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En un paso que ha reavivado las esperanzas de una posible tregua en Gaza, Israel y Hamás retomaron las conversaciones para un alto el fuego con mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto.
La primera reunión se llevó a cabo en El Cairo tras la reciente muerte de seis rehenes en la región, lo cual ha puesto un renovado foco en la urgente necesidad de poner fin a las hostilidades y aliviar la crisis humanitaria que afecta a cientos de miles de personas en Gaza.
Los objetivos de esta potencial tregua incluyen el cese de los ataques, la liberación de 101 rehenes en Gaza, y la flexibilización del bloqueo israelí que ha provocado una situación crítica en la zona.
A raíz de las negociaciones, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que enviará una delegación a la próxima reunión, programada para el domingo en Doha, Qatar. Este avance en las conversaciones ha generado expectativas entre las familias de los rehenes, quienes han expresado duras críticas hacia la gestión de Netanyahu en esta crisis.
Por su parte, David Barnea, jefe del Mosad, ya se encuentra en Egipto y sostuvo un encuentro con Hasán Rashad, jefe de los servicios secretos egipcios, en el cual discutieron el rol de Egipto en las negociaciones y la posible presentación de una nueva propuesta en la cumbre en Doha.
Además, Rashad se reunió con Jalil Haya, líder político de Hamás, quien representó a la milicia palestina en este proceso. Según reportes de medios egipcios y de la propia organización, este encuentro buscó coordinar el enfoque de Hamás para las futuras negociaciones.
Mientras estos esfuerzos diplomáticos avanzan, las tensiones persisten en la región. El sur del Líbano y Gaza continúan siendo escenarios de intensas operaciones militares por parte de las fuerzas israelíes, quienes en los últimos dos meses han eliminado a figuras clave de las milicias de Hezbolá y Hamás, como Hasán Nasralá y Yahia Sinwar, respectivamente. A pesar de estar bajo persecución activa en Gaza, Sinwar, exlíder del Movimiento de Resistencia Islámica en la región, mantiene su influencia en las negociaciones indirectas.
Las próximas reuniones en Doha, impulsadas por el respaldo internacional, son vistas como una oportunidad crucial para establecer un frágil equilibrio en el conflicto y, eventualmente, lograr una tregua que permita dar alivio a la población civil atrapada en la crisis.