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Señor Director:
En la era digital, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, nos enfrentamos a un desafío cada vez más preocupante: el abuso de la tecnología, incluida la inteligencia artificial, para denigrar y humillar a personas inocentes, lo que se conoce como “deepfake”. Recientemente, hemos sido testigos de cómo estudiantes del Saint George’s han sido objeto de manipulación a través de fotos generadas por algoritmos, con el único propósito de ridiculizar y avergonzar a un grupo de alumnas.
Este acto, no solo es una violación flagrante de la privacidad y la dignidad humana, sino que también deja cicatrices profundas en las víctimas.
Ante esta realidad alarmante, es imperativo que se tomen medidas concretas y decisivas para proteger la dignidad digital de todos y todas. La prevención es clave en este tema. Es fundamental educar y concientizar a la sociedad sobre los riesgos del abuso de la inteligencia artificial y fomentar un uso ético y responsable de la tecnología. Además, debemos fortalecer las leyes y regulaciones que protejan la privacidad y la integridad de las personas en el ámbito digital.
Pero la prevención no es suficiente. También es crucial brindar apoyo y reparación a las víctimas de este tipo de abusos. Esto implica no solo ofrecerles asistencia legal y psicológica, sino también trabajar para restaurar su dignidad y autoestima, mostrándoles que no están solos en esta lucha.
Por último, es fundamental adoptar una perspectiva de género en nuestra respuesta a este problema. Las mujeres y niñas son particularmente vulnerables al abuso en línea, y debemos asegurarnos de que cualquier solución que implementemos aborde de manera efectiva las desigualdades de género y contribuya a empoderar a quienes han sido víctimas de este tipo de abusos.
Cristina Carvallo
Especialista de Género, World Vision Chile