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Padre de familia, trabajador y un servidor público con más 15 años de experiencia son las características que mejor definirían a Juan Salvador Ramírez, el actual director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Ramírez, quién llegó al organismo público en noviembre de 2022, ha plasmado todas sus fuerzas en acercar las políticas públicas hasta la comunidad para prevenir y controlar los incendios forestales; en una región que cuenta actualmente con 277.654 hectáreas de plantaciones forestales y 247.980 hectáreas de bosques nativos.
El encargado regional de Conaf revela las conclusiones que dejaron los últimos siniestros que golpearon a la región este verano, realizando un análisis intenso a su labor, que le ha llevado a una constante figuración pública y a pensar, incluso, en la posibilidad de abrirse a nuevos desafíos políticos “si la ciudadanía así lo desea”.
– ¿Qué conclusiones ha podido sacar de los incendios forestales durante este verano, considerando que la temporada de incendios termina en junio y no marzo?
– La conclusión más grande que pudimos sacar fueron tres. La primera tiene que ver con que la prevención es la mejor herramienta que podemos emplear contra los incendios forestales, y que esta prevención debe estar acompañada de un despliegue territorial por las 21 comunas de Ñuble, y en ese despliegue ser sinceros con nuestros vecinos y vecinas en la corresponsabilidad de la protección de nuestra región. Cómo también, no tener miedo en asumir errores históricos que ha tenido el Estado de Chile, no apunto a un gobierno en específico si no a una política de Estado. Estos errores se deben enfrentar para darles solución, ya que nuestros compatriotas no necesitan excusas necesitan que las instituciones trabajen en pos del bien común y desarrollo de nuestros territorios.
La segunda, consiste en una gran articulación Público-Privada. Es fundamental que exista comunicación y unificación de criterios entre todos los actores involucrados. Plantear con anticipación las fortalezas y falencias que nos deja la experiencia, y trabajar en ellas por un lado fortaleciendo lo que hacemos bien y por otro lado comprometernos en mejorar los procesos que son más débiles, con toda la disposición y compromiso para proteger nuestra región. Ese es el norte que siempre debemos seguir y en Ñuble existe la voluntad y el compromiso de trabajar unidos.
Y la tercera, va encaminada hacia la gestión del riesgo y los desastres desde la emergencia. Esto significa dejar de tener una actitud reaccionaria y empaparnos de una cultura de planificación que nos permita, valga la redundancia, un plan para enfrentar cada emergencia entendiendo que cada zona posee distintas alertas, como incendios, tsunamis, erupciones volcánicas, etc. Y nuestro país ha avanzado en eso desde el terremoto del 2010, pero aún queda mucho trabajo por hacer para que esto sea parte de una cultura país y eso incluye a instituciones y civiles.
– En relación a temporadas anteriores ¿Cuál es la comparación que Conaf ha podido establecer con la temporada en curso? ¿Hubo menos incendios, más hectáreas quemadas, más recursos de combate, etc?
– Hasta la fecha tenemos un 38% menos incendios en comparación a la misma fecha del año anterior, con 280 en total versus 450 el 2023; en cuanto a hectáreas tenemos 625 afectadas, versus 56.764 el 2023 lo que representa un disminución del 99%. A eso se debe agregar que durante el 2023 sufrimos la pérdida total de 348 viviendas y este año ninguna vivienda se ha visto afectada por incendios lo que nos llena de orgullo y nos motiva a seguir trabajando de esta forma. En cuanto a la capacidad de combate, este año el gobierno del Presidente Boric dispuso un aumento de un 47% de recursos a nivel país, y como región nos beneficiamos con un aumento de presupuesto para prevención como también con más brigadas terrestres y aéreas, llegando a 20 en total, lo que incluye seis aeronaves de combate entre aviones y helicópteros y la implementación inédita de las brigadas nocturnas.
– ¿Qué opina sobre la construcción de viviendas o establecimientos en zonas de interfaz?
– Como primer punto, todos tenemos derecho a construir donde nuestros recursos lo permitan, pero siempre respetando las normas y leyes en la materia. Además lo que he podido observar en mi recorrido por la región es una gran desinformación sobre las condiciones de habitabilidad de los predios y parcelas que compran nuestros compatriotas. He visto loteos de parcelas pegadas con plantaciones forestales, he visto vecinos que llegan desde zonas urbanas que no conocen la vida del campo y realizan acciones de riesgo que han provocado grandes incendios. Debemos educar a las personas, primero, en la legalidad de compra de terrenos (loteos brujos) segundo, condiciones de habitabilidad del terreno (acceso a agua, luz, retiro de basura, etc) tercero, medidas de prevención y mitigación de incendios (casa preparada). Cómo también debemos perseguir punitivamente a quienes en pos de parcelar grandes hectáreas para vender terrenos han talado bosque nativo con especies que se encuentran protegidas por ley. Y en eso no me pierdo, por ende estamos trabajando en conjunto al SAG, la Superintendencia de Medioambiente, el Ministerio de Viviendas y Urbanismo y el Consejo de Defensa del Estado en perseguir a quienes dañen nuestro patrimonio ecosistémico.
