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Desde el pasado mes de julio la vida de la familia chillanvejana Rivera Quezada dio un giro inesperado luego que su hijo mayor, Bastián de 11 años, fuera diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda Tipo T, cuya enfermedad los tiene liderando una cruzada para encontrar a un donante de células madre sanguíneas compatible que le brinde una nueva vida al niño.
“Es un cáncer a la sangre que ataca los glóbulos blancos, los glóbulos rojos, las plaquetas, lo que puede traducirse en hemorragia. La leucemia más común es la tipo B, la tipo T es como más resistente a los tratamientos, es más agresiva, no tiene los mismos resultados que la otra, no es tan frecuente por lo tanto no hay tanta experiencia, los protocolos que tienen para la leucemia están estandarizados a nivel internacional y para este tipo de leucemia se van adaptando de acuerdo al comportamiento que vaya teniendo”, explicó Marcelo Rivera, padre de Bastián.
Desde hace poco más de dos meses Bastián está sometido a quimioterapia intensiva, su cuerpo ha mostrado signos positivos de respuesta, sin embargo, se determinó que necesitará un trasplante de médula ósea para continuar su tratamiento.
“Al día 8 de tratamiento, era muy poco esperable pero si se daba por ejemplo que Bastián hubiera tenido un porcentaje bajo de células malas en su cuerpo hubiese seguido un tratamiento extenso de quimioterapia, o sea hablaban de dos años por ejemplo, pero como no se produjo esa baja pasa a ser candidato a trasplante inmediatamente, así que cada cierto tiempo a Bastián le hacen exámenes, punciones lumbares, le extraen una muestra y van viendo los resultados porque Bastián llegó como con un 90%, en los últimos exámenes hemos tenido una tendencia a la baja, lo que demuestra que la quimioterapia está haciendo efecto”, dijo Rivera.
“Lo que se busca en este periodo es lograr la remisión y la remisión es que sus células malas desaparezcan en totalidad, es como una condición que hay para poder ejecutar el trasplante. Bastián tiene que tener cero o muy bajo porcentaje de células malas en su cuerpo”, agregó.
En búsqueda de información para encontrar a un donante para su hijo, los padres llegaron a la fundación internacional DKMS, dedicada a trabajar por los pacientes con cáncer de sangre y otros desórdenes de la sangre, y en conjunto organizaron una campaña para captar posibles donantes, la que se realizará el 12 de octubre en el colegio Sebastian School, ubicada en Rosauro Acuña 99, de 10.00 a 18:00 horas, por lo que esperan que asista la mayor cantidad de voluntarios posibles para la toma de muestra, quienes no puedan acudir se puede enviar el kit de muestra a su domicilio. Las personas que quieran colaborar deben tener entre 18 y 55 años de edad.
“La idea con esta campaña es justamente dar más difusión a este tema, explicar lo fácil que puede ser darle vida a otra persona, darle esperanza y hemos tenido todo el apoyo de la Fundación. Bastián es la cara visible de esto porque nos tocó a nosotros, pero la idea es que esta base de datos pueda crecer lo más que se pueda porque cada 25 segundos en el mundo está detectando una persona con cáncer”, destacó Rivera, agregando que el día de la campaña también habrá personas de la fundación para informar y despejar dudas de cómo se puede ser donante.
Familiares, amigos y conocidos han mostrado su apoyo, y de manera voluntaria han enviado sus muestras para saber si pueden ser el donante que el niño necesita. “DKMS envía de forma gratuita un kit a su domicilio que contiene tres cotonitos y se toma una muestra de mucosa bucal, esos tres cotonitos se pasan por las paredes internas de las mejillas y los devuelven a través de Correo de Chile, no tiene costo, no hay ni que hacer la fila, usted va y pasa directamente, y esos cotonitos después se van a Alemania a un laboratorio y con esa muestra obtienen el perfil genético de la persona que está haciendo voluntariamente esa muestra”, detalló.
Las muestras se ingresan a una gran base de datos internacional, por lo tanto, cuando se requiere un trasplante de médula, como es el caso de Bastián, se recurre a esta base de datos esperando encontrar al gemelo genético que sea compatible con su cuerpo.
“El trasplante es como sembrar médula sana y que empiece su cuerpo a generar desde ahí todo el proceso de los glóbulos blancos, los glóbulos rojos, plaquetas todo lo que contiene la sangre que empieza a generarlo desde cero, es un reseteo de sus sistema sanguíneo”, señaló.
Superhéroe
Mientras Bastián recibe tratamiento médico en el Hospital Regional de Concepción, en compañía de su mamá Katherine, su papá viaje casi a diario desde Chillán Viejo para visitarlos y llevar a su hijo menor, para que puedan estar juntos como familia.
“Estoy viajando casi todos los días porque nuestro hijo pequeño está en el colegio y no podemos dejarlo solo tampoco, así que viajo todos los días y mi señora está permanente con Bastián en Concepción. Los fines de semana cuando tenemos la oportunidad viajamos con el más pequeño para que esté con su hermano cuando se pueda”, expresó Marcelo.
Destacó la valentía con la que el pequeño Bastián está luchando contra su enfermedad, y pese a los malestares y síntomas que pueda sentir, permanece sonriente.
“Bastián es un superhéroe, su fortaleza, su ánimo no ha bajado, la quimioterapia es un tratamiento muy fuerte y eso sí hace efecto en la parte física, Bastián está bastante más débil, en peso se mantiene bien porque él es super bueno para a comer y eso afortunadamente no ha cambiado mucho, pero sí está más débil. El tema de la quimioterapia es que si bien mata las células malas, también mata las buenas, por lo tanto, su sistema de defensa es casi nulo. Bastián tiene que tener un cuidado muy especial con los temas respiratorios, de no golpearse con algo porque si están bajas las plaquetas eso puede producir hemorragia y hay que mantenerlo en una burbujita, ojalá lo más protegido posible pero su ánimo, su sonrisa se mantiene, es el chiche en el hospital quien le pregunta a Bastián ‘¿cómo estamos?’ y el responde con dedito para arriba”, añadió.