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A pesar de que hace seis años se creó la región de Ñuble, su economía parece no despegar; al menos eso se concluye la revisar los principales indicadores. Actualmente, Ñuble ostenta las tasas de pobreza (12,1%) y desempleo (10,8%) más altas del país, así como también una amplia brecha de infraestructura en comparación con el promedio del país, por ejemplo, en materia de embalses, transmisión eléctrica, conectividad digital y rutas pavimentadas, lo que, a juicio de los gremios, constituye un freno al desarrollo.
Pero, por otro lado, al mirar el vaso medio lleno, también se destaca el aumento de la inversión pública en la región, que se ha traducido en mayores recursos para vialidad y en el financiamiento de proyectos de innovación y transferencia tecnológica con foco en las pymes. Asimismo, se observan esfuerzos de coordinación público-privada para atraer inversiones y fortalecer el capital humano local.
Causas estructurales
Roberto Herrera Cofré, académico de la Escuela de Administración y Negocios de la Universidad de Concepción (EAN UdeC), Campus Chillán, expuso que “es importante reconocer que los primeros años de Ñuble como región estuvieron marcados por el estallido social y la pandemia, lo que dificultó el desarrollo económico y la instalación institucional. A esto se suma que, según cifras oficiales, la región aún no está completamente instalada, presentando un déficit de funcionarios del 40%, según la ANEF. Además, es lógico que Ñuble, siendo una región nueva, esté entre las más rezagadas al compararla con otras más consolidadas. La literatura económica muestra que estos procesos de ajuste regional toman bastante tiempo”.
El Dr. Herrera aseguró que “Ñuble enfrenta varias causas estructurales que frenan su crecimiento. La infraestructura de conectividad es deficitaria, lo que obstaculiza el comercio interregional e internacional. También tenemos desafíos en la capacidad hídrica y energética, fundamentales para la competitividad empresarial”.
Añadió que “la baja diversificación de la matriz productiva y exportadora es otro factor clave. Dependemos en gran medida del sector agropecuario, que es estacional y vulnerable a la volatilidad de los precios internacionales. Además, la falta de una economía más diversificada dificulta la atracción de inversiones, especialmente de empresas medianas y grandes, que, aunque representan solo el 1,8% del total de empresas en Ñuble, generan el 47% del empleo asalariado formal”.
Por otro lado, el profesor de la EAN UdeC destacó que, “un aspecto claramente positivo ha sido el aumento de la inversión pública. La creación de nuevas regiones ha impulsado tanto la inversión sectorial, a través de proyectos financiados por diversos ministerios, como el acceso de los municipios a los recursos del FNDR, que ahora se distribuyen en un territorio regional más pequeño y focalizado, lo que mejora la eficiencia en la asignación de recursos”.
“En cuanto a las expectativas a futuro -continuó-, si logramos abordar, de manera seria, los desafíos en infraestructura, recursos hídricos y energéticos, tendremos la oportunidad de diversificar nuestra economía. Esto permitirá atraer empresas que ofrezcan empleos estables y bien remunerados. Identifico oportunidades en sectores con valor agregado, como transporte y logística, turismo (particularmente en hotelería y gastronomía), y servicios con un componente tecnológico. Estas áreas podrían ser clave para el crecimiento económico sostenido de Ñuble en los próximos años”.
Región agrícola
Renato Segura Domínguez, director de la Didepro, de la Municipalidad de Chillán, afirmó que “aún no hemos superado el ciclo de errores que conlleva la curva de aprendizaje en la gestión de una región. De manera consciente o inconsciente hemos seguido el patrón de desarrollo que siguió la Región del Biobío, con el argumento que en Ñuble lo hacemos distinto. Sin embargo, los resultados no han sido tan diferentes a los obtenidos por nuestra región vecina. Ñuble tiene una identidad que aún no ha sido adecuadamente llevada a la praxis de la política pública local. Somos una región rural con un alto componente agrícola. Las estrategias de desarrollo de cualquier índole o sector económico, debieran estar apalancadas por la identidad de nuestro territorio. Nuestro mayor activo es un bien no transable, que será reconocido principalmente cuando seamos capaces de poner en valor económico nuestros atributos diferenciadores”.
