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Señor Director:
La reciente tragedia del conscripto en Putre ha desatado una serie de decisiones en el Ejército, específicamente en el regimiento
Huamachuco. Tras la dolorosa pérdida, se comunicó que 39 soldados no continuarán su Servicio Militar en dicha Unidad. De ellos,
30 jóvenes fueron trasladados a Santiago en un acto de reubicación, mientras que los 9 restantes regresaron a Arica junto a sus
familias.
Esta noticia deja entrever la complejidad y el peso que conlleva el deber militar, recordándonos la importancia de la seguridad y
el bienestar de quienes sirven a la patria. Es fundamental que se revisen los protocolos y condiciones en las que se desempeñan los
conscriptos, para evitar futuras situaciones lamentables como la ocurrida en Putre.
La sombra de Antuco, con su trágica historia en la memoria colectiva, nos invita a reflexionar sobre la protección y cuidado que
merecen aquellos que defienden nuestra nación. Es imperativo que se brinde un apoyo integral a los soldados en formación, ga-
rantizando su salud física y mental durante todo el proceso de servicio militar.
En este contexto, la sociedad y las autoridades deben estar atentas y comprometidas en velar por el bienestar de quienes dedican
parte importante de sus vidas al servicio de la patria. La seguridad y la dignidad de los soldados no pueden ser comprometidas en ningún
momento, y es responsabilidad de todos asegurar que se cumplan estas premisas en cada rincón de nuestras fuerzas armadas.
Ricardo Rodríguez Rivas
Ex-Soldado Conscripto Regimiento Infantería N° 16 Talca