País farandulero
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Señor Director:
Los bailes y fotos dignas de Tinder se han tomado por mucho tiempo la discusión pública. Farándula que antes
se encontraba contenida en programas para adolescentes y realitys ahora se toman importantes minutos en
los noticieros de la televisión nacional y en la política, dejando de lado discusiones que a todas luces son más
trascendentes.
La crisis de la salud, seguridad y desconfianza no son abordadas por la política en general, dando más eco a
las distorsiones que han llevado a dejar en ascuas reformas que deberían ser transversales y basadas en evi-
dencia, más en pos a mantener una polarización que alimenta a los extremos se ha banalizado y “bananizado”
la discusión pública sin aparentes ánimos de acuerdos o priorización de políticas de estado.
Si seguimos en este senda pronto elegiremos a un populista, independiente del lado que diga que es, que
nos lleve a perder lo más importante que obtuvimos con el regreso a la democracia: el derecho a estar en des-
acuerdo, pero el deber de la política de encontrar los puntos de acuerdo para que no sea la ciudadanía la que
pague el show con impuestos, desesperanza, y en el caso de la salud, con su vida.
Jorge Cienfuegos Silva