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Señor Director:
El Parlamento chileno debería promover leyes que castiguen severamente las denuncias falsas, protegiendo así a las verdaderas víctimas de violencia sexual y quienes han sufrido este tipo de agresión.
Es impresentable que figuras públicas de la derecha, como Javier Macaya y el diputado desaforado Francisco Pulgar, involucrado en denuncias por violación a una menor de edad, cuenten con un silencio cómplice de su sector.
Pulgar, acusado de actos reiterados de violación y amenazas, fue desaforado tras presentar pruebas contundentes que respaldan las acusaciones. Esto contrasta con la defensa hipócrita que ese sector suele hacer de las víctimas solo cuando les conviene políticamente.
Macarena Santelices, con un historial de controversias como exministra de la Mujer, tampoco está exenta de incoherencias, siendo oportunista en casos como este, mientras que sus acciones en el cargo fueron altamente cuestionadas.
La derecha chilena debe asumir su responsabilidad en el encubrimiento y la falta de acción frente a delitos sexuales cometidos por sus propios representantes. Esto pone en evidencia su doble estándar y una agenda que prioriza intereses políticos sobre la justicia y la protección de los derechos humanos.
Edison Llanos
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