Un tercio de las denuncias por Ley Karin en Ñuble surgen de servicios públicos
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Hoy se cumplen exactos cuatro meses de la entrada en vigencia de la Ley 21.643 (Ley Karin), que vino a modificar el Código del Trabajo y otros cuerpos legales, en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual o de violencia en el trabajo; ampliando el listado de acciones considerables como acoso u hostigamiento dentro del contexto laboral.
La legislación, en adelante, obliga a las empresas y de los órganos del Estado, un protocolo de prevención del acoso laboral y sexual, además de violencia en el trabajo, reforzando un enfoque preventivo que estaba ausente en la regulación anterior.
Sin embargo, para algunos abogados quienes ya han tramitado algunas de estas causas, aún se advierte que las empresas y direcciones públicas no conocen a cabalidad la nueva ley, ni tampoco cuentan con los medios ni las capacitaciones necesarias para iniciar las indagatorias con total eficiencia.
Esto, además, alcanza incluso a las potenciales víctimas, quienes en muchas ocasiones no se aseguran de contar con medios probatorios o testigos para poder establecer una denuncia.
De todas maneras, esto no ha sido obstáculo para que en Ñuble se haya sentido con vigor la entrada de esta nueva carta laboral.
Hasta la fecha se ha invocado a la Ley Karin un total de 149 veces en la región de Ñuble. De ellas, 56 son de conocimiento de la Contraloría Regional, que es la sede de las denuncias que se cursan en contra de funcionarios; mientras que las otras 93 provienen de empleados del ámbito privado, por lo que se estamparon en la Inspección del Trabajo.
En contraste, dentro del plano nacional, se estima que las denuncias bordean las 55 mil hasta inicios de noviembre de este 2024.
Estos impedimentos basados en desconocimientos de la aplicación, de los requisitos de invocación y de los procesos investigativos, forzó al Gobierno -a menos de un mes de la entrada en vigencia- a incorporar, por medio de la Dirección del Trabajo, a 397 funcionarios para dedicarse a estas labores, distinguiéndose entre funcionarios con dedicación exclusiva y no exclusiva.
En Ñuble se asignaron 15 funcionarios de dedicación no exclusiva y ninguno con dedicación exclusiva, quedando en igualdad de condiciones con las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, O`Higgins, Maule, Los Ríos, Aysén y Magallanes.
Empresas grandes y medianas
De acuerdo a Roberto Aguirre, director regional del Trabajo, las principales diferencias que se observan en la actual Ley Karin y otras que protegían los derechos fundamentales en el espectro laboral, desde el 2007, están “principalmente en subir el estándar, en el sentido de que efectivamente denuncias que antes no eran consideradas ahora sí son consideradas porque antes, por ejemplo, había que acreditar una secuencia de hechos para iniciar las denuncias, hoy la ley plantea que basta un solo hecho para que esto sea investigado, entonces esto ha ocasionado que haya un aumento de denuncias”.
Con base en las estadísticas de la Inspección del Trabajo, las denuncias presentadas antes de la ley Karen y después de la ley Karen no ha variado significativamente, “entonces, otra de las diferencias es que ahora todas las o casi todas las denuncias ingresan a etapa de investigación”, añade.
El proceso, describe el director, comienza con la denuncia de la persona afectada, tanto a través de la empresa o directamente, derivándose los antecedentes de forma inmediata (por mandato legal) a la Inspección del Trabajo o a la Seremi del Trabajo, quienes ordenan la investigación a través de un fiscal de la entidad pública, siendo obligatorio que el proceso indagatorio incluya visitas a terreno y entrevistas con las personas involucradas.
“Y por las causas que han sido revisadas hasta el momento, son las empresas grandes y las medianas las que más casos presentan. Esto nos ha dado a entender que una empresa más pequeña a lo mejor tiene mayor dificultad para poder iniciar una investigación y dedicarse a tratar de cumplir todo lo que implica el reglamento y la ley respecto de una investigación, ya que las empresas pequeñas, también cuentan con un departamento administrativo reducido”, agrega.
Por lo anterior, se desprende que desde comunas rurales, prácticamente no se ha recibido denuncias hasta el momento, aunque las autoridades han hecho diversas campañas para dar a conocer los alcances del nuevo marco normativo en todo el país.
Hasta el 30 de noviembre de 2024, la Ley Karin en Ñuble ha motivado cerca de un 70% de acusaciones por hostigamientos laborales y un 30% por acoso sexual.
Siempre en el ámbito de empresas privadas, los acosos laborales, en un 60% son denuncias presentadas por mujeres, mientras que las denuncias por acoso sexual, las mujeres son las víctimas en un 70% de los casos.
Donde no se presentan diferencias significativas es en el aspecto etáreo.
Otro aspecto preocupante, es lo que pueda suceder en materia de acoso, es el alto porcentaje de personas que en Ñuble trabaja en la informalidad.
Pese a que el no tener un contrato no impide hacer las denuncias, mientras se pueda comprobar la existencia de un vínculo laboral, las denuncias que emanan desde este flanco son virtualmente inexistentes.
Un caso especial es el de las trabajadoras domésticas que trabajan de manera informal.
“No tenemos ninguna denuncia de parte de ellas. Por lo demás, en Ñuble no tenemos algún sindicato de asesoras del hogar, como sí existe en muchas otras regiones. Entonces es mucho más difícil porque además hay que pensar que este tipo de denuncias no pueden ser anónimas ni en abstracto. Es decir, el acusado debe saber quién lo acusa y de qué lo acusa para poder defenderse”, advierte.
Finalmente, en estos primeros meses, los principales denunciados suelen ser los pares de los denunciantes, en menor medida aparecen las jefaturas de mandos medios y aún en menor número los dueños de las empresas o las jefaturas superiores.
“Es muy importante que las personas entiendan que, si bien basta con la sola denuncia para que se inicie una investigación, eso es insuficiente para acreditar los hechos e iniciar un proceso sancionatorio. El fiscal debe recoger medios probatorios suficientes, como declaraciones de testigos, correos electrónicos, registros de Whatsapp o imágenes de cámaras de vigilancia”, concluyó el director.
Sin denuncias temerarias
“Hemos tenido un año intenso en relación a la Ley Karin, incluso desde antes de su vigencia porque realmente es una de esas leyes que remecen las cosas como están y las transforman”, explica el secretario ministerial del Trabajo en Ñuble, Eduardo Riquelme.
Confome al seremi, apenas promulgada la ley, se produjo un interés transversal por parte de los trabajadores y en distintos tipos de empleadores (de grandes y pequeñas empresas).
“Hemos tenido muchas solicitudes de información, de capacitación para responder al desafío. Hay que recordar que esta Ley hace un énfasis enorme en la prevención y ese fuerte interés ha permitido, como nunca, la instalación de estas medidas de prevención que construyen e instalan una nueva manera de desarrollar las relaciones laborales. El balance es positivo en este breve tiempo y sabemos que seguirá potenciándose cada vez más”.
De esta forma, el seremi abarca el aspecto cultural que se busca cambiar en la sociedad chilena y pese a que en un principio, muchos detractores de la moción legal apostaron que el sistema se saturaría de denuncias temerarias (exageraciones, venganzas o por mero mal compañerismo), el seremi dice que hasta hoy “no hemos detectado ningún caso”.