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El pasado 17 de abril, durante la inauguración del servicio de tren rápido Chillán-Santiago, el presidente Gabriel Boric planteó la idea de reactivar el ramal Rucapequén-Concepción, cuyo tramo además de conectar a las regiones de Ñuble y Biobío, tuvo un rol importante para el intercambio comercial y social, quedando en la memoria histórica de las personas que por muchas décadas usaron este medio de transporte para ir a veranear a Dichato, convirtiéndose casi en un viaje obligado.
“Desde aquí, desde Chillán, tenemos que conectar a la Región del Biobío. Sabemos que el viejo tramo que va hasta la comuna de Los Ángeles y de Los Ángeles a Concepción tenemos que retomarlo, para recuperar también ese ramal a Dichato como bien hacían mención acá en los recuerdos de la gente (…) En esto hay que pensar con ambición, porque hay cosas que seguramente no vamos a alcanzar a hacer en nuestro gobierno, pero es importante en gobiernos que son tan cortos, de solo cuatro años, también plantearse políticas de Estado”, dijo el Mandatario.
La idea de recuperar el extinto ramal sería un proyecto a largo plazo, y se debe partir realizando un estudio para evaluar su factibilidad, según aclaró el seremi de Transportes de Ñuble, Javier Isla Figueroa. “El proyecto del ramal entre Chillán y Tomé es una iniciativa que tiene en este momento el Gobierno y es algo que eventualmente se tiene que hacer algún estudio por parte de EFE para ver la factibilidad de volver a instaurar este ramal”, precisó.
“En este momento hay un estudio de prefactibilidad para el tren desde Concepción hasta Lirquén y también se está preparando la licitación para un estudio para generar una conexión entre Concepción y Chillán. Esos serían los proyectos que están más avanzados por parte de EFE, pero eventualmente se está buscando la forma de buscar un mayor fortalecimiento de la red ferroviaria y eso incluiría en un largo plazo evaluar la posibilidad del ramal a Tomé”, agregó.
Desde la Cámara de Comercio de Chillán reconocieron que retomar el ramal sería beneficioso para el turismo de ambas regiones, sin embargo, consideran que existen otras prioridades a nivel local que se deben abordar cuanto antes, porque dificultan el desarrollo económico de la Región de Ñuble.
“Desde el punto de vista del romanticismo es fantástico, es linda la idea sobre todo para los que vivimos la experiencia de ese ramal, pero esos recursos deberían ir hoy día a ver cómo somos capaces de sacar esta región de la pobreza en términos de conectividad eléctrica y agua. Yo creo que el objetivo es centrar la inversión pública en necesidades que son mucho más imperiosas que el ferrocarril, me parece que es para donde debe ir la iniciativa del Ejecutivo”, recalcó el presidente del gremio, Alejandro Lama.
Enfatizó que producto de que gran parte de esas líneas férreas no están en condiciones para su funcionamiento o no existen, la inversión para reactivar el tramo Rucapequén-Dichato significaría miles de millones de pesos “que no es un detalle menor”.
“Muchos se van a sentir conmigo porque no quieren desechar la idea del tren a Dichato y lo lamento mucho, pero desde nuestra mirada gremial la inversión pública debiera ser en otros temas que son más productivos y mucho más prioritarios. Hay alrededor de 400 empresas que se quieren instalar en Chillán y que, por falta de conectividad eléctrica, no porque no hay energía, energía hay lo que no hay es conectividad, no hay cableado, que pueda soportar la mayor carga eléctrica para poder satisfacer esta demanda. Son empresas que quieren instalarse con actividades y generarían empleo y bienes a la región”, cerró Lama.
Conectar mar y cordillera
Desde la mirada del propietario de empresas Beach Market presente en Dichato, Jaime Eriz, recuperar el tren ramal Rucapequén-Dichato traería ventajas para ambas regiones, empezando por la reactivación económica y acercar las playas a los ñublensinos y la cordillera a los oriundos de Biobío.
“Creo que la idea de poder reactivar el ramal sería algo muy beneficioso para el desarrollo de la Región de Ñuble y también un apoyo muy interesante para la Región del Biobío, ya que la necesidad de poder viajar siempre es necesaria y sobre todo para reactivar la actividad económica en torno a este ramal. Que la gente de Chillán pueda tener otro medio de locomoción para acceder a las playas, sería un tremendo aporte para la gente poder distraerse así también como la gente de la costa poder viajar hacia la cordillera accediendo por Chillán, primeramente. Creemos que una de las industrias que poco a poco, como Región en Ñuble como en Biobío, se ha ido desarrollando de manera muy interesante es la industria turística y creo firmemente que la posibilidad de que el gobierno tome la iniciativa de poder reactivar el tren sería maravillosa”, destacó el empresario.
Eriz precisó que si bien el proyecto puede ser considerado inviable económicamente, es necesario tomar en cuenta que el tren no solamente traslada personas, sino que también transporta productos que de una manera u otra son necesarios para potenciar el desarrollo al interior de las regiones.
