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Señor Director:
Ya comenzaron los Juegos Olímpicos de Paris y esto trae consigo sentimientos asociados a la competencia, triunfos, derrotas, éxtasis y fracasos. En este contexto es importante poner hincapié en la relevancia que ejerce el factor meteorológico en el desempeño de los deportistas.
Debido a la crisis climática global, no será raro que se registren altas temperaturas y humedad en exceso, factores que pueden mermar rendimientos o generar inconvenientes de salud en los atletas.
Los Juego Olímpicos se desarrollan en el verano europeo y no será raro tener temperaturas que puedan superar desde los 33° hasta los 38°. Incluso, los últimos comunicados de las estaciones meteorológicas reportan que es posible llegar hasta los 40° o más.
En esta línea, el investigador en fisiología, Frank Brocherie, manifiesta que “las pruebas cortas y explosivas como las carreras de velocidad o los saltos de longitud pueden beneficiarse por las condiciones de calor, ya que mejora notablemente la conducción nerviosa y, por tanto, la contractilidad muscular. En cambio, el estrés térmico, en general, influye negativamente en el rendimiento deportivo, particularmente en las pruebas de resistencia. El calor afecta especialmente a la termorregulación del organismo, es decir, a la capacidad que tiene para normalizar su temperatura central. Por lo mismo, los atletas deberán recurrir a estrategias para enfriar su cuerpo, lo que es parte fundamental dentro de la estrategia de preparación deportiva profesional para eventos de esta magnitud”.
Sin lugar a duda observaremos que en Paris 2024 todos los profesionales, técnicos y competidores de las diferentes pruebas olímpicas deberán estar preparados para enfrentar cualquier situación inesperada, demostrando el gran esfuerzo que conlleva el participar en esta magnífica cita deportiva mundial.
Silvia Castro
Pedagogía en Educación Física UDLA