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El deceso del soldado conscripto Franco Vargas durante un ejercicio de altura en la localidad de Pocollo, en Putre, región de Arica, sigue teniendo consecuencias. Además de las investigaciones internas de la institución uniformada y las instrucciones por parte del Ejecutivo, hubo también una reacción entre los compañeros del afectado.
Según informó radio ADN, este domingo desde el Ejército se emitió un comunicado que dio cuenta de la decisión que tomaron 39 de los soldados de la misma brigada. En el documento se lee:“La Brigada Motorizada N°24 Huamachuco’ informa que a partir de las 16:00 horas del día de hoy (domingo 5 de mayo), acaba de despegar una aeronave institucional que traslada a 30 soldados conscriptos, desde la ciudad de Arica hacia Santiago”.
“Además, debemos señalar que otros nueve soldados fueron entregados a sus respectivas familias en Arica. El personal indicado anteriormente no continuiará con su servicio militar obligatorio”, cierra.
Quien también habló con los desertores de la Brigada Huamachuco fue el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein. En el mismo medio, planteó: “Les compartí de parte del Ministerio de Defensa y del Ejército que no hay ningún tipo de recriminación por eso, ningún tipo de crítica. Por el contrario, entendemos perfectamente su decisión, queremos que se integren de manera normal a la vida civil y que les vaya muy bien en el futuro”.
El sábado, desde el Ejército contaron que quedaban cuatro conscriptos internados en el Hospital Militar de Santiago, mientras otros 45 se encontraban en el Cuartel N°2 Fontecilla, en Arica, por un cuadro infeccioso, del que ya fueron dados de alta.
Madre de conscripto muerto
Romy Vargas, madre del conscripto fallecido tras una marcha de instrucción militar en Putre, Franco Vargas, sostiene que el informe del Servicio Médico Legal (SML) que descartó intervención de terceros en su deceso no es verídico, pues afirma que el cadáver evidenciaba diversas lesiones al momento de concurrir ella a reconocerlo.
La mujer contó que ella debió ser retirada de la sala del SML por su reacción emocional, y señaló que los comunicados emitidos por el Ejército fueron cambiando las versiones del hecho a medida que transcurrían los días.
“Me sacaron; el que se quedó ahí fue mi papá, mirando bien, y él pudo mirar más detalles y sí, dijo que tenía golpes”, dice Romy Vargas.