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Señor Director:
Las redes sociales han emergido como poderosas herramientas que moldean y redefinen las interacciones cotidianas que establecemos con los demás, siendo un motor para la conectividad, visibilidad, movilización, educación y conciencia. Se ha visto el progreso que han experimentado los usuarios en el uso de las diversas redes sociales, lo que nos invita a rescatar todo lo positivo que estas conllevan y considerarlas como aliadas en diversos ámbitos de la vida, como en la inclusión, que desde un enfoque de derecho y sostenida por la normativa vigente, nos invita a eliminar la discriminación y abordar la diversidad.
La conectividad y el acceso son pilares fundamentales en el camino hacia una sociedad inclusiva. Las tecnologías de asistencia o de apoyo brindan a aquellos con discapacidad visual, por ejemplo, la capacidad de acceder y contribuir a las conversaciones y actividades en estas plataformas, derribando barreras. La visibilidad de personas o grupos discriminados se ha incrementado rápidamente gracias a las redes sociales. Estos espacios virtuales proporcionan una tribu- na para que comunidades minoritarias compartan sus experiencias y perspectivas. Esta visibilidad fomenta la educación y la sensibilización a través de la comprensión y la solidaridad, construyendo puentes que unen a personas de diversas realidades y contextos.
Las redes sociales son vehículos para la difusión de información y recursos sobre diversidad e inclusión, son muchas y diversas, incluso algunas como Tik Tok, con formatos más breves y creativos, dando una oportunidad a la comunicación rápida y concreta. Del mismo modo existen otras como la plataforma “YoSoyCa- paz.cl”, red social creada para personas en situación de discapacidad de todo tipo en Chile y Latinoamérica y que tiene como propósito, entre otros, apoyarlos en los ámbitos social, afectivo, cultural y profesional.
Si bien las redes sociales representan un paso significativo hacia la inclusión en Chile, es importante abordar los desafíos y riesgos que enfrentamos. Es necesario un enfoque equilibrado, que logre aprovechar los beneficios de estas plataformas pero que, a la vez, identifique y minimice los impactos negativos que estas redes puedan conllevar, pudiendo así avanzar hacia una sociedad más inclusiva, donde cada voz sea escuchada y valorada.
Claudia González