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Los incendios del verano de 2023 marcaron a la Región de Ñuble, por ser los más devastadores en los últimos años. Fueron más de 68 mil hectáreas consumidas en esa temporada, más de mil damnificados y 486 viviendas dañadas tras el paso del fuego, siendo las comunas de Quillón y Ninhue las que sufrieron los focos más intensos y prolongados.
Posterior al evento adverso, se instalaron las viviendas de emergencia y luego en enero de este año comenzó la entrega progresiva de las primeras casas definitivas en el sector de Carrizales, en Ránquil.
En la región serán en total 134 las viviendas o soluciones habitacionales que serán entregadas a los damnificados que cumplan los requisitos de no contar con una segunda vivienda y tener propiedad sobre el terreno donde se reconstruye. En el marco del Plan de Reconstrucción del Gobierno, el Minvu lidera este trabajo, mediante la entrega de dos tipos de subsidios: asignación directa de recursos gestionados regionalmente, bajo el programa Habitabilidad Rural DS10, y la otra vía, subsidio por llamado nacional, bajo el programa DS49.
A más de un año y tres meses de la tragedia, el proceso continúa en marcha y ya se han entregado, al 4 de junio de este año, 14 viviendas que corresponden a Quillón (4), Coelemu (2), Ninhue (3), Quirihue (3) y Ránquil (2). Hay cuatro que están por entregar y cuentan con la recepción de la Dirección de Obras Municipales, en las comunas de Coelemu (3) y en Ránquil (1). En tanto, hay otras cuatro casas recepcionadas y otras ocho en este proceso, por parte de Serviu.
Asimismo, se contabilizan 108 soluciones habitacionales. De estas, 70 ya están ingresadas a Serviu, de los cuales además 62 se encuentran en revisión para la emisión de sus permisos de edificación.
Si bien la evaluación del plan de reconstrucción tiene diversas miradas, desde la visión del director regional del Serviu, Roberto Grandón, el proceso de reconstrucción de viviendas definitivas ha sido positivo pese a la magnitud del evento.
“El despliegue que realizó nuestro equipo Serviu para la aplicación de las denominadas fichas 2 fue ordenado y rápido, posteriormente se evaluó caso a caso y se verificó el nivel de afectación con visitas a terreno, todo esto en el marco del Plan de Reconstrucción del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, donde el eje de ‘habitabilidad’ busca asegurar a cada hogar afectado el acceso a una vivienda adecuada. Más que hablar de plazos, se diseñó el modelo de respuesta en base a procesos, territorio y característica del daño, pues hubo que actuar respecto a los hogares destruidos o con daño irreparable y también en aquellas con daños leves o moderados”, sostiene.
A juicio del profesional, el proceso no ha estado exento de dificultades en su avance. “Dado a que este es un proceso que involucra a varios servicios públicos, cada uno de ellos debió ajustar tiempos, calcular cronograma y coordinarse con las respectivas empresas con las que las familias se vincularon para avanzar en la correcta recepción final de las viviendas”, comenta.
Alcaldes analizan avances
En las comunas surgen dispares opiniones en torno al progreso del plan: mientras en algunas constatan mayor fluidez, en otras perciben lentitud.
Si bien el alcalde de Quillón, Miguel Peña, valora la asignación de subsidios a los vecinos afectados, le inquieta la escasa presencia de constructoras en terreno.
“Hemos sentido preocupación por la reconstrucción en la comuna, obviamente los procesos cuando hay recursos del Estado dentro de las iniciativas, la reconstrucción ha sido lenta. Pero lo que nos puso contento y a la comunidad, es que se otorgaron los subsidios de reconstrucción, en su mayoría, y están en las manos de los vecinos, pero la verdad es que el arribo de las empresas ha sido lento. Falta mayor presencia de las constructoras en el territorio. (…) Creo que el traspaso de los recursos en el proceso está muy lento”, revela.
Según la autoridad, los reportes de los equipos municipales han dado cuenta que los damnificados, que aún continúan en viviendas de emergencia, han resistido las condiciones climáticas. Sin embargo, recalca que esperan con ansias la estabilidad de un hogar definitivo.
