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Parecía que Ñublense se volvía desde el estadio Chinquihue con el premio mayor.
No quedaba nada. Estaba dando el primer golpe. Se jugaba el sexto minuto de descuento y los diablos rojos, por el duelo de ida de la final de la zona sur de la Copa Chile, ganaban por 1-0.
Sin embargo, un viejo conocido del Rojo, Luciano “Tiburón” Vásquez, metió la aleta cuando la marea estaba convulsionada y decretó el empate 1-1 cuando se iba el duelo.
Ñublense pagó caro no poder cerrar el partido tras sostener la ventaja inicial que logró con gol de Gabriel Graciani, quien había anotado a los 17 segundos tras saltar desde la banca de suplentes para potenciar el ataque.
Los Diablos Rojos se vieron mejor en gran parte del partido, pero estaban fallando en la puntada final.
Hasta que en los 66’, Flavio Moya lanzó un medido centro que fue cabeceado en solitario por Gabriel Graciani para poner arriba al cuadro chillanejo. El “Tano”, otra vez de cabeza, puso en ventaja al Diablo.
El Velero avisó a los 80’ con un tiro libre que se estrelló en el travesaño, y todo parecía derrumbarse cuando el defensor Maximiliano Riveros se fue expulsado.
Sin embargo, en la última jugada Luciano Vázquez (90+6’) con un cabezazo rescató un empate para los Delfines.
Esta agónica igualdad dejó instalada la incertidumbre de cara a la revancha, que será el próximo martes 29 de octubre a las 18:00 horas en Chillán.
El equipo que gane la llave enfrentará a Magallanes o Colo Colo en semifinal nacional.