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En Ñuble, el número de ocupados alcanzó a 222.180 personas, en el trimestre febrero-abril de 2024, según informó el INE en su más reciente medición. La cifra representa un incremento de 3,0% en comparación con igual periodo del año pasado, lo que, si bien ha sido valorado por las autoridades, no ha sido un aumento suficientemente grande como para absorber el aumento de las personas que han entrado al mercado laboral en busca de un trabajo. De hecho, la tasa de desocupación en febrero-abril llegó al 9,6%, acercándose cada vez más a los dos dígitos.
En ese sentido, de no ser por el fuerte aumento de los ocupados en el sector público, la tasa de desocupación regional ya hubiese superado el 10%.
De acuerdo a la encuesta del INE, en Ñuble se estima que hay 14.760 personas que trabajan en la administración pública, excluyendo a las áreas de salud y educación. La cifra da cuenta de un alza de 21,5% en comparación con el trimestre febrero-abril de 2023.
Asimismo, el área de la salud y de asistencia social, que incluye a trabajadores del sector público y del privado, sumó 17.800 ocupados, anotando un alza de 30,5% respecto a igual periodo de 2023. En tanto, el área de enseñanza, que también comprende trabajadores públicos y privados, totalizó 18.830, exhibiendo una caída interanual de 8,0%.
Datos nacionales
De igual manera, a nivel nacional, el INE estimó que las personas ocupadas aumentaron un 3,7% en 12 meses, aunque en la administración pública el incremento fue de 13,1%.
De acuerdo al Informe Trimestral de Recursos Humanos del Sector Público, elaborado por la Dirección de Presupuestos (Dipres), a marzo de 2024 el total del personal del Gobierno Central alcanzó los 488.153 cargos efectivos, compuestos en un 82,3% por personal que cumple funciones permanentes (dotación) y en un 17,7% por personal que desempeña funciones transitorias (fuera de dotación).
Respecto a marzo de 2023, el personal total del Gobierno Central mostró un aumento de 42.060 puestos, vale decir, de 9,4%, principalmente explicado por: los servicios de salud, que aportaron la mitad del aumento; los servicios locales de educación; y el incremento en el resto de las instituciones públicas, principalmente las carteras de Educación, Obras Públicas y Salud.
Participación creciente
En opinión del director de la Didepro, de la Municipalidad de Chillán, Renato Segura Domínguez, “en Ñuble, la participación de los empleos públicos respecto del total de ocupados en la economía es mayor que respecto al país. En efecto, mientras a nivel país los valores del trimestre febrero – abril de 2024 alcanzan el 6,3%, en Ñuble alcanzan el 6,6%”.
El profesional sostuvo que, “la rigidez salarial y las barreras en la movilidad laboral, tienen un efecto negativo en la productividad del trabajador local quien, frente a la desigual retribución observada en el sector privado, opta por migrar a regiones con niveles de salarios acordes a la productividad de su trabajo”.
Segura añadió que, “si bien, la participación creciente del empleo público sobre el número de ocupados total se justifica bajo un argumento redistributivo y de mayor justicia social en el ingreso de los hogares, a nivel de actividad económica, los efectos son inciertos. En un ambiente de insuficiente inversión privada, como ocurre en Ñuble, se profundiza un mercado laboral de baja calidad en salarios y en productividad”.
“La experiencia nos indica que los empleos públicos de emergencia son efectivos para enfrentar los ciclos económicos recesivos. Pero siempre son medidas de corto plazo, a la espera de una mayor actividad económica que permita la generación de nuevos empleos en el sector privado. Sin embargo, este ciclo virtuoso se ha quebrado al persistir una participación creciente de ocupados provenientes del sector público. Mientras que durante los primeros tres reportes de ocupados en el año 2023 la participación de los empleos públicos rondaban el 5,5%, en el año 2024 la cifra alcanza el 6,6%”, reflexionó el director de la Didepro.
