ñuble, uno de los principales problemas es que la molinería no paga un valor equivalente al costo alternativo de importación. Según detalló su presidente, Carlos González, actualmente los molinos de la región están pagando $26.000 por quintal de trigo fuerte (30% gluten), mientras que, el costo alternativo de importación (CAI) del trigo argentino ronda los $29.000, y el CAI del trigo norteamericano supera los $31.000.
De igual forma, González fustigó a las autoridades por la tardanza de Cotrisa en intervenir. Contrario a lo que dijo el seremi del ramo, aseguró que la empresa estatal no está preparada para comprar en la región.
“La subsecretaria anunció que en diciembre Cotrisa iba a estar funcionando, estamos a 14 de enero y no ha pasado nada. Hoy leo en la prensa al seremi, quien dice que están listos para comprar, que tienen el lugar y los recursos. Pero la verdad es que Cotrisa no tiene nada en Ñuble, no tienen contratada bodega ni personal, es solo humo”, aseveró González.
Trabajo de la mesa
El delegado explicó: “acordamos invitar a algún representante de los panaderos. Esta es una mesa que se constituyó para fortalecer esta cadena y se vieron cuáles eran los puntos más importantes que se requería apoyar y fortalecer. También se acordó una próxima reunión para mediados de marzo, donde se va a establecer una agenda de trabajo y se va a constituir un comité ejecutivo”.
En esa línea, el seremi de Agricultura sostuvo que “estamos haciendo políticas públicas de protección de un rubro muy importante, que es el sector triguero, acá en la región tenemos una capacidad molinera que no hay que perder”.
Luciano Ducó, del gremio de molineros de Ñuble, asociado a Molineros del Sur, expresó que “hay mucha voluntad de solucionar los problemas, especialmente a los pequeños agricultores, que tienen problemas más o menos graves en su comercialización. Estamos buscando soluciones, que puedan tener una comercialización segura y que puedan financiar su cosecha por algunos instrumentos que se pueden conseguir, tanto de Indap como en la banca privada”.
En tanto, Carlos Smith, vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, valoró el esfuerzo por propiciar espacios de encuentro de los actores de la cadena, así como la disposición a generar alianzas para avanzar en un modelo similar a la agricultura de contrato.
“Hay concordancia con la molinería del sur, que se abastece principalmente de trigo nacional, hay un ánimo de trabajar en conjunto. Sin embargo, aquí hay una deuda de parte del INIA, porque no puede ser que después de tantos años, todavía no haya una cartilla de variedades de trigo del INIA que indique la calidad del trigo que puede producir; por otro lado, la agronomía que requieren hoy los trigos es distinta a la de hace treinta años, en que había otros potenciales de rendimiento, entonces, ahí debe estar el INIA para decir lo que hay que hacer”, manifestó Smith.
El dirigente planteó que es fundamental que los agricultores puedan ofrecer los trigos específicos que demanda la molinería actualmente, en materia de calidad, de manera de pavimentar el camino hacia una agricultura de contrato, tal como ocurre con el trigo candeal, la remolacha o la achicoria, y de esa forma, reducir la incertidumbre que reina año tras año entre los productores.