Considerando que es imposible divorciar una ordenanza municipal de su capacidad real para velar por su cumplimiento, es que el concejal de Chillán, Jospeh Careaga, pide que “seamos sinceros. No sacamos nada con llenarnos de ordenanzas que apunten a la seguridad, al orden y al medio ambiente, si no tenemos la cantidad de fiscalizadores suficientes en la Municipalidad”.
Con ambos factores a la vista, LA DISCUSIÓN indagó en el estado de avance de algunas de las ordenanzas anunciadas por el presente Concejo Municipal, llamadas a reducir las incivilidades, a poner ese orden (que a veces parece a punto de romperse) en los lugares más concurridos y a mejorar la salud ambiental de la comuna; y al mismo tiempo, en conocer el grado de voluntades a nivel de política comunal para fortalecer el actual equipo fiscalizador en un futuro próximo.
En concreto, hay algunas ordenanzas como la del retiro del cableado aéreo o la del arbolado urbano, que podrían entrar en vigencia dentro de plazos que van de breve a mediano mientras que otras, como un nuevo reglamento para el control del comercio ambulante, para determinar el uso y los giros comerciales del mercado tradicional, aún siguen en debate dentro de las comisiones.
Pero si hay una idea que ha comenzado a convocar una suerte de unanimidad entre los concejales –tanto los que se han mostrado a favor o regularmente en contra de la actual administración- es la de aumentar el equipo de inspectores municipales.
“No tengo problemas en admitir que pese a las dudas que legítimamente uno pudiera haber tenido en un comienzo, el equipo ha trabajado bien, incluso, realizando labores que no les corresponden, debido a la crisis de inseguridad por la que pasa el país”, plantea Careaga.
Y una prueba de ello es que “hoy ya no vemos carpas en el centro, ni en las plazas ni en los bandejones, ni tampoco hay gente viviendo en el odeón de nuestra plaza de armas. Esos son detalles que pueden parecer pequeños, pero no podemos olvidar que por años fue una tarea que parecía imposible de lograr y que causaba temor y molestia en muchas personas. Todo eso es gracias a nuestro equipo de Seguridad Municipal”, advirtió el alcalde Camilo Benavente, quien, por cierto, admite que la posibilidad de aumentar al equipo de patrulleros municipales es una opción que están analizando realizar para el 2025.
Ordenanzas por aprobarse
Una de las ordenanzas que más próximas parecen estar de su vigencia es la que ordena el retiro del llamado “escombro aéreo”, en referencia a los cables del tendido público en el radio urbano de Chillán.
Al menos, desde el municipio explican al respecto que “se encuentra en su etapa final. Pues se ha avanzado satisfactoriamente en ella y debería ser votada en concejo durante la primera quincena de junio, convirtiéndonos en la primera comuna de Ñuble en normar este tema”.
El concejal Ricardo Valdebenito, presidente de la comisión Medio Ambiente, dijo que “esperamos que salga adelante esa ordenanza, porque el problema de los cables en desuso que aún tenemos en la ciudad, en especial, dentro de las cuatro avenidas, se ha hecho demasiado notorio y hasta ahora, no había cómo hacer que las empresas respondieran y se hicieran responsables de retirarlos”.
En las últimas sesiones sobre la materia se debatía respecto a quiénes debían ser los encargados de sacar los cables y respecto a la aplicación de multas asociadas, considerando que no todos los concejales parecían estar de acuerdo en que se replicara el modelo aplicado por la Municipalidad de La Reina, en Santiago, la que resolvió sanciones que llegaron hasta los $30 millones en contra de algunas empresas prestadoras de servicios de telefonía, televisión por cable e Internet.
Otra normativa que, conforme a lo averiguado por nuestro medio, podría aprobarse este segundo semestre, es la del arbolado urbano, medida que ha sido promovida principalmente por el concejal Patricio Huepe, quien volvió a insistir al municipio que transparentara sobre su estado de avance.
La respuesta oficial entregada por el consistorio fue que “se han presentado avances positivos y este lunes se realizará una reunión con las direcciones que son parte de esto (Dimao, Control, Administración y Jurídica, entre otras), para poder analizar y perfeccionar el borrador. Por lo que también pensamos que podría ser una ordenanza que perfectamente podría presentarse al concejo durante el mes de junio para su votación”.
