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El Gobierno ingresó este martes al Senado, con suma urgencia, el anunciado proyecto de ley que, a instancias del Servicio Electoral, dispone que los comicios de alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales de fines de octubre se realicen en dos días, el sábado 26 y domingo 27.
La posición del Servel se funda en que, de acuerdo a sus estimaciones, el voto obligatorio, las cuatro elecciones paralelas y el gran tamaño de las papeletas harán más engorroso el proceso y obligarían a extender en alrededor de cinco horas su extensión habitual si se limitara sólo al domingo, como es tradicional.
El ministro secretario general de la Presidencia, Álvaro Elizalde, explicó que “este proyecto establece la mantención del feriado irrenunciable para la jornada electoral del día domingo, y para el día sábado se establece un feriado ordinario”.
“Adicionalmente a la elección en dos días, se establece la eliminación de la prohibición de la venta de alcohol durante los días de procesos eleccionarios”, indicó el exsenador.
Por otro lado, “se regula la campaña a través de redes sociales y plataformas digitales, principalmente vinculado (esto) al límite al gasto”, y se aumentará el número de locales de votación de cámaras secretas.
De acuerdo con estos lineamientos, no regirá la antigua “ley seca” y el comercio podrá funcionar normalmente el día sábado.
De cara al inicio de la tramitación, en la UDI mantienen sus aprensiones: “En principio, no nos parece el proyecto de llevar las elecciones a dos días”, dijo el senador Sergio Gahona.
De materializarse, añadió el parlamentario, “hay que considerar varios aspectos: entre ellos, que el país no se puede paralizar dos días; el comercio tiene que estar abierto, y además también hay que considerar que, como va a haber doble jornada para los vocales, tiene que haber una retribución económica en función de ello”.