Amortiguador del desempleo
Por su parte, Daniela Catalán Ramírez, académica de la Facultad de Economía y Gobierno de la Universidad San Sebastián, explicó que el aumento registrado en Ñuble en los últimos 12 meses “podría estar asociado a varias causas, como la implementación de nuevas políticas públicas, el aumento de programas gubernamentales o una respuesta a necesidades administrativas y sociales crecientes en la región. Este crecimiento podría interpretarse como un esfuerzo del gobierno para fortalecer la capacidad administrativa y mejorar los servicios públicos en la región. Sin embargo, también podría sugerir la existencia de un exceso de personal, lo que puede llevar a la duplicación de funciones y a una disminución de la productividad general, lo cual tendría un impacto negativo tanto en la eficiencia de los organismos públicos como en la disponibilidad de recursos para otras acciones igualmente necesarias”.
Asimismo, reconoció que el empleo público está sosteniendo en gran medida el aumento de los ocupados en la región, lo que ha evitado que la región alcance una tasa de desempleo mayor.
“Según mi percepción, se puede afirmar que el empleo público ha jugado un papel crucial en el aumento de los ocupados en la región de Ñuble. Sin este impulso del empleo público, la tasa de ocupación general podría haber sido menor, y la región podría haber enfrentado una tasa de desempleo más alta. El empleo público, por lo tanto, ha actuado como un amortiguador económico, sosteniendo el empleo en un contexto posiblemente adverso para el sector privado. Sin embargo, esta situación es potencialmente peligrosa y perjudicial para la economía, ya que con un presupuesto más reducido o si persiste este débil dinamismo económico, a corto plazo podría haber presiones en la tasa de desempleo debido a la posible destrucción de empleos públicos”, argumentó la docente de la USS.
Consultada por los eventuales efectos negativos derivados de este incremento, Catalán sostuvo que “un crecimiento significativo del empleo público puede aumentar el gasto del gobierno, lo que podría no ser sostenible a largo plazo sin un aumento correspondiente en los ingresos fiscales. Por lo tanto, la creación de empleos de este tipo no es sostenible en el tiempo”.
En esa línea, la académica planteó que, “si la economía de una región se vuelve excesivamente dependiente del empleo público, puede ser más vulnerable a cambios en la política gubernamental. Reducciones en el gasto público o en el empleo público en el futuro pueden tener efectos negativos significativos en la economía local. En este ambiente económico donde tenemos una inversión leve, poco dinamismo e incertidumbre, además de cambios climáticos que pueden destruir empleos privados, creo que, si no hay incentivo privado, en cualquier momento podría resultar en un mayor desempleo local”.
Sostenibilidad en el largo plazo
Al respecto, Bernardo Vásquez González, director del Observatorio Laboral de Ñuble -ejecutado por la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío y financiado por la Subsecretaría del Trabajo-, postuló que, “el aumento de los ocupados en el sector público en los últimos 12 meses refleja una clara señal de mayor inversión en servicios de administración pública. Esta inversión no solo fortalece la infraestructura del gobierno, sino que también se traduce en una mejora en la prestación de servicios públicos esenciales. La expansión de programas sociales y la ampliación de servicios de salud y bienestar son factores clave que han impulsado esta contratación”.
En esa línea, sentenció que este aumento “está asociado a que aún no termina el proceso de instalación de la región de Ñuble”.
Así también, reconoció que “el empleo público ha jugado un papel crucial en sostener el aumento de los ocupados en la región de Ñuble”.
“El sector público no solo ha generado una cantidad significativa de nuevos empleos, sino que también ha contribuido a la estabilidad laboral en la región. En particular, el incremento del 21,6% en los ocupados de la administración pública ha sido fundamental para mantener la tasa de desocupación en un 9,6%. Este crecimiento ha evitado que la región enfrente una tasa de desempleo mayor, demostrando que el fortalecimiento de los servicios públicos es vital para la estabilidad económica y social de Ñuble”, defendió.
No obstante, Vásquez advirtió que, “si bien el aumento del empleo en el sector público ofrece beneficios significativos, como la reducción del desempleo y la estabilidad laboral, es esencial abordar estos incrementos con una visión de sostenibilidad a largo plazo. Un crecimiento excesivo y no planificado del empleo público puede llevar a desafíos fiscales, como déficits crónicos del sector público y la necesidad de mayores recursos presupuestarios”.
Además, planteó que, “una fuerte dependencia del sector público puede limitar la diversificación económica, haciendo a la región más vulnerable a cambios en la política fiscal. Por ello, es fundamental equilibrar el crecimiento del empleo público con el fomento de iniciativas privadas y la innovación, asegurando un desarrollo económico integral y sostenible para Ñuble”.