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El próximo 26 de abril comenzará a regir la reducción de la jornada laboral a 44 horas, fruto de la ley de las 40 horas semanales aprobada en abril de 2023, que estableció una disminución paulatina desde las actuales 45 horas, para llegar a las 40 horas en 2028. Es así como en 2026 la jornada se reducirá de 44 a 42 horas; y en 2028, a cuarenta, convirtiendo a Chile en el país de América Latina con la semana de trabajo más corta junto con Ecuador.
En ese contexto, ya son varias las empresas que han comenzado a reducir la jornada semanal, un proceso que comenzó incluso antes de la discusión de la ley, liderado por el sector de los servicios financieros, como algunos bancos, que han implementado no solo una disminución de las horas, sino que, además, modelos híbridos, que combinan la presencialidad con el trabajo remoto, con el objetivo de contribuir a una mejor conciliación de la vida laboral y personal.
De hecho, fue la pandemia la que vino a acelerar este proceso, ya que obligó a adaptar los sistemas de trabajo en un marco inicial de restricciones a los desplazamientos y limitaciones al funcionamiento de un gran número de empresas.
En Ñuble, la librería Bluemix es un ejemplo de aquellas empresas que se adelantaron a la ley, ya que, desde los días del estallido social, cuando el público disminuyó drásticamente en las tardes, comenzaron a cerrar más temprano, un cambio que ha sido valorado por sus trabajadores.
Viviana Vega trabaja 43 horas y media a la semana y aseguró que ha percibido el cambio. Se desempeña como encargada de recursos humanos de Bluemix y según contó, su horario es de lunes a viernes, de 9.00 a 18.00 horas, con 30 minutos de colación, más un sábado al mes, de 10.00 a 14 horas.
“La reducción comenzó antes de la pandemia, había protestas que estaban afectando la locomoción, y como gran parte de los trabajadores de Bluemix toma usa la locomoción colectiva, el directorio de la empresa tomó la decisión de reducir la jornada a 43 horas y media, lo que ha tenido buenos resultados, tanto para la empresa como para los trabajadores”, afirmó.
La profesional explicó que, para lograr este cambio, “la empresa tuvo que invertir en infraestructura: para que pudiéramos almorzar se habilitó un comedor muy acogedor, con toda la normativa que establecen las mutualidades”.
“Con la reducción de la jornada, los trabajadores hemos tenido más tiempo para dedicar a nuestra familia, para hacer algún tipo de deporte o algún hobbie, para el ocio y también para el desarrollo personal y profesional, lo que se traduce en una mejor calidad de vida”, resumió Viviana Vega.
Implementación
Francisco Saldías, presidente del Consejo Regional Ñuble del Colegio de Contadores de Chile, detalló que “el 26 de abril de 2024 comienza la reducción gradual de la jornada laboral de 45 a 40 horas como límite semanal, que no podrá distribuirse en más de 6 días, ni en menos de 4 días”.
Añadió que, “en los casos más complejos, la disminución de la nueva jornada de 40 horas podrá hacerse en una semana calendario o en base a promedios semanales en lapsos de hasta cuatro semanas. Incluye también el teletrabajo o trabajo a distancia”.
“En las labores que lo permitan -continuó-, para los padres y madres de niños de hasta 12 años, se podrá pactar anticipar o retrasar hasta en una hora el comienzo de sus labores, lo que determinará también el horario de salida al final de la jornada”.
En esa línea, el seremi del Trabajo en Ñuble, Eduardo Riquelme, apuntó que, “la implementación de esta ley que hace historia se ha trabajado desde su aprobación difundiéndola en todas las comunas de la región. En charlas y conversatorios hemos respondido todas las preguntas y resueltos todas las dudas que se nos han presentado a la Seremi y a la Dirección del Trabajo. Ahora estamos en la recta final y a partir del 27 de abril se deberá producir la primera reducción horaria del proceso, que es de una hora en la jornada máxima ordinaria, quedando en 44 horas. Esta disminución no podrá implicar una reducción de las remuneraciones del trabajador”.
La autoridad explicó que, “si hay empresas que tengan dudas sobre su plan de adecuación horaria, puede presentar la propuesta a la Dirección Regional del Trabajo, la que se pronunciará si cumple o no con lo requerido por la ley y los dictámenes emitidos”.
Consultado sobre las sanciones en caso de incumplimiento, Riquelme aseveró que “los empleadores que no reduzcan la jornada máxima de trabajo, a contar del 27 de abril, podrán ser sancionados con multas que van desde las 3 a 60 UTM ($194.379 a $3.887.580), dependiendo del número de trabajadores de la empresa”, detallando que la Dirección del Trabajo estará a cargo de fiscalizar el cumplimiento de esta norma.
Adaptación en las empresas
En Chile, un total de 772 empresas se han certificado con el sello 40 horas, varias de ellas con presencia en la región.
En cuanto a empresas con matriz en Ñuble, según la Seremi hay un total de seis que han obtenido el sello: Soquipra Ltda., de Chillán Viejo; Sociedad Centro Carnes Ltda., de Quillón; Sociedad Gastronómica Akami Ltda., de Chillán; La Cabaña de Piedra Ltda., de Pinto; Barak SpA, de San Carlos; y Comida Rápida MyD Ltda., de Chillán.
A éstas se agregan otras dos empresas de la región que están en proceso de certificación y un número indeterminado que, si bien han reducido la jornada a 40 horas, no han solicitado la certificación, como es el caso del casino Marina del Sol Chillán, que implementó el cambio el pasado 1 de enero.
