Share This Article
El ministro de Justicia, Luis Cordero, abordó la creciente sobrepoblación en las cárceles del país y destacó las medidas que el gobierno está implementando para enfrentar esta crisis.
“Cuando asumimos como gobierno teníamos un 97,3% de ocupación, es decir, alrededor de 42.000 personas privadas de libertad. Hoy hemos llegado a cerca de 60.000, lo que representa un aumento de más del 20% en tres años”, explicó el secretario de Estado.
El incremento, según el ministro, se debe a una persecución penal más efectiva y a otros factores que han generado una presión significativa sobre el sistema penitenciario. “La sobrepoblación es un problema en sí mismo, ya que dificulta la segregación adecuada y aumenta el riesgo de violencia dentro de los recintos”, advirtió Cordero a radio ADN. Además, destacó que estas condiciones también afectan los programas de rehabilitación social de los internos.
Regiones con mayor sobrepoblación
El ministro reveló que las regiones de Chile con los niveles más altos de sobrepoblación carcelaria son Atacama, con una ocupación que supera el 200%; la Región Metropolitana; y la Región del Maule. “En el caso de la Región de Atacama, los niveles de sobrepoblación son alarmantes, mientras que en el Maule y la Metropolitana también enfrentamos una situación crítica”, afirmó. También mencionó a la Región de Ñuble y, en el norte, a Antofagasta y Tarapacá, donde si bien la sobrepoblación es más acotada, las bandas de crimen organizado aumentan la complejidad del manejo penitenciario.
Para enfrentar esta crisis, el gobierno ha impulsado un plan de infraestructura penitenciaria descrito por el ministro como “uno de los más ambiciosos en los últimos 30 años”. Este contempla la creación de 12.600 nuevas plazas, además de la habilitación de otras 1.600 en recintos actualmente inactivos.
El plan incluye la construcción de nuevas cárceles en la Región Metropolitana y un “fast track” legislativo para agilizar su discusión en el Congreso. “Estamos trabajando para garantizar que los internos tengan condiciones dignas que permitan su rehabilitación y que los funcionarios puedan realizar su labor de manera segura y eficiente”, concluyó el ministro Cordero.
Este esfuerzo busca no solo aliviar la crisis actual, sino también sentar las bases para un sistema penitenciario que contribuya efectivamente a la reinserción social y a la seguridad del país.
