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Desde el pasado mes de octubre hasta la fecha las cuadrillas de la Unidad de Emergencia de Gestión de Riesgos y Desastres, organismo dependiente de Administración Municipal, han generado un total 22.169 metros lineales de cortafuegos en zonas de interfaz, con un ancho de 20 metros, abarcando un total de 417,580 metros cuadrados resguardados en el sector urbano y rural de Chillán.
De esta manera, ya han logrado más del 90% del trabajo planificado en base a una constante rebaja de carga de combustible vegetal, con raspado en zona de interface con maquinaria, labores instruidas por el alcalde Camilo Benavente, quien indicó que estos trabajos requieren realizarse de manera anticipada, tal como el pasado periodo que redujo la generación de incidentes en un 90% en comparación al año anterior, evitando la generación de focos ante las altas temperaturas y bajo índice de humedad que caracteriza el periodo estival.
“Queremos resguardar a la comunidad y sabemos que se proyectan, eventualmente, semanas de altas temperaturas, por lo que he solicitado a nuestro equipo de emergencia doblegar esfuerzos y reforzar los cortafuegos en el sector urbano y rural, asimismo se dispuso de mayor vigilancia nocturna y una preparación de nuestros equipos ante cualquier emergencia”, puntualizó el edil.
Las cuadrillas en terreno se han apoyado con el uso de motoniveladora y retroexcavadora, que se suman a la implementación de desbrozadoras, motosierras, cuchillos, horquetas, sopladores, barre hojas y palas, para así asistir sectores considerados como críticos, como lo es el sur oriente y la zona rural sur poniente.
Cabe destacar que los equipos municipales han mantenido reuniones de preparación y coordinación con CONAF, Bomberos y la Dirección de Seguridad Pública e Inspección Municipal, donde se revisó en terreno cada sector realizando la respectiva orientación a sus juntas vecinales, más el aumento de recorridos de patrullajes preventivos municipales.
Finalmente, la Unidad de Emergencia considera importante destacar que los trabajos se mantendrán de manera constante ante el eventual crecimiento de la vegetación y cambios en las condiciones climáticas. Asimismo, se recomienda contar con un plan de acción comunitario y permitir un espacio prudente para que las instituciones hagan su trabajo, eliminar y reducir el combustible vegetal o material inflamable alrededor de su vivienda, resguardar su perímetro con cortafuegos preventivos y mantenerse alerta e informado respecto a la temperatura, índice de humedad y vientos.