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Mario Salas no renovará en Ñublense, a pesar de que logró el objetivo que le exigió el club: clasificar a una copa internacional.
El “Comandante” no solo alcanzó la meta trazada, sino que llevó a los diablos rojos a su primera final por Copa Chile, certamen que coronó con el subcampeonato tras la intensa definición Universidad de Chile.
Sin embargo, quienes conocen la “interna” del elenco rojo, aseguran que el ex entrenador, finalizando el primer semestre, ya había tenido algunas “diferencias” con el dueño de la institución Sergio Gioino.
Salas siempre fue diplomático en sus declaraciones públicas y nunca “tiró al frente a su jefe”, pero en la interna se sabía que no estaba conforme con el proceso de búsqueda de refuerzos para darle categoría al plantel de cara al segundo semestre tras una primera rueda decepcionante.
También se tensionó su estadía en la banca chillaneja cuando “cortó” a Patricio Rubio del equipo titular por temas “disciplinarios”, considerando que el goleador es amigo de Sergio Gioino. Eso, a la postre, no gustó para nada en la dirigencia de la institución pues consideraban que Rubio era el único “definidor” del equipo.
Fuentes aseguran que el representante y dueño del club, en su momento, le sugirió que le diera más minutos a Matías Plaza, quien pertenece al corral 4-3-3, porque debía tenerlo en vitrina para un posible préstamo con opción de compra o venta. De hecho, el público, ante la falta de variantes creativas, reclamaba su presencia en el mediocampo.
Salas mantuvo su postura y solo le comenzó a dar minutos cuando detectó que el volante creativo había mejorado física y tácticamente. Sin embargo, nunca llegó a ser titular indiscutido.
El “Comandante” también se encontró con situaciones que atentaban contra el funcionamiento “profesional” del club. Por eso exigió que se sumará al staff de manera permanente, la nutricionista y un psicólogo deportivo.
Por último, si bien logró el objetivo, a Sergio Gioino y compañía le preocupó siempre la “irregularidad” que mostró el equipo a lo largo de la campaña y que incluso lo hizo coquetear con la zona de descenso.
El futuro de Salas es incierto, aunque sigue latente el interés de O’Higgins de Rancagua.
El “Comandante”, deja el cargo en el primer equipo con un saldo de 16 triunfos, 10 empates y 14 derrotas, un 48.3% de rendimiento.
Candidato a la banca
El principal candidato que asoma con fuerza para ocupar la vacante de Salas es Miguel Ponce, quien tiene la delantera para asumir el cargo del conjunto sureño en vista de los desafíos del 2025.
Según fuentes de La Discusión, el “Chueco”, que ya el año pasado estuvo en una terna para arribar a Chillán, pero finalmente asumió la banca de Unión Española, tiene “avanzadas” negociaciones para sellar su vínculo con el cuadro de los diablos rojos que deberán enfrentar la fase previa de la Copa Libertadores 2025.