“Creo que debería colocarse en el lugar de las comunas, sobre todo Quillón que fue altamente afectada y también ponerse en el lugar de la gente que lo perdió todo, no van a recuperar lo perdido, pero sí la esperanza de que vean que están trabajando en su vivienda. Son varias las alegrías de algunas familias que les están construyendo, pero la gente a uno le pregunta: qué está pasando y creo que hay que acortar las brechas de entrega de resolución. La mayoría de los damnificados están en sus viviendas de emergencias. El despliegue en el territorio de Dideco ha sido favorable, en el sentido, que la gente está estable dentro del estado de emergencia”, comenta.
En Ránquil cerca de 40 casas resultaron dañadas por los incendios, de estas 25 correspondía a primeras viviendas, cuyos dueños califican para los beneficios, quienes han sido ayudados a través de esfuerzos públicos y privados.
En ese contexto, el alcalde de esa comuna, Nicolás Torres, considera que la reconstrucción en términos administrativos ha sido lenta, ya que, según explica, se han presentado muchas trabas que han dificultado los procesos, al menos, en los subsidios regulares y que tienen relación con los requisitos que debían cumplir los damnificados, trámites que les lleva tiempo subsanar para complementar las carpetas de postulación, que fueron ingresadas en 2023, y que hoy ya están dando resultados.
“En lo que va de las viviendas definitivas, si bien es cierto en 2023 pudimos trabajar en conjunto con el Minvu, en asignaciones directas, las cuales anduvieron rápido, cinco de ellas están terminando su ejecución, algunas entregadas ya hace un par de meses y otras, de subsidio regular de emergencia, ya están en ejecución. De las 25, podíamos hablar que entre siete y 12 podríamos tener durante el primer semestre de 2024”, detalla.
Desde Ninhue el levantamiento de viviendas lo han visto más acelerado, siendo valorado por el alcalde Luis Molina. En esa comuna, 30 casas fueron quemadas, sin embargo, solo 24 pueden optar a la reconstrucción por ser las primeras viviendas de sus propietarios.
De acuerdo con cifras del municipio, 15 viviendas definitivas han sido entregadas y cuatro se encuentran en proceso en Serviu. Levantemos Chile, la Iglesia Evangélica y Serviu han participado en esta reconstrucción.
Sin embargo, existen otras cinco cuyos afectados deben regularizar la propiedad para postular al beneficio.
“Las cinco que faltan no es porque el Estado o el Gobierno no hubiese querido tramitar o hacer la construcción, sino que el problema está en que son personas que no tienen su propiedad saneada, por lo tanto, esas personas están haciendo los trámites”, precisa.
De acuerdo al balance de la autoridad el proceso ha sido eficiente en su comuna. “Anduvimos dentro de lo que dice mi experiencia, porque estuve de alcalde en 2010 para el terremoto, mucho más rápido, así que puedo mencionar que estoy conforme y contento con lo avanzado”, destaca el edil.
Damnificados urbanos
El caso de Villa Doña Francisca, en Chillán, fue emblemático por ser un sector urbano con afectación de incendios. Allí cuatro familias sufrieron la pérdida total de sus inmuebles y dos con 50% de daño.
Anita López es uno de los damnificados, cuya casa se quemó en su totalidad en el pasaje Quilelto 3442 de la Villa Doña Francisca III. En su domicilio aún siguen las ruinas de su vivienda que se encuentra inhabitable desde febrero de 2023.
En el presente, el sitio luce las murallas de lo quedó tras el siniestro, las que debieran ser demolidas una vez que la constructora tome posesión del terreno para iniciar las faenas, lo que aún no ha ocurrido.
Si bien hace unos meses Anita fue notificada como beneficiada de un subsidio de 1.300 UF para la construcción de una nueva vivienda por parte del Serviu, le preocupa que aún no se le haya notificado una fecha estimada de los trabajos.
Antes de recibir el beneficio, comenta que tuvo que cancelar el dividendo que le restaba en una cuota de un millón 400 mil pesos, para poder postular y adjudicarse el beneficio, de lo contrario, no podía acceder a este, como otros vecinos, que según comenta, no han podido adjudicarse el subsidio por no poder saldar la deuda con el crédito hipotecario.
