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Desde el jueves pasado que hubo indicios que vaticinaban que la ceremonia de asunción de las nuevas autoridades comunales de Ñiquén no sería pacífica. Y de hecho, no lo fue.
Lo anterior, luego que el Tribunal Calificador Electoral (Tricel) de Ñuble decretara la orden de no innovar, respecto al nombramiento del alcalde electo, Ariel Miranda, por encontrarse en medio de una investigación a causa de mantener una demanda vigente por $15 millones en contra de la propia Municipalidad de Ñiquén, bajo el rótulo de acoso laboral (lo que no es compatible con el cargo).
A través de redes sociales, sus adherentes organizaron manifestaciones frente al municipio a la hora en que estaba agendado el juramento.
Cerca de las 10 de la mañana de ayer, y pese al dictamen del Tricel, Ariel Miranda llegó a la municipalidad acompañado por un grupo de adherentes ingresando a las dependencias donde se realizaron las primeras manifestaciones.
Fue en ese evento que una funcionaria, quien se encontraba en la puerta de acceso, acusó que uno de los concejales electos la habría golpeado, “por lo que fue a constatar lesiones” aseveró la administradora municipal, Evelyn Mansilla.
Ya en el salón del Concejo, se procedió al juramento de los concejales, quedando como presidente del ente colegiado el edil Juan Carlos Burgos, por ser la primera mayoría.
Junto con felicitar al resto de los concejales, dijo lamentar la ausencia de Miranda. “Este debe ser uno del os días más tristes de Ñiquén. Me da tristeza que mi alcalde electo hoy no haya podido asumir”, dijo.
Coincidió, además, con la opinión del nuevo concejo que llamó a “dejar las elecciones atrás” y “centrarse en trabajar por la comuna”, y pidió a la administración saliente a “ser más humildes”, aunque avanzado su discurso se refirió a ellos como “ratas”.
“Que las autoridades salientes se vayan por la puerta ancha, y no por la puerta chica, escondidas como las verdaderas ratas que son”, dijo el concejal Burgos.
Junto con él (Republicano), el concejo de Ñiquén para esta nueva administración quedó conformado por los concejales José Valenzuela (RN), Alejandro Riquelme (UDI), Carlos Rojas (Republicano), Darío Zambrano (PDC) y José Ángel Garrido (IND):
Alcaldesa (s) hasta enero
De acuerdo a lo manifestado por el abogado de la Municipalidad de Ñiquén, Marcelo Brunet, “mientras el Tricel no se pronuncie de la resolución, el dictamen no es apelable. Lo que resta es esperar a conocer cuál será la resolución de fondo del tribunal”.
En cuanto a quien asumirá la subrogancia, esta recaerá definitivamente en la administradora municipal, Evelyn Mansilla, a quien se le rechazó la renuncia presentada ante el alcalde saliente, Álex Valenzuela, precisamente para que pudiera tomar esta responsabilidad.
“El cargo de administrador es un cargo de confianza de quien sea el nuevo alcalde, por lo que yo continuaré para asumir la subrogancia hasta enero”, confirmó la funcionaria, en el entendido que para entonces, el Tricel se haya pronunciado.