La rama regional de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (Anfup) manifestó su inquietud ante lo que consideran una lenta respuesta por parte del Gobierno en lo que respecta a reforzar los planteles penitenciarios en materia de dotación de personal, como en términos de seguridad, disconformidad que se respalda en el dato duro que certifica que hoy la cárcel de Chillán está con una ocupación de internos de un 170,24%.
“Mientras que la dotación de funcionarios de Gendarmería que trabajamos acá prácticamente ha aumentado en un cinco por ciento para toda la región”, dijo el presidente regional de la Anfup, suboficial Cristian Montecinos.
La bitácora de registros de la institución celadora muestra que en promedio, este año ya alcanza una población penal de 700 personas. “Ayer (el lunes) eran 700 y hoy (martes) son 698. Hay una variación diaria, que se explica porque todos los días hay egresos e ingresos, pero esta es la población más alta que hemos tenido”, apuntó.
En cuanto a los reos ingresados en la totalidad de las cárceles de Ñuble, a la fecha se cuentan 1.101, cifra que tampoco tiene precedentes en la región.
Pugnas territoriales
Otro de los problemas que se están asentando dentro de la cárcel chillaneja, es el aumento de riñas y de personas lesionadas.
Esto, según la Anfup, obedece a que hay un aumento de presos preventivos de nacionalidad extranjera, “que llegan con otra cultura carcelaria, mucho más agresiva que la que se observaba al menos en Ñuble, hace un par de años. El problema es que de los 50 reos extranjeros que hoy tenemos en Chillán, casi en su totalidad son presos preventivos, y ellos comparten módulos con los preventivos de acá, que en su mayoría son primerizos o no tienen un perfil delictual, entonces para los extranjeros es más fácil posicionarse del lugar e imponerse”.
En total, en Chillán, hay una población de presos preventivos de 298 personas, lo que representa el 42% del plantel judicalizado, lo que está en plena consonancia con la tendencia nacional y que hoy tiene privada de libertad de manera provisoria a cerca de 19 mil de las 54 mil personas encarceladas en el país.
En cuanto a las otras cárceles de Ñuble, Yungay presenta 89 condenados y 34 presos preventivos (124); en San Carlos, de un total de 119 reos, 87 están condenados y 32 son presos preventivos.
En Quirihue, en cambio, no se cuentan internos con esa medida cautelar, solo 63 personas cumpliendo condena; en contraste con la cárcel de mujeres de Bulnes que tiene más imputados (40) que condenados (23). Finalmente, en los Centros de Estudio y Trabajo (CET) de Yungay y San Carlos, se cuentan 35 condenados cumpliendo su sentencia en esa modalidad especial.