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Las gestiones de contrato de obra comenzaron en abril de este año. Para la primera semana de mayo se dio inicio al proyecto, con 60 días de plazo establecidos por contrato y ayer, 3 de julio, se daba por finalizada la pavimentación de un tramo de 1.600 metros lineales, de sobreabundantes baches y fracturas, del llamado Camino a Las Mariposas. Puntualmente, entre el cruce a La Victoria y el pasaje El Torrente, frente a la Villa Jesús Niño.
Pese a que se puede entender el trabajo realizado como un acto de reparación vial, el concepto de obra preventiva no queda muy en zaga, considerando la explosión habitacional que experimenta y seguirá experimentando ese sector de la coordenada suroriente de la capital regional de Ñuble, lo que redundará de manera indefectible en una mayor exigencia del estratégico tramo vial de la ciudad.
Sin tener aún a mano los resultados censales, las últimas estimaciones municipales cifraban en cerca de 25 mil las personas que viven, solo en las proximidades de esa arteria urbana.
“El camino estaba en malas condiciones y lo mejoramos junto con la comunidad. Este proyecto tuvo un aporte municipal con recursos propios de cerca de 400 millones de pesos y por lo tanto es una decisión que gracias al concejo municipal pudimos tomar y aportar significativamente a la calidad de vida de muchas personas”, comentó el alcalde, Camilo Benavente.
El proceso arrancó con un bacheo para poder emparejar la pista, la que finalmente fue sometida a un recarpeteo de alta densidad.
Anterior al inicio de faenas, se hizo una reunión de coordinación en información con los vecinos del sector, Carabineros, con la seremi de Transportes y las comunidades educativas del sector, a fin de establecer las rutas alternativas a utilizar de manera provisoria.
El director de la dirección municipal de Obras, Flavio Barrientos, sostuvo que “efectivamente este era un proyecto que estaba hace tiempo en la cartera de la dirección de obras, la vía ya estaba muy deteriorado y estaba causando muchos problemas y accidentes. Entonces, dentro de la prioridad se comenzaron a hacer los proyectos, los diseños, y concluye satisfactoriamente”.
Van cuatro de cinco ejes claves
Con la conclusión de este recarpeteo, el municipio suma arreglos estables en cuatro de los cinco caminos más estratégicos de la comuna, algunos de ellos esperando por cerca de 14 años por arreglos, como es el caso del camino a la villa San Miguel Arcángel, en el sector nororiente de Chillán.
El de la villa San Miguel, se pavimentaron 860 metros lineales de un tramo de tierra, al que además se le añadieron demarcaciones, señalética y luminarias, lo que implicaron recursos de aproximadamente, $400 millones.
De manera casi paralela, también durante el otoño de 2023, se terminaban los trabajos del Camino Colonia Bernardo O’Higgins, lo que comenzó con la habilitación de una media faja con asfalto hasta llegar al puente, para luego proseguir hasta la ruta con un doble tratamiento de asfalto en una longitud de 890 metros entre Villa Santa María y el límite urbano, donde empieza el pavimento ejecutado por la dirección de Vialidad, con montos similares a los proyectos anteriormente mencionados.
Para noviembre, se daba por asfaltado un tramo de 2,7 kilómetros en el camino a Ñuble Alto, en el sector de Parque Lantaño, tras 58 años de solicitudes vecinales, finalmente atendidos por el MOP y la actual seremi regional, beneficiando a cerca de 1.500 personas, gracias al financiamiento de $700 millones.
Respecto al quinto tramo por reparar, éste -según lo manifestado por el alcalde, Camilo Benavente, corresponderá al camino a San Bernardo, el que en horas punta puede llegar a tener flujos de sobre los mil vehículos y congestiones de hasta 500 metros de extensión, hasta llegar a la avenida Coihueco.
De acuerdo a lo anticipado por el jefe comunal a LA DISCUSIÓN, se espera arrancar con estas faenas a inicios del 2025, para evitar el tráfico motivado por el año lectivo vigente, además para evitar los meses de lluvias y, especialmente, porque para entonces se deberían realizar las modificaciones presupuestarias necesarias para asegurar los recursos demandados.