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El “oro negro” de Sonja Ungar que conquista el comercio exterior
Hace 15 años la bióloga austriaca, Sonja Ungar, se ha dedicado a la exportación de trufas a granel y a productos basados en esta materia prima. Katankura, ha sido su primera y única experiencia laboral, en un rubro 100% gourmet donde hoteles, restaurantes y tiendas son parte de su cartera de clientes. Cuando se inició en este mercado en Ñuble, importó el producto desde otras latitudes para conocer el negocio y luego lanzó su propia fábrica, donde en la temporada pasada contó con 13 operarios, más del 90%, mujeres.
En el presente, exporta a 11 países trufas que adquiere desde Santiago a Lago Ranco.
Su desempeño como empresaria con capacidad de conquistar el comercio exterior, ha sido destacado por ProChile, reconociendo su liderazgo, que ha logrado, dice, siendo estudiosa, curiosa, apasionada y dispuesta a asumir nuevos desafíos.
“Seguir estudiando es súper importante, porque al final partes con una idea y las herramientas te van quedando chicas, porque al final la empresa crece y requiere otras habilidades que uno no tiene en forma innata.(…) Siempre apunto a ser un líder más que un jefe, soy muy de escuchar, de orientar, de devolver el trabajo al otro. En el sentido,de dar responsabilidad y que el equipo crezca tanto en conocimiento técnico como habilidades personales”, explica.
“Mi palabra es oro, siempre busco una relación empresarial a largo plazo. Para mí, lo único válido es el win win, porque si eso no se da, una de las partes deja el barco en algún minuto. Por ejemplo, si me reclamas una calidad, en forma justificada, siempre voy a responder. Creo que esa solidez y seriedad en el trabajo es súper importante”, agrega.
En su rubro, su liderazgo femenino ha influido positivamente, ya que siente que su rol acompañado del dominio técnico, le ha permitido tener una mayor acogida en un mercado internacional.
“Somos más prolijas. Si yo exporto las cajas, siempre las etiquetas van a estar bien pegadas y presentadas. Mis pares, clientes afuera, son un 95% hombres. Me muevo en un mundo muy masculino y la verdad es una ventaja, porque conmigo son más amables, me contestan el teléfono, más abiertos. El trato con clientes siempre ha sido muy positivo, pero técnicamente tienes que ser bueno, porque una cara bonita, sin tener conocimiento, caes es subestima”, dice.
A su juicio, persisten barreras estructurales que ha costado derribar para lograr la equidad o asumir posiciones de poder. “La sociedad nos exige mucho a las mujeres. Cuando trabajamos mucho o poco somos criticadas, entonces, como qué no sabemos cómo encajar. Nos cuesta sobresalir, salir de las sombras, a los hombres no les cuesta. Por un lado, tienes la carga doméstica y un tema cultural de la sociedad. La sociedad espera que seamos un poco más humildes, no tan competitivas y aspiracionales. Cuando quieres escalar, tienes que ser más dura y ahí también empiezan los conflictos con los pares”, advierte.
La ciencia al servicio de potenciar el agro local
La biotecnóloga y Máster en Innovación y Emprendimiento, Karla Del Río, brilla en el mundo de la ciencia. Tiene un camino recorrido en la investigación, desarrollo y prototipo de nuevos productos, procesos y servicios.
Hace ocho años vive en Chillán, donde ha trabajado en el Depto. de Agroindustrias, de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción, labor que le ha permitido el contacto con agricultores en el desarrollo de proyectos que buscan dar valor agregado a materias primas, que, por descarte, calibre o falta de procesos, se desechan en la industria.
En diciembre pasado, recibió el premio FIA a la Mujer Agroinnovadora en reconocimiento al desarrollo de nuevos productos, como la crema untable de castañas, fruto emblemático de El Carmen.
El trabajo en terreno, la cercanía con las personas y su constante búsqueda por aportar desde las ciencias, han llevado a la profesional a ser reconocida entre sus pares y entre la comunidad del agro.
“Somos más cercanas a la empatía, la humildad y el respeto. Son fundamentales para mi y el trabajo que desarrollo. Un buen líder siempre debe estar al lado, animando, escuchando y por sobre todo respetando, tanto a autoridades, académicos, pero también a los adultos mayores, agricultores, productores; sus conocimientos, su sabiduría y las experiencias que tienen del campo, de la vida y sus complejidades, son sin duda una fuente inagotable de conocimiento y que debemos conservar en el tiempo”, sostiene.