Aseguró que “Ñuble debiese ser la región agrícola del país y Chillán, la capital agrícola de Chile. Este manifiesto no debiese estar solo en la voluntad de los actores locales, sino también en las acciones que dichos actores realizan. Nuestras sedes locales de educación superior deberían liderar la producción científica y tecnológica en la actividad agrícola. El INIA debería estar trabajando directamente con la investigación aplicada, codo a codo con nuestros agricultores. Chillán debería transformarse en sede de los principales encuentros de la agricultura de Chile. Nuestra tierra debiese ser reconocida como el último bastión de las tradiciones del campo de Chile. Deberíamos ser pioneros de la seguridad alimentaria mediante los circuitos cortos de productos de la agricultura familiar campesina a las zonas urbanas. Nuestras autoridades centrales deberían estar impulsando políticas de incentivos para la atracción de inversiones en el sector agroindustrial y agroalimentario. El gobierno local debiese tener claro, independiente a quien le corresponda el turno, de que los recursos públicos debieran estar priorizados en la infraestructura de servicios para hacer más competitiva la actividad agrícola del territorio. En pocas palabras: la agricultura invita; el patrimonio, los atractivos turísticos, la cultura local y la actividad económica atienden”.
Trabajar unidos
En el mismo tono, el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González Mufdi, contextualizó que “este poco progreso, esta alta cesantía, esta baja productividad, también responden a la realidad económica nacional; porque cuando no tenemos políticas acertadas del gobierno central, siempre rebota en las regiones, y viceversa”.
El dirigente agrícola planteó que, “en Ñuble, todos queremos que nos vaya bien, yo no dudo de la capacidad y de las intenciones de nuestras autoridades; sin duda, hay que hacer las cosas mejor, hay muchas cosas que no las estamos haciendo bien, y me refiero a todos. Pero creo que un gran problema que impide que la región siga creciendo y que resolvamos nuestro retraso en energía, en agua y en muchas otras cosas, es que no hay voluntad. Tenemos un problema de personalismos, de querer cada uno ganar réditos individuales, y eso nos lleva a la posición en la que estamos. ¿Y por qué lo digo? Porque no tenemos a nuestros parlamentarios alineados, a pesar de que tenemos cuatro diputados del mismo sector político. Entre nuestras autoridades prevalecen las diferencias políticas y también las personales, porque vemos que algunos ni se hablan. Ése es el gran problema de la clase política y por eso Ñuble está como está; si nuestros políticos dejaran de lado sus diferencias pensando en la región, alineados con el mismo discurso ante el gobierno central, tendríamos solucionados en gran parte nuestros problemas de agua y energía”.
“Si no tenemos una cohesión política y gremial unidos todos por una causa, Ñuble va a seguir estando como está”, advirtió González.
Reconoció, a su vez, que “hemos avanzado en pavimentación, se han mejorado las escuelas, se ha invertido en seguridad, pero tenemos mucho más que avanzar. El gobierno tiene que darle un trato especial a Ñuble para salir del lugar en el que está, tiene que haber leyes especiales para Ñuble, en energía, en agua, en subvención del empleo, entre otras áreas”.
El timonel gremial hizo hincapié en la importancia de la agricultura como motor de la economía regional, por lo que instó a abordar las dificultades que enfrenta el sector. “La única posibilidad de que la región salga del lugar en el que está, es potenciando la agricultura”. En esa línea, llamó a “trabajar en la Zona Económica Especial Agrícola, que es una tremenda idea que puede contribuir al futuro de la región”.
Invertir en infraestructura
Alejandro Lama Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, sentenció que, “desde el gremio vemos que el Estado no ha hecho las inversiones suficientes para salir de los lugares en los que estamos. Lo hemos venido diciendo hace muchos años: se requiere infraestructura en riego y en energía; mientras eso no se solucione y no haya una política de estado para solucionarlo, vamos a seguir con problemas y con malos indicadores”.
Complementó que “el agua es fundamental para que miles de agricultores puedan producir y generar más empleo”.
En cuanto a la energía, el dirigente gremial aseveró que es necesaria para el desarrollo de todos los sectores. “Necesitamos energía para la industria, el comercio, los servicios, los emprendimientos en general; también para el riego, para los frigoríficos y las plantas de procesados; pero hasta este minuto, tenemos serias falencias en materia de transmisión eléctrica, es decir, por más que se trate de atraer proyectos de inversión, si no tienen energía, no vamos a salir de donde estamos”, se lamentó.
Lama subrayó que “Ñuble tiene una gran oportunidad, pero debe resolver estos problemas, así como también debe abordar otros desafíos, como la conectividad vial, la conectividad aérea y la conectividad digital. Vemos que nuestra región, por su ubicación en el centro del país, puede transformarse en un polo de distribución notable, mientras que la agroindustria tiene en gran potencial de desarrollo, solucionando los problemas de riego y electricidad”.
Entre los aspectos positivos de estos seis años, el líder del comercio local mencionó “la cercanía con las autoridades, que antes no la teníamos, en que teníamos que viajar a Concepción a entrevistarnos con algún seremi. Las autoridades locales perciben lo mismo que percibimos nosotros, no es necesario explicarles, como antes, las falencias o los dolores que tenemos, porque ellos lo viven día a día; y eso ha sido notable”.
