El historiador, sociólogo y Premio Nacional de Historia (2006), Dr. Gabriel Salazar Vergara, considerado como uno de los fundadores de la Nueva Historia Social, realizará un conversatorio este martes 15 de octubre a las 19.00 horas en el Auditorio Cecal UdeC.
Previo a su arribo a la capital regional de Ñuble, el Dr. Salazar conversó con Comunicaciones de la UdeC Campus Chillán y anticipó que abordará temáticas desde una perspectiva histórica y no ideológicas, analizará desde un inicio la participación de la ciudadanía en la definición de su destino en los distintos procesos comunitarios.
Cabe destacar que también participará como conferencista en el Congreso de Buenas Prácticas por la Niñez y Adolescencia de Ñuble, que se realizará el miércoles 16 de octubre a las 09.00 horas en el Auditorio José Suárez Fanjul de la Casa de Estudios Superiores.
-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las universidades en su misión de promover una ciudadanía informada y activa?
-Los proyectos universitarios deberían enfocarse también en otros objetivos, no solo en las ciencias puras, sino también en proponer soluciones a las problemáticas reales del país. En provincias hay más participación de la comunidad en este tipo de cosas, sobre todo en el sur de Chile.
-En agosto de este año, en las dependencias de la Universidad de Concepción Campus Chillán se realizó el segundo Consejo Consultivo Regional de niñas, niños y adolescentes (NNA), instancia que buscaba dar cumplimiento a los principios y derechos consagrados en la Ley 21.430 sobre Garantías y Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. ¿Cómo ve este tipo de instancias participativas?
-Mientras más lejos de Santiago, estas experiencias se realizan espontáneamente, a través de un municipio o establecimientos educacionales. Son instancias loables, pero tienen que formar un proyecto a largo plazo de participación creciente de parte de la ciudadanía. Esto debe ampliarse a toda la comunidad, además de los niños, niñas y adolescentes, para abordar también otro tipo de problemas que ocurren en nuestra sociedad.
-¿Cuál es su visión sobre la participación local que tiene Ñuble en procesos de toma de decisiones?
-Afortunadamente en las comunidades del sur, también algunas del norte, que no han sido invadidas por inmigrantes con prontuario delictivo, no todos son iguales, claramente, aún se generan instancias en las que deliberan sobre sus decisiones. Lo hacen en las calles, restaurantes y otros espacios públicos y a la hora que se les dé la gana, en distintos momentos cotidianos. Es importante que los establecimientos educacionales aprovechen esto, porque los colegios trabajan con las comunidades. La deliberación se debe organizar para que se concreten asambleas locales.
-¿Tiene alguna ventaja Ñuble en materia de participación ciudadana versus otras regiones?
-Ñuble, históricamente hablando, ha tenido mucha clase media rural. Esto ha permitido que surjan comunidades locales con un gran sentido de pertenencia a un lugar común, hay un amor por el terruño. Es un síntoma de comunidad y eso fomenta que puedan conocer su propia historia, dando pie para poder organizar alguna asamblea local para llegar a una nacional. Ahora la migración es de ciudad al campo, y no campo-ciudad como era antes. La conciencia de comunidad sobrevive en los pueblos del sur. En Santiago solo la hay en algunos barrios populares. El sur está mejor preparado para continuar con ese sentido comunitario.
-En la antesala de las nuevas elecciones regionales y municipales, ¿cómo ve esta instancia de participación en la toma de decisiones?
-El voto sigue siendo igual para todos: individual y secreto, que niega la deliberación y la posibilidad que el pueblo vote colectivamente. Cuando el pueblo vota de esa forma no es una elección, es un mandato que elegirá al representante de la comunidad. Mientras no se cambie este sistema electoral, la clase política seguirá teniendo margen de maniobra para hacer lo que quiera.