Desde la mirada de la investigadora, la experiencia de ser madre influye de manera significativa en la trayectoria laboral de las mujeres, ya que la sociedad a menudo asocia la maternidad con una disminución en la competitividad laboral.
“Se relaciona a que puede tener licencias o pedir permisos, en cuanto a los hombres, no se les pregunta si tienen hijos, y si los tienen se asume que es la mujer quien debe cuidarlos, llevarlos al médico y estar disponibles para ello. Es problema de la sociedad, pero también legal, porque el postnatal, las salas cunas y licencias médicas, están asociadas legalmente a la madre del menor. Creo que cuando aprendamos a ser justos y valorar realmente el trabajo de las personas, independiente sea hombre o mujer, podremos avanzar como sociedad”, expone.
Sin embargo, Karla también señala que una brecha adicional que enfrentan las mujeres es la falta de solidaridad entre ellas mismas.
“Una mirada competitiva y poco empática hacia la colega, trabajadora o jefa. Debemos dejar de compararnos y caer en descalificaciones o malas conductas hacia nuestro mismo género. Es momento de ser sororas de verdad, de cuidarnos no solo en la calle, sino que en nuestros entornos y trabajos”, agrega.
“En los cargos de poder o liderazgo educativo siguen predominando hombres”
La profesora en Español, Marcela Henríquez, es un referente en educación. Sus 22 años de trayectoria siempre han estado al servicio del Liceo Bicentenario Carlos Montané de Quirihue, lugar donde están sus raíces y se ha propuesto aportar para el progreso de su comunidad. Es Magíster en Literaturas Hispánicas y Doctora en Literatura Latinoamericana. Su estilo de enseñanza innovador y la capacidad de compartir su capital pedagógico entre sus colegas, le ha permitido ser fuente de inspiración en el rubro.
Su historia fue plasmada en el libro “Lo mejor de nuestros profesores”, por la Fundación Chile. Fue seleccionada en la versión chilena del concurso Global Teacher Prize y elegida como una de las 50 finalistas de la versión internacional del mismo. En 2018 recibió el reconocimiento Mujer Destacada en Educación de Comunidad Mujer. Además, del reconocimiento Educa UBB. Recientemente, junto a sus alumnos, fue la ganadora del concurso nacional Elijo Innovar con el proyecto Impulsando Bienestar.
“Este interés permanente por actualizar mis conocimientos, conocer nuevas perspectivas en educación y mi capacidad de innovación, fueron un factor determinante para ser escuchada y validarme dentro de mi comunidad educativa, ya que siempre esta preparación la he puesto al servicio de mis colegas para que todos podamos avanzar y generar las mejores condiciones para nuestros estudiantes.Por ejemplo, cada vez que he tenido la posibilidad de capacitarme en nuevas metodologías tanto en Chile como en el Extranjero he compartido con todos lo aprendido para que ellos también puedan aplicarlo. ”, manifiesta.
Para Marcela en el mundo educativo sigue existiendo inequidades de género en las posiciones de poder, relegando a las profesoras a un segundo plano.
“Ser mujer me ha permitido desarrollar un mayor nivel de empatía y preocupación por el bienestar del otro, condición del todo fundamental en el contexto educativo. También considero que, afortunadamente, en educación las mujeres hemos logrado ganar un espacio de valoración y desarrollo que en otras áreas nos ha sido esquivo. Pero en este punto se da una contradicción vital, ya que por excelencia las educadoras somos mujeres, sin embargo, en los cargos de poder o liderazgo educativo siguen predominando hombres. (…) Se desconfía de nuestra capacidad de gestión, se desconfía de nuestras emociones y aún está presente la idea de la maternidad como una amenaza para el sistema económico”, expresa.
Loreto Carvajal: Luchando por la Equidad de Género desde el Senado
En su paso como concejala en Cabrero, Loreto Carvajal descubrió su verdadera vocación en la política, dejando atrás su carrera como abogada. Representando a la región de Ñuble, ha ascendido a diputada y ahora está en la contienda por la presidencia del Senado. Su destacada trayectoria política ha sido impulsada por una profunda vocación de servicio y una firme motivación por alcanzar sus objetivos.
