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En compañía de autoridades y la comunidad, se realizó la firma de Contrato de Barrio, ceremonia que puso fin a la primera fase del programa Quiero Mi Barrio y compromete las intervenciones sociales y urbanas que priorizaron los mismos vecinos, así recuperar los espacios públicos de un lugar histórico de la provincia del Itata.
“Este programa se basa en la participación ciudadana y trata de reactivar el tejido social que está medio adormecido, por lo que fue la pandemia, por la sensación de inseguridad que hace que los vecinos se encierren. La idea es que vuelvan a activarse, ocupen sus sedes y vayan opinando qué hacer con estos fondos que ya están transferidos al municipio, así hacer estas obras que tanto necesitan desde el déficit urbano, además de los programas de gestión social que están vinculados a las habilidades que hay acá, sobre todo con el tema de las semillas, las plantas medicinales y la feria que hay acá”, comentó Antonio Marchant, Seremi de Vivienda.
En urbanismo, $517 millones se destinarán a la construcción de un centro comunitario y el mejoramiento de la plaza de calle Juan Cruz de León y la del pasaje Libertad, mientras que, en lo social, $41 millones serán para actividades que fomenten la vida sana, el empoderamiento, la corresponsabilidad del cuidado, la conexión de la comunidad y la memoria del sector. Todo esto se suma a las primeras intervenciones del programa, considerando talleres de paisajismo en el bebedero de caballos ($5 millones) y el recambio de luminarias de sodio a LED ($80 millones).
El emblemático barrio recibe su nombre por el grumete Segundo Pantaleón Cortez, quien tripuló con 18 años la corbeta Esmeralda, precisamente con Arturo Prat en el Combate Naval de Iquique. En la actividad, se aprovechó de inaugurar la iniciativa “Rescatando el Bebedero Histórico”, un lugar patrimonial que hospedaba a caballos cansados hace más de 60 años, así se resaltó los abrevaderos, además de un huerto de medicina natural.
Por su parte, el alcalde Eduardo Redlich instó a que la vecindad y los feriantes recuperen los espacios públicos en conjunto, “lo que sigue es el plan de gestión de obras, donde vamos a trabajar en conjunto con los vecinos para desarrollar los sueños que ellos plasmaron en el diagnóstico, esperamos como municipio cumplir las alternativas que por recursos el programa no pueda adquirir y ser un apoyo para la Seremi y también el equipo de Quiero Mi Barrio”.
“En este momento el barrio está con sus áreas verdes y calles en mal estado, con este programa vamos a cambiar todo esto (…) Ahora se va a hacer un centro comunitario para cinco organizaciones, la sede que hay está en malas condiciones, entonces lo primero que se hará es arreglar ese sitio que es importante para la comunidad”, comentó Narciso Yáñez, presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo.