Patricio Huepe, anticipó que espera dentro del mes de junio traer a un experto en la materia a exponer ante el Concejo Municipal para, al menos proveer a los ediles de mayor información técnica y teórica sobre la iniciativa, para poder aunar criterios y resolver dudas.
“En Chile, hasta el 2020, había más de 60 comunas que acogieron la propuesta de ordenanza de infraestructura verde de la Red Árbol Urbano”, apunta Huepe.
La iniciativa, englobada en la llamada Ley Arbolito, comenzó tras una serie de reuniones entre algunos parlamentarios del país, con representantes del Minagri y de agrupaciones ambientalistas,
El borrador chillanejo se sustenta en los algunos de los 34 artículos, que fomentaba la protección, conservación, valoración y gestión del arbolado urbano y cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 que dice relación con “Ciudades y Comunidades Sostenibles”.
En este borrador, que se espera presentar pronto a votación, se definen los lugares que pueden ser objeto de plantaciones y los que no; así como se definen las especies permitidas y prohibidas, bajo criterios como el tamaño, consumo hídrico, vulnerabilidad a infecciones y plagas, entre otras condiciones similares.
Se define además, a las entidades autorizadas para su poda, tala y cuidados, para evitar que sean los vecinos que, sin criterios formales, los intervengan, como se ha hecho costumbre en la ciudad.
Al menos, durante la presente administración municipal, ya se realizó un considerable avance en materia de cuidado medioambiental, luego que se aprobara (en 2023) por unanimidad, la ordenanza que regulaba el retiro de áridos de los ríos chillanejos, los que hasta entonces, habían estado siendo explotados de manera irregular, clandestina e indiscrimidada por algunas empresas locales. Muchas de ellas fueron objeto de fuertes multas, posterior a la entrada en vigencia de esta iniciativa impulsada por la concejal Marina Crisóstomo.
“Me reconforta ver que estas ordenanzas surgieron de este Concejo Municipal, pero lo negativo es que se han demorado en su tramitación, así que esperamos que habiendo superado las instancias necesarias lo antes posible, entren en vigencia, porque son esenciales para mejorar a la capital regional, en algo tan esencial como es lo medioambiental. El tema del cableado y del arbolado urbano pueden ser realmente graves si no se regulan”, emplaza el concejal Rodrigo Ramírez.
Un debate más largo
Otras ordenanzas que se han planteado como necesarias de actualizar, pero aún ni siquiera cuentan con un borrador, sino que están en pleno debate, son las que apuntan a ordenar las actividades comerciales y los giros admitidos en el mercado tradicional, la fiscalización de la venta de leña y la del control del comercio ambulante.
En cuanto al comercio ambulante, el concejal Ramírez, presidente de la comisión Seguridad, adelanta que uno de los puntos en discusión es la aplicación de multas a aquellas personas que sean sorprendidas comprando cigarrillos de contrabando o fármacos a quienes los venden de manera ilegal.
“Ambos productos, los cigarrillos de contrabando como los medicamentos, no solo son productos que al no estar rotulados ni tampoco hay claridad respecto a su legitimidad, son peligrosos para la salud pública, sino que tras su distribución hay verdaderas mafias que operan de manera internacional, por lo que representan todo lo que como sociedad queremos erradicar, y no sólo se debe responsabilizar de su proliferación a quienes venden, sino también a quienes compran”, argumenta el edil.
En una situación similar asoma la posibilidad de actualizar la ordenanza del uso y venta de la leña en el radio urbano de la comuna y el ordenamiento del mercado tradicional.
El punto de inflexión respecto al espacio tradicional, es el giro. Mientras algunos concejales ven con buenos ojos que se pueda diversificar los giros y los productos que se puedan comercializar, otros concejales están en la línea dartículos propios de la tradición regional.
“Hoy vemos tiendas que venden ropa de manufactura china, ropa de segunda mano, bazar, utensilios de aseo y todo eso que lo hace parecer una suerte de feria persa, escapando del carácter tradicional que para algunos debe preservarse en el casco histórico de la comuna. Todo eso debe resolverse lo antes posible”, advierte Ramírez.