“No solo por una cuestión de aspiración, sino tratar de hacer las cosas con la más absoluta convicción que es lo que motiva en la vida, lo que te hace feliz, es lo que te hace avanzar de forma natural con buenas prácticas y gestión. Lo demás viene por añadidura, obviamente que la posibilidad de formarse también es un elemento importante. (…) Escuchar la verdadera vocación que tenemos. Muchas veces haciéndolo, deben generarse las oportunidades también y ahí donde la sociedad nos debe, no solo generándolas, sino también los espacios y la justicia para que eso sea posible ”, reconoce.
A su juicio existen particularidades más acentuadas en los modelos de liderazgos entre hombres y mujeres. “Se nota mucho en el liderazgo de las mujeres, una visión más global de la problemática somos capaces de enlazar más componentes para la solución que a veces direccionarse en la mera solución. Lo segundo, la capacidad de conciliación y diálogo. Somos muchos más persistentes en los objetivos. Tenemos capacidad de acoger y poder entender que la política se hace con el corazón”, destaca.
Carvajal reconoce la existencia de barreras culturales arraigadas en la sociedad, las cuales a menudo se reflejan en prejuicios y estereotipos de género. Señala que, a pesar de los avances, aún persisten desafíos importantes en la lucha por la igualdad de género, especialmente en el ámbito político.
“La mujer cuando emerge en un espacio político se le atribuye a que está señora tiene tal característica, se tiende analizar más el tema personal que lo político. Esa barrera es muy fuerte, porque la condición de machismo se da no solo en los hombres, sino también, por crianza y cultura, en las mujeres y eso hay que derribar. En eso una de las herramientas principales es que las mujeres estén en la toma de decisiones. No sacamos nada de hablar de igualdad y combatir los femicidios, sino tenemos mujeres tomando decisiones en todos los espacios”, explica.
General María Teresa Araya: “En Carabineros no hay diferencias de género”
Con más de 1.200 carabineros bajo su mando, la General María Teresa Araya ha liderado la zona de Ñuble desde su nombramiento en 2021. Desde entonces, ha impulsado una serie de iniciativas destinadas a fortalecer la seguridad y el servicio en la región, destacando el Servicio de Encargo y Búsqueda de Vehículos (SEBV), con la implementación del OS9 de Investigación Criminal y el Laboratorio de Criminalística de Carabineros Labocar y la creación de la Escuela de Formación de Carabineros Ñuble, que encuentra en etapa de diseño.
El camino hacia el liderazgo de Araya ha estado marcado por una constante formación y experiencia en diversos cargos. Además de su destacada carrera como Carabinero, Araya es Educadora de Párvulos y ha desempeñado roles clave, incluyendo la dirección del Hogar N° 1 de Niñas. Su experiencia se extiende a la academia, donde se desempeñó como Subdirectora de la Academia de Ciencias Policiales, así como su rol como Agregada Policial de Carabineros en Ecuador y en distintas direcciones.
“Cuando vas avanzando en tu carrera profesional y vas adquiriendo el conocimiento y la experiencia necesaria para ir alcanzando nuevos grados y responsabilidad, que conlleva intrínsicamente autoridad, y lo haces con humildad, la validación entre los pares es algo que se consigue involuntariamente. En Carabineros no hay diferencia de género”, admite.
María Teresa Araya comparte su filosofía de liderazgo, destacando la importancia de la empatía, el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la innovación para inspirar a sus equipos a alcanzar niveles más altos de desempeño y cumplimiento del deber. Además de los logros, reconoce los desafíos enfrentados en la región de Ñuble, incluyendo la falta de recursos humanos y logísticos.
“Hemos avanzado con inteligencia en ello, optimizando el uso de los recursos, reorientando los servicios, advirtiendo que hay otros conceptos que incluir en los análisis, como la causalidad del delito, la percepción de inseguridad, la soledad de la ruralidad y visibilizando como demandas emergentes, redistribuyendo los recursos donde mayormente se requiere, haciendo partícipe a las demás autoridades e instituciones en la gestión de la seguridad”, comenta.
La general asegura que en la Institución ya no existen barreras de entrada en cuanto a la equidad de género .“Todos sus integrantes pueden acceder a las diferentes escuelas y especialidades que uno desee postular y, existe en mi caso particular como oficial, un solo escalafón, denominado orden y seguridad, donde todos tenemos la oportunidad de acceder y llegar hasta el grado más alto, que es el de “General Director”. (…) Las limitaciones, las ponemos las personas, y lo que se debe cautelar, es que las designaciones a los cargos de alta gerencia pública, estén sujetas a protocolos objetivos, donde las competencias profesionales y cualidades personales que tributen al cargo a desempeñar, sean ecuánimes”, confirma.