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Señor director:
Para quienes nos dedicamos a la agricultura, es claro que una obra como el Embalse Nueva La Punilla es crucial para poder seguir realizando nuestra tan necesaria actividad, gracias a la seguridad de riego que aportaría, como muchos otros beneficios asociados a la economía y el bienestar de la región.
El año pasado fuimos testigos de dos crecidas del río Ñuble, que literalmente arrasaron con todo a su paso en las riberas de dicho afluente. Tierras, viviendas, obras de conectividad e infraestructura de riego se vieron seriamente dañadas, y siendo realistas, en cualquier momento podría volver a ocurrir.
Una obra como dicho embalse funcionaría como controlador de crecidas, disminuyendo tanto el caudal máximo como retardando el tiempo de su llegada aguas abajo. Esto, sumado a un modelo predictivo y una comunicación y coordinación efectiva con las autoridades, nos dotaría de mayores cuotas de seguridad y es este concepto en la agricultura lo que hoy se extraña y hace falta.
Jorge López
Agricultor de San Nicolás