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La Dirección Regional de Gendarmería resolvió el inmediato traslado de cinco internos del plantel penitenciario de Chillán, luego que fueran individualizados como los responsables de un intento de fuga que el personal celador frustró tras descubrir evidencia del plan, en horas de la tarde del jueves pasado.
Respecto al operativo, este se enmarca en el contexto de un procedimiento de fiscalización y allanamiento de rutina realizado por el equipo de Guardia Interna, quienes al inspeccionar los dormitorios de la sección, advirtieron que los barrotes de las ventanas que daban al exterior presentaban cortes, los que a su vez eran disimulados con prendas de vestir amarrados a ellos.
Al continuar con las indagatorias, encontraron además que las protecciones de las ventanas estaban intervenidas y las bisagras de las puertas también habían sido destornilladas lo suficiente como para poder retirarlas, una vez que se cerraran por el protocolo de los horarios de encierro.
El director regional de Gendarmería Ñuble, coronel Mario Palavecino, explicó que “las primeras indagaciones realizadas por nuestros funcionarios de la oficina de Seguridad Interna, en conjunto con personal de Trato Directo, establecieron la eventual participación de estos cinco internos imputados por diversos delitos, quienes serán trasladados fuera de la Región de Ñuble, por medidas de seguridad”.
El coronel añade que el plan de los internos era poder escapar de noche, aprovechando las condiciones climáticas que se han presentado en las últimas semanas, las que han significado presencia de espesa neblina en horas de la madrugada, entendiendo que de esa forma sus tratativas no serían advertida por el personal de guardia nocturna.
“Se reiteraron las instrucciones por parte de esta dirección regional, para reforzar todas las medidas de seguridad, intensificar los registros y allanamientos en las distintas unidades penales de la región, a objeto de disminuir y prevenir cualquier hecho que pueda poner en riesgo la seguridad de los establecimientos y la seguridad pública”, sostuvo la autoridad celadora.
Hecho público el caso, una de las entidades que de inmediato mostró una reacción fue la Municipalidad de Chillán, quien apoyándose en los daños causados al entorno (cinco casas incineradas) para la fuga masiva a consecuencia del terremoto del 2010, o los constantes lanzamientos de drogas que se realizan por las calles aledañas al recinto penitenciario, pidió a los representantes del Gobierno, acelerar el proceso de definición para el futuro emplazamiento de la cárcel regional.
Camilo Benavente, alcalde de la comuna, dijo: “llevamos años solicitándole al Ministerio de Justicia, la salida de la cárcel del centro de Chillán, y por muchos motivos, como por ejemplo el que no cumple con las condiciones de infraestructura que garantice la seguridad”.
Por otro lado, apunta a las diversas posibilidades que se abrirían para proyectos de beneficios comunales el contar con el espacio que actualmente cuenta el centro penitenciario, ubicado a solo seis cuadras de la Plaza de Armas de la ciudad.
“Sin duda que el Ministerio de Justicia debe rápidamente definir dónde instalar la nueva cárcel. En mi opinión debe buscar un lugar en Chillán, pero en el sector rural de la comuna, y en adelante, trabajar de manera conjunta para sacar lo antes posible esta cárcel del centro”.
Un colapso anunciado para 2025
Este episodio, que fue posible de frustrar, vuelve a poner en debate las condiciones laborales y de dotación de personal que, pese a que los mismos gremios de la institución han admitido mejoras al respecto, sigue siendo insuficientes, lo que empeora si se considera que el aumento explosivo de la delincuencia en el país ha significado también un sobrepoblamiento de los planteles penitenciarios.
Luego de las remodelaciones que experimentó la cárcel local tras el terremoto del 2010, la capacidad de ingresos se estimó en cerca de 420 personas, incluyendo a una población penal femenina, que para entonces no superaba las 40 mujeres.
De acuerdo a las cifras proporcionadas a La Discusión por Gendarmería Regional, al día de ayer viernes, 12 de julio de 2024, la población penal de la cárcel local era de 739 internos, lo que ya no incluye a las mujeres, quienes en noviembre de 2023 se trasladaron al nuevo Centro Penitenciario Femenino, en la comuna de Bulnes, que cuenta con capacidad para 108 internas.
Pese a los diagnósticos optimistas realizados por las autoridades regionales, en 2018, respecto al recinto chillanejo y sus capacidades, los representantes de la Asociación de Funcionarios Penitenciarios de Ñuble, advirtieron respecto a la posibilidad que para el 2025, el recinto colapsara.
En torno a la búsqueda de terreno, no ha habido anuncios formales por parte de la Seremi de Justicia, salvo el que se está explorando la posibilidad de la cesión de un predio fiscal en el límite de la intercomuna.