“En el caso de Ñuble hemos observado que las empresas, para adaptarse a la reducción de la jornada de trabajo, han optado por reorganizar los turnos de trabajo, disminuir el horario de funcionamiento o cambiar la distribución. Incluso, algunas están otorgando una tarde libre a sus trabajadores”, comentó el seremi del Trabajo.
Lo anterior también supone un desafío para aquellos profesionales del área de administración y recursos humanos. Según reveló Francisco Saldías, “los contadores nos estamos capacitando para asesorar a los empleadores, que, en su gran mayoría este año tienen resuelto disminuir una hora el día viernes en la tarde”.
El dirigente gremial explicó que, las empresas, “en su gran mayoría, están optando a reducir la jornada semanal legal” y descartó el aumento de horas extra como una solución general. “En tiempos normales las horas extra no son una opción, por cuanto tienen un costo adicional; solo se dejan para tiempos de recargos de trabajo que permitan su rentabilidad”.
Saldías fue enfático en que “esta disminución no puede afectar las remuneraciones, por lo tanto, son los empleadores quienes deben pagar este costo adicional logrado por Ley”.
En ese sentido, el presidente regional de los contadores sostuvo que, “desde ya, recomendamos a todos los empleadores hacer un anexo al contrato, con acuerdo del trabajador o pactos colectivos con el sindicato, precisando la forma de reducción de las horas”. Asimismo, advirtió que, “el empleador debe responder a cientos de normas y exigencias legales, a un alto costo frente a un incumplimiento, por lo cual debe estar constantemente bien asesorado”.
Reducción adelantada
El restaurante Akami, de avenida O’Higgins (existen tres en Chillán, pero son sociedades distintas), cuenta con una planta de 40 trabajadores, incluyendo los part time, y fue la primera empresa de Chillán en reducir la jornada laboral a 40 horas.
Leonardo Martínez, socio de la firma, recordó que “esto partió en el contexto de la pandemia, que fue un golpe duro para el rubro, pero de toda crisis se debe rescatar algo positivo, ya que ahí nos dimos cuenta que la gente, a medida que se fueron eliminando las restricciones, como el toque de queda, por ejemplo, no salía después de cierta hora en la noche. Entonces, nuestros colaboradores tenían contrato por 45 horas semanales, pero en realidad, se iban todos los días más temprano. Y podíamos trabajar bien a pesar de salir una hora más temprano”.
Antes de la pandemia, el restaurante cerraba después de las 1.00, en cambio, actualmente cierran a las 23.30, excepto los fines de semana, en que lo hacen a las 1.00.
El empresario explicó que, cuando comenzó a discutirse la reducción de la jornada a nivel nacional, analizó el tema con su socio -su padre-, dado que, en la práctica, los colaboradores estaban trabajando cerca de 40 horas. “Nosotros nos anticipamos porque sabíamos que la ley se iba a aprobar en algún momento, así es que pensamos que era mejor acostumbrarnos desde ya y ordenarnos con lo que teníamos, aprovechando este cambio que se generó en la pandemia con la demanda; empezamos a organizar los turnos de todo el personal, garzones, repartidores, cajeros, maestros de cocina y bartender y nos dimos cuenta que nos calzaba perfecto con una jornada de 40 horas; por lo que derechamente comenzamos con las 40 horas y modificamos los contratos, hasta que en octubre de 2022 ya estaban todos con el cambio”, relató.
Martínez destacó los positivos resultados que han tenido, en términos de eficiencia, productividad y ambiente laboral, gracias a esta reducción. “Al principio, hubo desinformación de parte principalmente de la gente, porque pensaban que la reducción iba a implicar una disminución salarial o que iban a tener más carga de trabajo, temores que fuimos quitando entregándoles información, y la gente fue entendiendo que era un completo beneficio para ellos”, comentó.
“Para la gente, esta reducción le permite ir a dejar los chicos al colegio, o ir a buscarlos en la tarde, les permite comenzar a hacer un deporte, ocio, estudiar, y así se fue dando cuenta que era un beneficio, más que una sobrecarga. Obviamente, esto tiene que ir de la mano con una planificación estratégica en términos de que hay que ordenar la producción de manera tal que no implique una sobrecarga para la gente. Entonces, nosotros empezamos a identificar y documentar nuestros procesos y los ordenamos de manera tal que no significara una sobrecarga laboral”, detalló. En ese sentido, aclaró que, si bien no fue necesario contratar más personal, sí abrió la posibilidad de crear cupos de trabajadores part time, que vienen a reforzar, lo que también es un aporte en términos de generar empleo”.
Reconoció que la medida puede implicar un pequeño aumento en los costos, pero defendió que, al contrastarlo con el aumento de la productividad, el resultado es positivo. “El rendimiento es mejor, por ejemplo, un garzón que tiene una jornada más corta, tiene una mejor disposición, atiende mejor, se equivoca menos y hace que el servicio sea más fluido, por lo tanto, hay una mejor rotación de público. Yo recuerdo que antiguamente, nos pasaba que se llenaba el local, había harta gente haciendo fila, y hoy tenemos la misma cantidad de mesas, pero eso no pasa, y eso es porque adaptamos nuestros procesos, tenemos una mejor velocidad en la cocina, en el servicio y en la barra”.
“Uno como empleador ve buenos resultados, principalmente mejora la calidad del ambiente laboral, no hay una fatiga de un trabajo tan extenso, dado que es una jornada un poco más corta; también genera un sentido de pertenencia, porque nosotros, al ser de los pocos con 40 horas, la gente quería trabajar con nosotros, y hoy la gente quiere trabajar con nosotros, lo notamos cada vez que se abre una vacante; entonces, para nosotros ha sido un beneficio total en ese aspecto”, argumentó el socio de Akami.