Posible aumento de inspectores
Cuando en 2023 se anunció, por parte del alcalde Benavente, que la planta de inspectores municipales aumentaría hasta llegar a una dotación de 60 funcionarios, hubo tanto apoyo como críticas.
Tampoco fueron solo aplausos los que se escucharon cuando se anunció la llegada de más vehículos, motos y drones para reforzar sus labores.
Y si bien los resultados no fueron inmediatos, desde la Dirección de Seguridad Municipal se empezaron a implementar planes y programaciones con base en los análisis de la georreferenciación de aquellas incivilidades e ilegalidades sobre las que pueden ejercer resguardo, logrando una serie de operativos diarios que redundaron en una evidente disminución del comercio ambulante en el centro de la ciudad, en la erradicación casi total de las carpas en los espacios públicos y en la coordinación con Carabineros para otra serie de procedimientos.
Sin embargo, son estos mismos resultados, los que hacen que algunos concejales planteen que es necesario aumentar la dotación de inspectores, sobre todo, si se espera que “las ordenanzas no sean solo un saludo a la bandera”, explican.
Sobre este punto, el concejal Careaga repasa que “cuando hicimos la ordenanza del mercado, hace tres periodos, hicimos la ordenanza del mercado techado, que en ese tiempo, la comandó Edison Coronado. Se hizo un trabajo bien concienzudo en esa ordenanza, pero al otro día que se firmó, pasó a ser letra muerta, porque no teníamos la capacidad fiscalizadora para poder hacer el seguimiento a las ordenanzas”.
Pese a que hoy los inspectores municipales han aumentado considerablemente, a la mayor capacidad de fiscalización, mayor capacidad de generar seguridad, “creo que no es suficiente. Y eso me lleva a otro resquemor que tengo: Nos estamos haciendo cargo de situaciones que al municipio no le competen”, añade.
Por ejemplo, apunta a las exigencias que se le hacen a los patrulleros en materia de control de delitos.
“Tenemos autos, estas camionetas, ahora las motos, los drones y todo lo que tú quieras, pero la capacidad fiscalizadora es netamente de Carabineros”, asevera.
Una opinión similar tiene la concejal Quenne Aitken, quien no solo propone aumentar la dotación de fiscalizadores, sino “ordenar aún más sus funciones, es decir, que haya equipos que se defina a quienes verán los temas de las patentes, que sea otro equipo el encargado del control del comercio ambulante; y otros que sean los que realicen los patrullajes por el resto de la ciudad”.
A juicio de la concejal, este orden permite una mayor capacitación y adquisición de habilidades por parte de los inspectores, “porque pese a que son parte de una misma dirección municipal, las acciones que deben realizar son muy distintas unas de otras y no es bueno que todos hagan de todo”, agrega.
Por otro lado, y aunque según los estudios situacionales realizados por Seguridad Municipal, dan cuenta que la mayor necesidad de realizar patrullajes durante las 24 horas del día, son principalmente entre los días jueves y sábado de cada semana (asunto que se viene ya realizando), los tres ediles consultados consideran que se debe llegar a la meta de contar con patrullaje durante las 24 horas de los siete días de la semana, aunque entre domingo y miércoles se realice con menos frecuencia o personal circulando.
Tanto un equipo de la administración municipal como el mismo concejal Ramírez realizaron viajes a otras comunas del país para conocer el funcionamiento de las respectivas unidades de seguridad, recogiendo iniciativas que, o ya se aplicaron o esperan que puedan ser acogidas en Chillán. Es el caso de las municipalidades de Las Condes, visitada por personal municipal, y la de Temuco, que recientemente fue conocida por el concejal Ramírez, quien destacó que con una dotación de 100 inspectores, “lograron reducir en un 80% el comercio ambulante ilegal y también presentan muy buenas cifras en otro tipo de acciones. Por eso, considero que se debe trabajar por aunar las voluntades y buscar que se consigan los recursos para poder aumentar el equipo de inspectores y fiscalizadores, con la finalidad de igualar o incluso mejorar, el trabajo que han hecho esas comunas, porque -insisto- el equipo en Chillán ha logrado muchos objetivos, han hecho un buen trabajo, pero todavía se requiere dotarlos de más recursos”.