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Hoy se cumplieron 36 años desde el histórico plebiscito de 1988, mediante el cual se pudo transitar desde una dictadura de diecisiete años, hacia la democracia.
Yesenia Figueroa, presidenta regional del PPD, recuerda que aquel referéndum “inició el fin de la dictadura militar. La oposición de la época ganó con la campaña del “No”. Luego vino el triunfo de Aylwin, y esto puso fin a la dictadura militar de 17 años. Dependiendo del prisma con que se le mire, la historia reciente tiene diferentes relatos, pero nosotros, los partidos de la época, tenemos una mirada respetuosa y crítica de lo caminado”, aseveró. Según Figueroa, “los años 90 fueron tiempos de optimismo, los gobiernos de la Concertación empujaron un extendido proceso de modernización cuyas consecuencias, sin embargo, como coalición de gobierno fuimos incapaces de narrar. No podemos olvidar que llegamos a tener un crecimiento al 7,6% hasta Bachelet, por cierto, la bonanza comienza a caer cuando termina la unidad de la Concertación. Hoy entendemos que hicimos historia, pero no supimos la historia que hacíamos”, recuerda.
Agregó que “seguimos en un proceso de construcción y no por nada, Michelle Bachelet y, solo ella, ya está en el 45%, a 2% de la candidata de la derecha. Con ella, la gente añora volver a esa bonanza que está en la retina de la gente”, expresó.
Desde la DC, el concejal de Chillán e histórico militante, Patricio Huepe, dice sentirse orgulloso de lo que pudo aportar en la recuperación de la democracia.
“Sin duda, el 5 de octubre es una fecha emblemática, pero esto fue un proceso. Debemos pensar en los ochenta, manifestaciones en temas de derechos humanos, reclamos de la ciudadanía, la valentía de dirigentes como Manuel Bustos y Rodolfo Seguel. Fue un proceso que impulsó la ciudadanía”, afirmó.
En Chillán, dijo, “también aportamos a través de la Movilidad Cristiana, a través de Empresarios por la Democracia. Fue una cruzada por la presión ciudadana. Sin embargo, creo, debemos tener una mirada de futuro, recordando la unidad que tuvimos para recuperar la democracia y todo el proceso. Hoy día necesitamos de acuerdos. Nuestro presidente, Alberto Undurraga, habla mucho de la política de los acuerdos, para poder tener, no solamente seguridad pública, sino que seguridad social, desarrollo y crecimiento, entre otras cosas”, manifestó.
Patrimonio democrático
Desde el Frente Amplio, su presidenta regional, Francisca Leyton, sostuvo que su partido reconoce sus raíces en la larga historia de Chile.
“En particular, rescatamos el patrimonio democrático que en varios momentos de esa historia se ha manifestado con fuerza. Uno de esos momentos, sin duda, fue el plebiscito de 1988, resultado de la organización, solidaridad y lucha de un vasto pueblo que desde 1973 denunció a la dictadura cívico-militar encabezada por Augusto Pinochet”, afirmó.
Desde su proyecto político, añadió, “reconocemos la justicia y valentía de quienes asumieron la responsabilidad histórica de hacerle frente a la dictadura. Nosotros y nosotras tomamos esa vocación democrática en este proyecto. Somos un partido político precisamente porque creemos que hoy la política democrática es el mejor camino para sacar adelante un país que requiere consensos y propuestas colectivas para resolver sus heridas más profundas en justicia social, igualdad y derechos humanos. Reconocemos que el plebiscito marcó el fin de la dictadura y la posibilidad de que las generaciones siguientes continuaran abriendo los estrechos límites de la Constitución de 1980. Ese impulso que permitió el plebiscito hace 36 años nos tiene hoy en la tarea de construir un proyecto esperanzador para todo Chile. En ese camino respetamos a quienes vinieron antes, quienes luchan hoy y seguirán luchando mañana contra todas las formas de opresión”, aseveró.
Cambio de ciclo
Desde la oposición, la presidenta regional de la UDI, Isabel Troncoso, planteó que “el 5 de octubre marcó una nueva etapa en la historia de Chile, donde la Concertación como Gobierno y nosotros, como oposición, logramos mantener la estabilidad del país sobre la base de la solidez económica y de los principios institucionales del gobierno militar, que después se fueron degradando de acuerdo al gobierno de turno”, manifestó.
Según Troncoso, “la interpretación histórica que nosotros hacemos es de un cambio de ciclo, del término de una etapa larga que comenzó en 1970 y que producto de las posturas extremas y del caos social en el gobierno de Allende, los militares, a exigencia del pueblo, tuvieron que actuar para ir recuperando el orden social y económico. Citando a Carlos Peña, la memoria es un proceso de edición del pasado a la luz del futuro que anhelamos. Y, en ese sentido, cada actor político, incluidos nosotros, debemos ser capaces de evaluar el pasado, con sus fortalezas y debilidades, y desde ahí construir el futuro que Chile requiere”, sentenció.