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Aunque parece una técnica novedosa, el decoupage (o corte en español) se remonta a la Edad Media y el Renacimiento europeos, volviéndose muy practicada en los años ‘70 en Estados Unidos.
Consiste en recortar papeles o telas con figuras y pegarlas sobre superficies como la madera, el vidrio, cerámicos y metales, entre otras; buscando que el resultado final imite a la pintura hecha a mano, dando un acabado con barniz.
Son 30 las mujeres de Quillón que se encuentran aprendiendo la técnica, gracias a la Oficina de la Mujer y Equidad de Género de la municipalidad, que promueve el curso de manera gratuita y entregando todos los materiales necesarios. Lunes y viernes, durante tres horas, las alumnas se reúnen en la Biblioteca Municipal para dar rienda suelta a su creatividad, supervisadas por la monitora Cristina Hernández, quien por segunda vez está enseñando el arte del decoupage a mujeres de Quillón.
Actualmente, las asistentes al curso están realizando la técnica de pegar una servilleta en un plato y luego barnizarla con resina, dándole así una apariencia decorativa, aunque pudiendo ocuparlos en el día a día.