“Aún no se han ejecutado las obras. Hemos enviado cartas para que nos citen a una nueva reunión y nos den fechas. Los subsidios están asignados hace cuatro meses más o menos, pero no están entregados. Se supone que entregamos todos los papeles, pero entre la empresa y Serviu se “tiran la pelota”, y no tenemos aún una fecha estimada de cuándo empiezan las obras, entonces, estamos viviendo como en el aire. Aún no se demuele. Mi casa la limpiamos tras el incendio, sacamos cuatro camiones de escombros, pero los muros están levantados. La constructora los tiene que botar, porque están autorizados para ser demolidos, por lo que no pude colocar una casa provisoria” sostiene.
En la actualidad se encuentra arrendando una casa en camino Las Mariposas. Tras la emergencia recibió un subsidio del Gobierno Regional que le permitió pagar ese gasto, sin embargo, el beneficio llegó a su término en febrero pasado. Cuenta que hubo un acuerdo de que Serviu se haría cargo de darle continuidad. Sin embargo, dice que aún no recibe esa ayuda para seguir pagando el arriendo, mientras espera la construcción de su nueva casa.
“La semana pasada me dieron el subsidio de arriendo del Serviu. Todavía no sé el monto porque todavía no lo pagan. Desde febrero que no pago el arriendo. Se supone que tenían que haber continuado el beneficio, pero se pusieron a investigar primero. (…) Para mi ha sido difícil porque mi pareja es una persona discapacitada y está pensionado. Recibe 180 mil pesos, hace ‘pololitos’ para poder subsistir. (…) Tuve una conversación con el dueño de la casa y le expliqué que estaba postulando nuevamente al subsidio de arriendo, pero que se iba a demorar, me comprendieron y me están esperando”, explica.
Finalmente comenta que el modelo de casa a reconstruir por el Minvu coincide con la vivienda básica que adquirió en el pasado.
Minvu responde
Si bien desde la Seremi de Vivienda comprenden la premura de las familias por habitar un hogar definitivo, aclaran que los procesos se ajustan a plazos que no necesariamente coinciden con la celeridad que exigen las familias.
“Cuando uno evalúa los tiempos que se demora un proceso de reconstrucción, obviamente para las familias va a ser mucho. Ellos quieren tener una solución habitacional pronta, pero lo que implica la tramitación previa al inicio de obra, la construcción y la tramitación posterior, no tarda menos de los 18 meses que el Ministerio está determinando. Yo considero que vamos bien, en cuanto a lo numérico, pero siempre se puede estar mejor en función de poder entregar solución a la familia lo antes posible”, admite el seremi de la cartera, Antonio Marchant
Consultado por los afectados de Doña Francisca, la autoridad reconoce que el proceso administrativo para su reconstrucción en este caso ha sido más lento, explicando las razones de fondo.
“Afecta al desarrollo de soluciones habitacionales porque los terrenos son más pequeños, las familias no quieren un diseño habitacional que no sea el que ya tenían, eso implica que hay que buscar el permiso de edificación de esos diseños, que son primarios, de bastantes años atrás, lograr un permiso de edificación que esté en esa misma línea. También las familias no habían levantado sus prohibiciones. Algunos estaban pagando todavía sus dividendos, lo que provocó que en algunos casos se activaron algunos seguros. Es decir, que el tema administrativo para poder reconstruir estas viviendas de Villa Doña Francisca ha sido mucho más largo que un proceso regular, en el sentido de que ellos quieren la reconstrucción de la misma vivienda que perdieron. Y eso nos ha llevado, en primer lugar, a buscar las voluntades también a nivel central para poder construir estas viviendas que las familias quieren, pero el proceso obviamente va a ser más lento”, aclara.
La autoridad asegura que fueron entregados los subsidios habitacionales, la empresa a cargo de las obras ya fue elegida y que además “se ha decidido la asignación de subsidios de traslado transitorio (arriendo) para estas familias, los cuales están siendo pagados por el ministerio mientras se desarrolla el proyecto”.