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La situación del exfiscal regional metropolitano Oriente, Manuel Guerra, se agrava luego de que los abogados María Inés Horvitz y Mauricio Daza, querellantes en el caso Penta, interpusieran una querella en su contra. Los abogados buscan que se investiguen las gestiones que Guerra habría realizado con el exministro del Interior, Andrés Chadwick (UDI), para dar una salida alternativa al proceso judicial del caso Penta, que estalló en 2015.
Esta nueva arista se desprende de un reportaje de The Clinic, en el cual se revelan supuestos chats de WhatsApp entre Guerra y el abogado Luis Hermosilla. Estas conversaciones han sido el detonante para que la diputada Camila Musante, de la bancada independiente-PPD, solicitara la ampliación de la querella por tráfico de influencias en el Poder Judicial, incorporando a Guerra en el caso.
Musante afirmó que existen suficientes antecedentes para ampliar la querella. “Esta ampliación ya la realizamos, ya la solicitamos, y quedamos a la espera de lo que resuelva la fiscal Claudia Perivancich. Esperamos que se amplíe también porque entendemos que hay muchos juicios que van a empezar a ser cuestionados”, señaló la parlamentaria, haciendo referencia a la posible falta de independencia de los jueces en algunos procesos judiciales.
Este nuevo giro en la investigación podría desestabilizar diversos fallos judiciales emitidos durante la gestión de Guerra, aumentando el escrutinio sobre su rol en el caso Penta y su influencia en el Poder Judicial.