Construcción a la baja
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En septiembre, la superficie autorizada de permisos de edificación en Chillán alcanzó 3.147 m2, lo que representó una caída de 80,2% respecto a igual mes de 2023, según reveló la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Ñuble, con datos de la Dirección de Obras de la Municipalidad de Chillán.
El dato representa la quinta caída consecutiva del indicador, confirmando el menor dinamismo del sector construcción en la región, un fenómeno que también se observa en el resto del país y que ha tenido un fuerte impacto en el empleo. De hecho, en Ñuble, según el informe de empleo del INE (trimestre junio-agosto de 2024), la construcción perdió el 5,5% de sus ocupados en los últimos 12 meses.
Las estadísticas en términos acumulados en lo que va del año confirman el diagnóstico: entre enero y septiembre de 2024 se han autorizado, en total, 101.836 m2 en Chillán, muy por debajo de los 168.327 m2 registrados en el mismo período de 2023, lo que representa una caída de 39,5%.
Entre los principales factores mencionados para explicar este descenso destacan el desfavorable escenario para el sector inmobiliario, caracterizado por un importante stock de viviendas sin vender y las dificultades de las familias para acceder a créditos hipotecarios, tanto por el encarecimiento de las viviendas como por las altas tasas de interés, lo que ha hecho que para muchos chilenos sea imposible, por el momento, alcanzar el sueño de la casa propia.
“El 75% del stock de viviendas está listo para ser habitado, pero no muchas familias pueden acceder a los créditos hipotecarios, ya sea porque el dividendo supera su capacidad de pago o porque sus ingresos no son suficientes para cumplir con los requisitos de la banca”, declaró ayer el presidente de la CChC Chillán, Sebastián Godoy, mostrando su preocupación por los desalentadores números.
Este indicador resulta clave para anticipar el desempeño del sector, así como de la economía en general, puesto que variaciones negativas como las que se vienen conociendo en los últimos meses confirman el bajo interés de las empresas por invertir, y es sabido que la contracción de la inversión es la antesala de un menor crecimiento económico y, en consecuencia, de la destrucción de empleos.
Es por ello que se valoran todos los esfuerzos, públicos como privados, que apunten a recuperar el dinamismo del sector construcción. Ejemplo de ello es el trabajo coordinado entre la CChC a nivel nacional con la Asociación de Bancos y los ministerios de Vivienda y Hacienda, que ha permitido generar medidas que buscan incentivar la compra de viviendas, como el aumento de los subsidios y del tope de valor de las viviendas sujetas a subsidios y la reducción de las tasas de interés de los créditos hipotecarios.
Sin embargo, también es necesario considerar que la economía funciona como un sistema hiperconectado en que cada sector también reacciona frente a lo que ocurre a nivel macro, donde variables como la evolución de la masa salarial, la desocupación, el consumo de los hogares, la inflación y las alzas de los costos de la construcción, así como también la permisología y las limitaciones de la red eléctrica, tienen un efecto en la oferta y demanda de viviendas y en la toma de decisiones de inversión en distintos sectores productivos. En otras palabras, en la medida que no se superen aquellas vallas que están frenando el crecimiento económico de Ñuble, será más difícil que el sector construcción recupere su dinamismo perdido.