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Durante los últimos años el trabajo asociativo de Carabineros del OS7 ha logrado desbaratar distintas bandas criminales que transportan droga o la almacenan, en diferentes puntos de Ñuble. Pero muchas de las identificaciones no serían posible sin los canes que diariamente realizan rondas preventivas y de fiscalización, en compañía del funcionario policial a cargo, su guía. Jodie es un can que hace un tiempo trabaja para la institución, sirviendo de gran ayuda para la detección de las drogas.
En el entrenamiento previo, el perro y su guía conforman lo que es un “binomio”, para poder realizar el primer encuentro entre ambos, en lo que puede convertirse en una gran y linda amistad, enfocada en la labor de evitar el crimen organizado. El guía de Jodie es el Sargento 2do. Marín, del OS7 de Ñuble, que lleva 19 años de servicio, título de especialidad de Drogas y Estupefacientes e Instructor Mención en Educación Canina.
¿De qué trata la formación que reciben los canes para poder realizar la labor de detección de drogas?
Se debe seleccionar la raza y ejemplares adecuados para este tipo de trabajo, lo cual es realizado por los instructores y especialistas del Grupo de Adiestramiento Canino de Carabineros. Luego, comienza la etapa formativa en conjunto con el funcionario policial que se encuentra realizando el curso. En el entrenamiento se considera el vínculo entre el guía y su ejemplar o el trabajo de asociación de olores. Este se realiza través del juego, es decir, haciéndole entender al can que cuando logré advertir el olor asociado, recibirá un premio: un juguete, una pelota, una caricia, etc.
¿Cuánto dura dicho entrenamiento y qué se requiere para que finalmente el can logre su certificación?
El entrenamiento de un ejemplar canino detector de drogas dura aproximadamente un año y para lograr obtener su certificación debe superar los exámenes finales de detección que son diseñados y tomados por los instructores del Grupo de Adiestramiento Canino ubicado en Santiago. Son ellos quienes finalmente evalúan las habilidades tanto de ejemplar canino, como del guía. Una vez egresados del curso, el binomio compuesto por el ejemplar canino y su guía, deben seguir realizando reentrenamientos de forma periódica de al menos una vez a la semana.
¿En dónde residen los perros que terminan su formación y de qué forma se les cuida?
Una vez que el binomio logra superar con éxito su etapa de formación, la institución los traslada hasta algún punto del país donde estratégicamente se requiere reforzar las líneas de control del tráfico ilícito de drogas. Una vez que ya se está en el cuartel designado, cada ejemplar tiene su canil, donde permanece cuando no está realizando su servicio en la población, allí se le brinda sus cuidados básicos como la alimentación, hidratación y de aseo, siendo visitado constantemente por un médico veterinario que constata su estado de salud periódicamente.
¿Cuál es el procedimiento que realiza el can al momento de detectar algún tipo de sustancia ilícita?
Para el can el trabajo es prácticamente un juego. Cuando detecte un olor, va a entregar una alerta o un cambio de conducta, que el guía debe saber interpretar muy rápidamente, ya que está alerta puede ser a través de una mirada hacia su guía, un cambio de ritmo en su respiración, etc. Luego, va a realizar una marcación, que puede ser activa (ladrando, rasguñando, etc) o pasiva (sentándose o echándose). Luego de eso viene la parte de la revisión, respecto del lugar donde el can efectuó la marcación, que es donde generalmente se encuentran las sustancias ilícitas.
¿Cómo es trabajar con estos perros y cuál es la mejor parte del trabajo que ustedes realizan?
Para mi trabajar con un can detector de drogas es una gran satisfacción, teniendo en consideración que ellos se han ido transformando en miembros muy importantes en nuestra institución. A través de sus cualidades y habilidades contribuyen a realizar de mejor manera nuestra labor, tanto en la prevención como en la incautación de sustancias ilícitas. La mejor parte del trabajo es cuando la gente valora tu trabajo, cuando las mismas personas a las cuales sometes a fiscalización en la ruta te dice que está muy bien lo que hacemos y que ojalá nos vaya bien.