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Una pésima temporada cerraron los productores de trigo de la región, aseguró el presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Carlos González, quien criticó la pasividad de Cotrisa y del Ministerio de Agricultura frente a lo que calificó como “una tormenta perfecta” para los productores, con precios que, en la mayoría de los casos, no permitieron cubrir los costos de producción.
González expresó su apoyo a los trigueros del Sur, quienes se manifestaron en rechazo a los “bajos precios” y aseveró que la respuesta de Cotrisa llegó tarde y no tuvo ningún efecto en el precio.
El dirigente gremial recordó que, “el ministro salió con bombos y platillos a contar de que Cotrisa iba a intervenir, que iba a funcionar en la zona de Parral, cuando dijimos que era tarde, y finalmente el efecto fue cero. Además, con la plata que tenía Cotrisa, que era alrededor de 6 mil millones de pesos, no incide en nada, pues apenas podía comprar el 2% del volumen total de trigo, que no es nada. En resumen, cero aporte la contribución del gobierno y ya la temporada terminó…”.
En los molinos de Ñuble que aún están recibiendo granos, para la semana del 5 al 11 de marzo de 2024, los precios que se están pagando por el trigo fuerte (gluten mayor o igual a 30%) van desde los $23.000 a los $23.500 por quintal. Durante febrero, en tanto, el precio llegó hasta los $24.000.
Escenario para los granos
El timonel de los agricultores sentenció que “el resultado es que la situación de los trigueros es crítica, un año muy malo, se suma a un año muy complicado, muchos agricultores liquidaron trigo para tratar de pagar compromisos y guardaron avena porque el mercado se veía promisorio, pero lamentablemente, cambió radicalmente el negocio de la avena. Los poderes compradores, sobre todo, en el sur, dejaron de comprar, porque se avizora que la avena va a bajar a nivel internacional porque las producciones, como la de Canadá, vienen mayores a las expectativas”.
Por otro lado, González observó que “el mercado del maíz va bajando más a nivel internacional”, cuyo efecto se percibirá en abril-mayo, dado el atraso previsto para la cosecha.
En cuanto al raps, sostuvo que “se hablaba siempre alrededor de US$ 700 la tonelada, pero ahora se está hablando de US$ 400 y, además, pagado en cuotas, terminando de pagarle a los productores en octubre”.
“Se han juntado todos los elementos para la tormenta perfecta: trigo, avena, maíz, raps. Yo no recuerdo, en los 35 años que llevo, un año en que todos los cultivos estuvieran con problemas. Se ve un año negro”, describió.
“Con ese escenario, más la poca accesibilidad al crédito que tiene el agricultor, con tasas de interés altas, no quiero pensar qué va a pasar este año 2024, cuando el productor quiera volver a sembrar. Por lo que hemos sondeado entre los socios, habrá una fuerte baja en la superficie sembrada, superior al 50%”, advirtió el dirigente, quien enfatizó que, “no hay plata y no hay créditos. Y aquellos que pueden solicitar créditos, su capacidad de endeudamiento está mermada”.
“Que entiendan nuestras autoridades, que si no fortalecemos la agricultura, Ñuble no tiene ninguna posibilidad de salir de los altos niveles de pobreza”, puntualizó.