Baja fertilidad en Chile
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Señor Director:
La caída de la tasa de fertilidad en Chile refleja una realidad compleja: en 2021, el promedio de hijos por mujer llegó a 1,2,
según el INE. Cifra que no cubre el mínimo necesario para el recambio generacional, y el impacto de esta baja fertilidad es
claro: envejecimiento acelerado, reducción de la futura fuerza laboral y una disminución en la capacidad innovadora. ¿Por qué
estamos ante esta situación? Desde lo sociodemográfico, encontramos el deseo de las mujeres de desarrollarse profesional y
personalmente, explorar el mundo, priorizar estudios y trabajo, y, en algunos casos, decidir no tener hijos. En paralelo, hábitos
como el consumo de tabaco, alcohol y drogas, junto con la exposición a químicos, afectan la fertilidad. Desde lo biológico, un
53,3% de los nacimientos son en mujeres de más de 30 años, una edad en la que la fertilidad ya comienza a decaer. Además,
el 75% de la población chilena presenta sobrepeso u obesidad, lo que, unido al sedentarismo y problemas de salud como la
infertilidad, dificulta la posibilidad de lograr embarazos saludables.
Frente a este panorama, las mujeres deben tener la libertad de decidir cuándo y cómo ser madres, como parte de sus derechos
reproductivos. Sin embargo, para aquellas que desean posponer la maternidad, se recomienda adoptar hábitos saludables,
realizar chequeos preconcepcionales y considerar opciones como la preservación de óvulos. Es también fundamental que el
Estado facilite el acceso a tratamientos de fertilidad, promueva políticas que protejan la fecundidad y fomente el autocuidado
en quienes aspiran a la maternidad en el futuro.
Angie Demierre
Académica Escuela de Obstetricia UNAB