Decisiones urgentes
Para el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) Ñuble, Sebastián Godoy Bustos, los malos indicadores “son producto de ser una región joven, que por años estuvo alejada de la mirada de las autoridades en Biobío, y al generarse la separación, se pusieron en evidencia todas las carencias”.
“Son seis años de una nueva realidad para Ñuble, pero que avanza a un paso menos acelerado del que todos esperábamos, dependientes aún de las decisiones y de los recursos del Gobierno central para cosas que tienen carácter de urgencia para salir a flote y ponernos a la par de otras regiones más prósperas. Ñuble cuenta con grandes recursos y posibilidades para convertirse en un polo de desarrollo que conecte el norte y sur del país, pero falta tomar decisiones urgentes, como robustecer nuestra infraestructura eléctrica, que garantice su factibilidad en cada uno de los rincones de la región, comenzar sin titubear en la construcción de los embalses tan necesarios para el riego y el resurgir de una agroindustria potente, y la construcción de más caminos estructurantes que permitan conectar a las 21 comunas”, profundizó el dirigente gremial.
Destacó que “la alianza público-privada ha sido fundamental para exponer las necesidades que tenemos como región y trabajar direccionados en un bien común: el salir de la pobreza y convertirnos en una región próspera”. Valoró la futura Ley de Transición Energética, “que beneficiará directamente a Ñuble. Esta ley habilitaría inversiones por 80 millones de dólares en proyectos de transmisión, y a su vez, permitiría destrabar más de 400 proyectos que se encuentran detenidos por no contar con factibilidad, generando así decenas de miles de empleos”.
El timonel de la CChC Ñuble agregó que, “otro factor esperanzador es la intención del MOP de ampliar la cantidad de obras que se tienen proyectadas en torno a la Ruta 5 Sur, que le entregará mayor auge a la zona industrial al sur de Chillán Viejo, atrayendo así a las grandes empresas para que se instalen en este territorio, incentivando al empleo y al desarrollo económico”.
“Reconocemos que todavía hay mucho por hacer en nuestra región, pero vamos por buen camino”, cerró el empresario.
Incentivos y avances
El seremi de Economía de Ñuble, Erick Solo de Zaldívar Garay, reconoció que, “aunque la economía de Ñuble ha enfrentado desafíos significativos desde su creación, hemos logrado avanzar en varias áreas clave”.
Detalló que, “bajo la administración del presidente Gabriel Boric, nos hemos enfocado en aspectos fundamentales para el desarrollo de la región. Uno de los pilares de nuestra estrategia ha sido promover el turismo y atraer inversiones”.
“Además -continuó el seremi-, hemos puesto en marcha incentivos para atraer empresas, como el cofinanciamiento de Corfo, apoyado por el Gobierno Regional. También hemos trabajado en agilizar los trámites mediante el gabinete pro crecimiento, con el objetivo de facilitar la llegada de nuevas inversiones y fomentar un entorno empresarial más dinámico”.
Según planteó Solo de Zaldívar, “el sector agrícola, una piedra angular de nuestra economía, también ha recibido atención especial. Proyectos clave como el embalse Zapallar están diseñados para revitalizar este sector, incorporando más de 10 mil nuevas hectáreas de riego”.
La autoridad aseguró que también “hemos puesto en marcha iniciativas para diversificar la economía de Ñuble. La región está comenzando a explorar y apoyar sectores emergentes, como las industrias creativas y las viviendas industrializadas”.
El profesional argumentó que “los datos también reflejan avances en el bienestar de nuestra población. Según la Encuesta Casen, la pobreza en nuestra región ha disminuido de un 16,2% en 2017 a un 12,1% en 2022. Esta tendencia a la baja es alentadora y demuestra que estamos en la dirección correcta. Sin embargo, seguimos comprometidos en nuestro objetivo de reducir estos índices aún más y eliminar los dos dígitos”.
Y a propósito de dos dígitos, reconoció que “el desempleo continúa siendo un desafío persistente, pero lo estamos enfrentando con una visión a largo plazo. La clave para superarlo radica en avanzar hacia una economía más especializada, incorporando servicios tecnológicos e innovadores que complementen, por ejemplo, el sector agrícola. Esta transformación creará nuevas oportunidades de empleo, tanto directas como indirectas, en áreas como el acopio, almacenamiento, procesamiento, logística y servicios asociados, como restaurantes”.
El seremi destacó que, “el Programa de Desarrollo Productivo Sostenible, lanzado por el Gobierno del presidente Boric, es una de las iniciativas clave en este proceso”.
“Reconocemos que para mejorar el empleo es crucial capacitar a la fuerza laboral en nuevos campos. Por ello, el trabajo de la mesa de capacitación es fundamental. También valoramos enormemente la iniciativa del Distrito de Innovación, que permitirá avanzar en áreas clave como ciencia, tecnología, economía circular, e innovación”, comentó Solo de Zaldívar.