El dueño de empresas Beach Market recordó que viajó frecuentemente a bordo del ferrocarril cuando era un niño. “Tuve la suerte de viajar en ese tren que viajaba desde Chillán hasta Concepción y desde mi niñez vi que ese tren era muy útil, sobre todo para toda la zona y todos los pueblos que viajaban en ese trayecto. Yo vivía en la localidad de Ranguelmo, por lo tanto, viajaba tanto hacia Tomé, Coelemu, como también hacia Chillán”, rememoró.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Turismo y Comercio de Dichato, Cristal Ortega, ve con muy buenos ojos el proyecto, especialmente por el aporte al sector turismo, ya que el balneario es visitado durante todo el año por los residentes de Ñuble.
“Para nosotros sería lo ideal, porque nosotros siempre preguntamos ¿De dónde es usted? ‘Somos de Chillán’, responden. Es como si fueran de acá en realidad. Nuestro turismo es mucho de la gente de Ñuble los fines de semana (…) Por eso se estaba potenciando el hacer un camino que uniera Rafael hacia acá por la costa, para que no tuvieran ese viaje tan largo que se produce desde Dichato a Tomé. Entonces, en realidad sería bueno potenciar por nuestros turistas de la Región de Ñuble, mínimo que llegara a Dichato, así que me parece excelente, ojalá se pudiera potenciar por lo menos hasta acá hasta el balneario”, expresó la dirigenta gremial al Diario Concepción.
Tren de añoranzas
En 1916, durante el gobierno de Juan Luis Sanfuentes, fue inaugurado el tren que conectaba a Chillán, Penco, Tomé y Dichato. El trayecto comenzaba en Chillán, cruzando las comunas de Chillán Viejo, Quillón, Ránquil, Coelemu, Tomé y Penco. Su funcionamiento se extendió hasta el año 1986.
“Fue un ferrocarril que venía de la política del presidente Balmaceda, que tenía concebido llenar el territorio con ferrocarriles, no solamente el longitudinal, sino que también hacer los ferrocarriles más locales, y ese era uno de los que nos unía también con la costa de Concepción Norte”, explica el historiador Marco Aurelio Reyes.
El tren ramal fue de importancia para la época en el sector agrícola, de abastecimiento para el pequeño comercio local y para trasladar a los chillanejos, que se movían en masas para visitar especialmente en temporada estival el balneario de Dichato.
“Fue un ferrocarril que sirvió para sacar la producción agrícola, frutícola, vinícola, especialmente del Valle de Itata. Yo diría que Dichato hasta el momento en que existió el ferrocarril era una caleta de pescadores nomás, no tenía ningún sentido turístico, ningún lugar de esparcimiento y los chillanejos en general empezaron a usar este ferrocarril para colonizar, familias completas colonizaron Dichato y lo transformaron en un verdadero balneario. Ese ferrocarril además era muy hermoso porque bordeaba todo el río Itata y cruzaba por los cerros de la cordillera de la costa, por eso toda la gente tiene una reminiscencia y lo añoran en ese sentido”, destaca.
El tren Chillán-Dichato tenía salidas a diario en un viaje que duraba cuatro horas. Si bien partía desde Chillán, la mayor cantidad de usuarios abordaba en la estación de Rucapequén, hasta donde llegaban los pasajeros que venían desde el sur.
El historiador Alejandro Witker agrega que en general el tren marcó un hito importante civilizatorio en la sociedad chilena a fines del siglo XIX, y en el caso del ramal local permitió a los chillanejos tener una playa, pues el litoral de Ñuble no es apto para el baño, además que por la precariedad o inexistencia de caminos era difícil acceder a dicha costa. “Ese tren desde diciembre a marzo iba lleno de chillanejos que se movían desde Chillán a Dichato”.
“Ese tren fue uniendo varias comunas rurales y le dio a cada comuna una inyección de vida, la estación era un centro social, no solo porque llegaba el tren, sino que la gente iba ahí a despedir a sus familiares o los iban a esperar. En esa época no había televisión y la radio tenía poco desarrollo, de manera que llegaban los diarios y las revistas en ese tren, también llegaba la correspondencia, entonces era un punto de reunión social muy importante. Desgraciadamente ese tren fue levantado y se perdió ese factor civilizatorio tan importante”, subraya.
El auge de la movilización por las carreteras con viajes en menor tiempo y con mayor capacidad de transporte quitaron notablemente la importancia que tenía el ramal hasta llegar al punto de su clausura. “El turismo en Chile toda la vida ha sido un turismo de verano, no es un turismo permanente como en otros países como en Europa o en el Caribe, entonces no era económico tampoco mantener el tren. Un día, prácticamente, la vía se fue deteriorando, los terremotos también influyeron y hoy solamente algunos espacios los ocupa la celulosa de Nueva Aldea, y también lo utiliza la empresa y el sector industrial en el área de Penco y Tomé, pero en definitiva perdieron su importancia económica”, sostiene Reyes.
Ambos historiadores coinciden en que sería positivo recuperar este tren desde el punto de vista turístico y se le devuelva a Chillán su “playa histórica”.
“Un grupo importante de actores culturales en Chillán, durante algunos años estuvimos moviéndonos por la idea de recuperar este ramal, toda nuestra actividad no encontró eco porque se sacaban puras cuentas económicas respecto del ramal, olvidando que el tren no hay que mirarlo solo en la rentabilidad económica, sino también en la rentabilidad social y cultural, de tal manera que si alguna empresa merece subsidio estatal es Ferrocarriles”, precisa Witker.