Hace menos de dos meses que los residentes del Parque Cordillera 2, ubicado en las intersecciones de calle Circunvalación, el Volcán y Conguillio, en el oriente de Chillán, recibieron las llaves de sus casas que formaban parte de un proyecto de integración social.
Sin embargo, a las semanas de lo que debería ser una completa satisfacción para las familias, comenzó a volverse en un estrés constante, debido a que han estado siendo objeto de una ola de robos por parte, principalmente, de adolescentes y delincuentes con prontuario que, sencillamente, se ha transformado en un asedio constante.
“Es cosa de todas las noches, sin falta. Pero es peor en las noches de lluvia, porque se aprovechan de la poca visibilidad y de la poca presencia de vecinos en la vía pública”, reveló uno de los residentes quien pidió reserva de identidad, pero ya se ha comunicado con integrantes del Concejo Municipal, en busca de apoyo.
Como es natural, cumplían con el llamado a Carabineros. Aseguran sin embargo, que “a veces vienen rápido, otras veces se han demorado hasta seis horas en llegar, y en otras, sencillamente, no vienen”.
De esta manera, optaron por organizarse y comenzar a realizar turnos de rondas nocturnas, las que debido a las situaciones surgidas en una misma noche, los ha mantenido en vela hasta el amanecer.
“Una noche encontramos a las dos de la mañana a dos adolescentes en una plaza. Uno de ellos andaba con un arma de fuego, pero sin cargador”, revela.
Esa misma noche, lograron frustrar diversos robos por parte de peatones y ciclistas quienes despiertan sospechas por no ser residentes del sector y por la hora en que los detectan. En ocasiones, los carabineros se los llevan, en otras, se les arrancan y “a veces nos pasa que los carabineros nos dicen que no los pueden detener porque, en estricto rigor, no se puede comprobar que hayan estado robando, entonces es todo muy frustrante”, añaden.
Piden patrullajes y cámaras
Durante esta semana, los vecinos se contactaron con los concejales Quenne Aitken y Rodrigo Ramírez. Este último, en su calidad de presidente de la Comisión Seguridad, del concejo, explica: “quedamos de coordinar una reunión, espero que lo antes posible, para ver qué soluciones se pueden gestionar por parte nuestra”.
Mientras que la edil advierte que “este fenómeno, lamentablemente, lo estamos viendo de manera constante en los barrios nuevos que se están entregando en Chillán, ya que no cuentan con el equipamiento necesario en materia de seguridad, lo que incluye señaléticas, ni tampoco tienen juntas de vecinos conformadas”.
En efecto, los denunciantes apuntan a que como aún hay casas sin entregar, estas sirven de escondite.
Los vecinos, en concreto, están solicitando cámaras de seguridad, rondas diurnas y nocturnas por parte del Plan Cuadrante, limpieza de pastizales (el que aseguran llegan a medir un metro) y lomos de toro, porque además “en las noches vienen autos tuneados a correr por los pasajes”,acusan.