– ¿Conaf posee algún grado de intervención en evitar que se construyan estos asentamientos al lado de combustible vegetacional?
– Nuestras atribuciones son únicamente de materia forestal, que son el DFL (Decreto de Ley) 701 y Ley de Bosque Nativo. Mayormente, no tenemos injerencia en donde y como se construye en Chile.
-¿Cuál es el perfil habitual de los autores que han provocado incendios en la Región de Ñuble? Tengo entendido que en el caso regional predominan las negligencias por sobre las intencionalidades.
– Nuestra Unidad de Análisis y Diagnóstico (UAD) de incendios de la región ha realizado una pega formidable, analizando el origen y causa de incendios en la actual temporada, de los cuales un 80% son negligencias, y estás negligencias tienen patrones que se repiten, utilización de herramientas que generan chispa sin las medidas de protección pertinentes, quemas no autorizadas de desechos agrícolas, quemas de basura domiciliaria, uso de maquinaria en faenas agrícolas. Todas estas acciones son peligrosas cuando se realizan con condiciones climáticas favorables para la propagación de incendios.
Ley de Incendios
En medio de la catástrofe en la Región de Valparaíso quedaron al descubierto al menos nueve proyectos de ley sobre incendios forestales que se encuentran en el Congreso sin mayores avances. Será uno de los desafíos de los parlamentarios al regreso del receso.
Ramírez tiene claro las temáticas que debiera incluir una futura ley al respecto.
-¿Qué contenidos considera usted que debería llevar una nueva ley de incendios?
– Es fundamental que esta posea una base en la prevención de incendios, ya que lo que se busca es disminuir la cantidad de incendios. Entonces la idea es poder exigir por ley medidas de prevención y mitigación de incendios en predios de zonas de mayor riesgo de incendios. Aparejado con una mayor fuerza de fiscalización de estas medidas con mayores penas y multas a quienes no cumplan con ellas. También es fundamental la regulación de las zonas de interfaz y rurales, con la elaboración de una planificación de qué es lo que se quiere y permiten hacer esos territorios; con una clara definición en el uso del suelo que no permita hacer cambios en zonas afectadas por incendios. Cómo también una clara y sustentable distribución de usos productivos, agrícolas, habitacionales, turísticas, entre otras. Sabemos que actualmente hay un desarrollo irregular en estas zonas, que es necesario y prioritario ordenar para evitar grandes tragedias.
– Respecto a la Ley de Sustracción de Madera, ¿poseen una estadística sobre madera incautada en la región por no establecer registros en su base de datos? ¿Existe un aumento o disminución de casos comparado con años anteriores?
– Esta ley comenzó su aplicación recién durante el mes de diciembre del 2023, por ende no tenemos un cuadro comparativo con años anteriores. No obstante, ya se han registrado detenciones e incautaciones durante estos tres meses de funcionamiento. El primer informe de datos consolidados se entregarán una vez pasen los primeros seis meses de funcionamiento.
– ¿Cómo evalúa su dirección en Conaf hasta el momento? ¿Considera que se han cumplido metas o expectativas dentro de su administración?
– Difícil responder aquello. Me he encontrado con muchos desafíos internos y externos, además tuvimos que enfrentar los incendios más dañinos en la historia de la región, donde claramente afecta la programación e ideas que uno traía de antemano. Lo que sí te puedo comentar es que una de mis metas para la Corporación Nacional Forestal es dar a conocer el maravilloso trabajo que realizan mis colegas, si bien la mayoría de la gente nos conoce por los incendios, no es lo único que realizamos, trabajamos en forestación y reforestación de bosque nativo, protección y conservación de las áreas silvestres protegidas, ayuda a pequeños agricultores, mejoramiento de espacios naturales turísticos, formamos y capacitamos vecinos y vecinas para que puedan optar a mejores trabajos, entregamos empleos en comunas donde carecen de oportunidades, entre otras cosas. Mi sueño es que mientras esté en este cargo se potencie y se reconozca el trabajo que realiza la Corporación Nacional Forestal. Porque en lo personal amo mi región y todos los días me levanto pensando en cómo aportar para cuidarla y crecer juntos.
– ¿Se ve encabezando el organismo público unos cuantos años más o tiene otros planes?
– Estos cargos son de confianza del gobierno de turno, lo tengo muy claro, y hoy nuestro gobierno del presidente Boric tiene metas claras para Conaf, que es pasar a ser un Servicio Nacional Forestal, Sernafor, que posea mayores atribuciones para dar respuesta a lo que nos pide la ciudadanía, que es tener una ley de incendios, una ley de cortafuegos, y fomentar el desarrollo forestal de forma sustentable, ya que es una fuente de ingresos importante para que nuestros vecinos y vecinas lleven el pan a sus casas. Como también ser más robustos en la protección y conservación de nuestro bosque nativo y ecosistemas naturales.
En cuanto a mis planes personales, claro que me gusta lo que hago, siento que tiene impacto positivo en la ciudadanía, y eso me motiva a seguir trabajando pero también estoy disponible para nuevos desafíos políticos, si así la ciudadanía lo desea.
Texto: Luciano Gallardo